A fines del año 2012, las fundaciones Equitas y Friedrich Ebert Stiftung publicaron el Barómetro de Política
y Equidad bajo el título “Tan lejos, tan cerca. De la ciudadanía y del poder”
en el cual, destacados académicos y profesionales expresan su punto de vista
sobre los temas que capturaron la atención de los chilenos durante el año
recién pasado.
En el informe, se establece que las movilizaciones
estudiantiles, las protestas ciudadanas en regiones y las períodicas encuestas
de opinión pública continuaron evidenciando el amplio descontento ciudadano con
la gestión del Presidente Piñera y de su Gabinete. Esta insatisfacción se sumó
a la ya generalizada crisis de legitimidad de las principales instituciones
políticas,sociales y económicas chilenas.
Lo anterior, se da en un complejo contexto interno en el
cual se vio una acumulación del descontento hacia este Gobierno, producto de
los desarrollos políticos ocurridos en el Ejecutivo, del sector empresarial (la
continuidad de los conflictos de interés), de los conflictos sociales que
enfrentaron a la ciudadanía con el Gobierno (estudiantes, mapuches y la
comunidad de Aysén); de las tensiones al interior de las Fuerzas Armadas y de
Orden, que significaron un retroceso en su incersión en el sistema democrático;
así como los conflictos en la
Alianza y en la Concertación.
Uno de problemas fue la duda constante sobre la
confiabilidad de la información entregada por el Gobierno en distintas
ocasiones como cuando anunció el fin de las listas de espera AUGE; los
cuestionamientos internacionales hechos a la reconstrucción; los problemas en
la ejecución en terreno del CENSO 2012; la aparición de ciudadanos ya
fallecidos en los registros electorales; encuentro de votos y estampillas en
basureros; supuestos fraudes electorales y la entrega de los resultados de la
encuesta CASEN con el posterior alejamiento de la CEPAL del proceso validador de la encuesta.
Según el Barómetro, los problemas que se suscitaron al
interior de la Alianza,
se debieron, precisamente, a priorizar las medidas de política social que la
derecha no los consideraba rentable desde el punto de vista electoral, lo que
abrió frentes de conflicto importantes con sus principales bases políticas.
Un ejemplo de lo anterior fue el estancamiento de la reforma a la salud, como resultado de las visiones conflictivas existentes al interior del Gobierno y de la Alianza que lo sustenta porque, mientras un sector busca introducir reformas que permitan una mayor sintonía con la ciudadanía, otros ven en el rechazo a las reformas de fondo del modelo social, la tarea fundamental de la coalición gobernante.
En este número del Barómetro se
tocan temas de política (Un Gobierno de minorías, Augusto Varas); economía
(Economía política de la política económica, Hernán Frigolett); política social
(Subsidios y entrampamiento: la política social de Piñera a fines del tercer año
de gobierno, Eugenio Rivera); educación superior (La fragmentación del modelo y
los escándalos (Luis Eduardo González, Óscar Espinoza Díaz); género (La ausencia
de género).
El poder de espaldas a la ciudadanía, Pamela Díaz- Romero Monreal);
puebos originarios (Los pueblos indígenas de Chile y complejos escenarios,
Domingo Namuncura); medios de comunicación (David contra Goliat, Elisabet Gerber);
ciudad y reconstrucción (Urbanismo a la carta, Alfredo Rodríguez, Paula
Rodríguez); medio ambiente (Termoeléctrica Castilla: un fallo inquietante,
Flavia Liberona) y políticas culturales (Porfiada memoria, Marcia Scantlebury).
Diversos artículos que tocan los
temas que más impactaron en la opinión pública del último año y que tienen como
hilo conductor, la poca empatía del Gobierno con las necesidades de la
ciudadanía tal y como lo expresaran Alfredo y Paula Rodríguez en su artículo
“Urbanismo a la carta”, es una intención de mantener como no vinculantes las
opiniones de los ciudadanos, es decir no se darse el tiempo de caminar un rato
con los zapatos de otros.
Lo cierto es que la empatía puede llegar a ser una habilidad crucial para alcanzar la excelencia. Mirar desde otros zapatos.
No quiere decir que necesariamente hay que estar de acuerdo
con el otro, dejando de lado nuestras propias convicciones y asumir como
propias la del otro. Por el contrario, se puede estar en completo desacuerdo
con alguien, sin por ello dejar de respetar su posición, aceptando como
legítimas sus propias motivaciones.
Cultivar habilidades sociales (como aceptar la diversidad
creando una relación inclusiva) es tal
vez la tarea más difícil para las personas, pero hay que trabajar para conseguirlas y solo
se obtendrán con esfuerzo. Por otro lado, muchos asisten a cursos teóricos, se
leen montones de libros pero su vida no cambia un ápice y es porque la empatía no
se logra desde el sofá sino saliendo al mundo real y a la calle.
Como decía Mahatma Gandhi: “las tres cuartas partes de las
miserias y malos entendidos en el mundo terminarían si las personas se pusieran
en los zapatos de sus adversarios y entendieran su punto de vista”
Este año el Ejecutivo entró a su último año de gestión,
ambicionando darle continuidad al gobierno de la Alianza y además con una
agenda legislativa que contempla la elección de consejeros regionales,
plesbicitos comunales, el lobby en organismos públicos, ley de transparencia y
la de probidad pública; la ley de presupuestos, el INE autónomo; la reforma al
sistema procesal; la carretera eléctrica; la reforma al sistema de
acreditaciones y nada más y nada menos, que la reforma al sistema de partidos
que, en un año electoral, no tiene muchas posibilidades de lograrse de manera
exitosa.
Además, el Gobierno deberá darle gobernabilidad al país
durante el año abriendo, al mismo tiempo, la posibilidad de triunfo al
candidato oficialista. ¿Podrá caminar con los zapatos de otros?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario