domingo, 26 de octubre de 2014

Trece cuentos prohibidos para depresivos

A comienzos de año, Ril Editores publicó el libro “13 cuentos prohibidos para depresivos” escrito por Cristián Gazmuri, en el cual hace un llamado de alerta sobre este mal tan actual como es la depresión.


Ya sea como lectores prohibidos, como objetivo de este libro o como autores de los cuentos recogidos en esta antología, los depresivos son la estrella de esta compilación que busca comprender que además de ser frágiles, las personas con depresión son seres buenos que viven un infierno en sus vidas.

Lo que motivó al autor a escribir esta compilación fue que él considera que es una enfermedad hipócrita porque “las personas, aparentemente, se ven bien y para la cual no se ha encontrado remedio”

La depresión (del latín depressio, que significa ‘opresión’, ‘encogimiento’ o ‘abatimiento’) es el diagnóstico psiquiátrico que describe un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, además de provocar una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y de los acontecimientos de la vida cotidiana.

Muerte, pesadillas y padecimientos interminables que unidos a una atmósfera asfixiante e inquietante hacen que en los 13 cuentos de Antón Chejov, Arthur Conan Doyle, Franz Kafka, H.P. Lovecraft, Edgar Allan Poe y Oscar Wilde y otros autores, nos introducen en un mundo terrible, hasta morboso, del padecimiento de los protagonistas de estos relatos en los cuales estos, la única salida que tienen los protagonistas es la muerte y el olvido.

Sin embargo, Cristián Gazmuri no convierte estos relatos en una apología a la depresión. Más bien, hace un llamado de atención hacia la enfermedad logrando que los lectores se involucren emocionalmente con el drama de los protagonistas que viven en el margen de la sociedad que los rodea, inmersos en una profunda tristeza siendo víctimas de quienes se aprovechan de esa incapacidad de sobreponerse al fracaso de sus esfuerzos lo que, finalmente, los destruye.


La mayoría de los cuentos están ambientados a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. En ese tiempo, se vivieron cambios sustanciales en Europa. La burguesía se impuso como el grupo dominante con la actividad industrial y comercial, por lo cual, la nobleza pasó a un segundo plano en la conducción económica y se suponía que, a fines del siglo XIX, el mundo estaba en orden.


Sin embargo, en política, las nuevas ideas del anterior siglo sentarían las bases para las revoluciones burguesas, revoluciones que se expandirían por el mundo mediante el imperialismo y buscaría alianza con el movimiento obrero, al que, para evitar su triunfo, le cederían el sufragio universal; en filosofía, surgirían los principios de la mayor parte de las corrientes de pensamiento contemporáneas, corrientes como el idealismo absoluto, el materialismo dialéctico, el nihilismo y el nacionalismo; el arte demoraría en iniciar el proceso de vanguardias, que quedaría cimentado en movimientos como el impresionismo.

La ciencia y la economía se retroalimentarían, el término "científico", acuñado en 1833 por William Whewell, sería parte fundamental del lenguaje de la época; la economía sufriría dos fuertes revoluciones industriales, la primera acaecida entre 1750 y 1840 y la segunda entre 1880 y 1914.

Entonces, la mezcla del romanticismo, neoclasicismo, nacionalismo, la aparición del sicoanálisis y el regreso al racionalismo configuró una sociedad en la cual la enfermedad, suciedad, locura, pobreza, vicios y prostitución estarían presentes en todas las clases sociales, conformando una sociedad fugaz, con superficies borrosas, donde los plazos son cada vez más pequeños, el ritmo cada vez más rápido y donde el arte, empieza a centrarse en el tema social.

Estos autores, supieron crear personajes que reflejaban a las personas que vivían en esa época. Seres humanos inmersos en profundos procesos de introspección, debatiéndose entre sus propias contradicciones, en conflicto con sus propias creencias y conciencias que al arrastrar las culpas de su pasado muestran que sus peores enemigos viven en su interior.

Finalmente, el mérito que tiene esta compilación es que transforma este trastorno sicológico más prevalente e incapacitante en literatura ya que todos los escritores reunidos en esta antología o fueron depresivos o tuvieron problemas terribles reflejando en los personajes, sus propios dramas.

Novela Ilustrada chilena es premiada en Alemania

La novela ilustrada chilena, Al sur de la Alameda, de Lola Larra y Vicente Reinamontes, publicada por Ediciones Ekaré Sur, acaba de ser elegida como uno de los mejores libros para niños y jóvenes del año por la Internationale Jugendbibliothek de Munich.


Todos los años, la Internationale Jugendbibliothek de Munich, de entre miles de títulos recibidos de todas partes del mundo, selecciona los mejores libros infantiles y juveniles del año para incluirlos en su Catálogo White Ravens. “El prestigioso sello White Raven se concede a libros que merecen atención por sus temáticas universales y por su excepcional innovación artística, diseño y estilo literario”, explican desde la Biblioteca de Munich. Desde hace 30 años esta institución hace una selección que incluye a más de cuarenta países y que resalta los valores editoriales, el estilo, la temática y la innovación.

Este año, Al sur de la Alameda, ha sido seleccionado como un White Raven 2014 y estará presente en un extenso catálogo que incluye reseñas y fotos de todos los libros y que, como una novedad, se lanzará en la Feria del Libro de Frankfurt, que se celebra del 8 al 12 de octubre.

Luego, en la Feria Internacional del Libro de Bolonia 2015, en el stand de la Jugendbibliothek, se exhibirán también todos los libros elegidos en una importante exposición.

Lola Larra, inspirada en la revolución de los pingüinos de 2006, escribe esta novela, en la que dos perspectivas en contrapunto van construyendo una historia con muchos ingredientes: amor, política, suspenso, fútbol, rencillas, sueños y memoria.

¿Cómo se vive una toma desde dentro? ¿Cómo se enfrentan los problemas diarios de desabastecimiento, aislamiento, desmotivación, deserción, y pugnas de poder?

La historia transcurre en mayo de 2006, primer año del primer gobierno de Michelle Bachelet cuando un pequeño colegio al sur de la Alameda, está en toma. Todo en él ha cambiado: las salas de clase, el patio y hasta los mismos alumnos, que parecen ser otros cuando se ven enfrentados a los desafíos de la movilización.

Entre ellos está Nicolás, el arquero estrella del equipo de fútbol, que se aburre en las asambleas y escribe en su cuaderno un diario de la toma. Sus amigos se han ido y no lo comprenden; mientras su madre, se muestra por primera vez realmente orgullosa de su hijo. Lo que comienza como un hecho fortuito -se queda siguiendo a Paula, su compañera francesa- le hará cambiar y crecer y que relata en su diario lo que ocurre día a día.

En el camino revivirá la juventud de sus padres, quienes en los 80 lucharon contra la dictadura de Pinochet. Además de dar cuenta de un momento histórico, la novela rinde un pequeño homenaje a grandes revoluciones estudiantiles de todos los tiempos.

El protagonista irá registrando pequeños incidentes cotidianos: eternas asambleas, dar de comer a 35 hambrientos adolescentes, peleas, charlas por teléfono con su madre y sus amigos, extraños sabotajes, y sobre todo, su relación con Paula, una chica resuelta que trastoca su mundo y sus prioridades.

Mientras tanto, las imágenes del ilustrador Vicente Reinamontes detallan la mirada de un personaje misterioso, un segundo narrador, que desde las sombras observa las idas y venidas de los estudiantes. A través de sus ojos vemos cosas que Nicolás pasa por alto, o que sencillamente no dice.

Al sur de la Alameda es una novela de formato atractivo y sugerente, cuidadosamente diseñada y editada, que mezcla elementos del mundo del cómic, el cine, la televisión y la fotografía. Sus secuencias de ilustraciones de corte expresionista se intercalan inteligentemente para complementar el relato.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Publican biografía de Miguel Enríquez

El libro “Miguel Enríquez. Un nombre en las estrellas. Biografía de un revolucionario”  del historiador español Mario Amorós y prologado por el presidente Evo Morales será presentado el próximo 02 de octubre el Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile y contará con la intervención de Marco Enríquez-Ominami, presidente de la Fundación Miguel Enríquez, y del Rector Ennio Vivaldi, entre otras personalidades.

Este libro, publicado por Ediciones B, recorre, a través de 334 páginas, la vida del secretario general del MIR asesinado por la DINA el 5 de octubre de 1974. 

El próximo 5 de octubre se cumplen 40 años de la muerte de Miguel Enríquez en el enfrentamiento de la calle Santa Fe. 

Ese día, el secretario general del MIR cayó acribillado por las balas de la DINA después de resistir solo durante más de una hora. Moría un muchacho de 30 años, un joven que abandonó su vocación de médico para consagrar su vida a la utopía revolucionaria. 

Al morir el hijo de don Edgardo Enríquez  y doña Raquel Espinosa, aquel 5 de octubre nacía también el mito de Miguel Enríquez, el combatiente que simbolizó el valor de la resistencia en el momento más terrible de la represión, cuando la DINA operaba con absoluta impunidad y crueldad, cuando el terror paralizaba a la sociedad chilena.

Esta biografía histórica revisa toda su trayectoria política y personal a través de los testimonios de las dieciocho personas entrevistadas por el autor (su hermana Inés, Andrés Pascal Allende, Carmen Castillo, Manuela Gumucio, Belisario Velasco, Jacques Chonchol, Marco Enríquez-Ominami, Carlos Ominami, entre otros); a través de la documentación generada por el MIR, de sus discursos y sus entrevistas de prensa; de una amplia bibliografía y también de las más de mil páginas que acumula la investigación judicial sobre su muerte que el ministro Mario Carroza instruye desde noviembre de 2012 y en la que han declarado tanto los dos supervivientes (Carmen Castillo y Humberto Sotomayor) como los principales agentes de la DINA involucrados. 

A partir de abundante documentación, el libro recorre su infancia en Concepción, su época escolar, las primeras amistades, los años en la Universidad, su participación en la fundación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en agosto de 1965, su elección como secretario general el 8 de diciembre de 1967 y su labor, junto con sus compañeros, para transformar un pequeño partido en un movimiento político y social que fue parte del intento de construcción del socialismo entre 1970 y 1973 y que, después del golpe de Estado del 11 de septiembre, intentó unir a todas las fuerzas democráticas en la Resistencia.

El relato de lo sucedido el 5 de octubre de 1974 alcanza en estas páginas su mayor cota de precisión, con varios testimonios hasta ahora desconocidos.

En el prólogo, el presidente Evo Morales dice que “este libro relata la vida de un hombre que junto con muchos y muchas intentó cambiar el curso de la Historia en favor del pueblo. Dio su vida por ello. Y no fue en vano. Poco a poco, lo vamos logrando en América Latina y, como Eduardo Galeano advirtió en una ocasión, ‘no caminamos en el aire, sino sobre las huellas de los compañeros caídos’. Caminamos sobre las huellas del Che. Sobre las huellas de Miguel. Por eso les digo, como proclamara Miguel Enríquez en el Teatro Caupolicán el 12 de julio de 1973: ‘¡Adelante con todas las fuerzas de la Historia!”.

El lanzamiento tendrá lugar el jueves 2 de octubre, a las 19 horas, en el Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile y contará con las intervenciones del rector Ennio Vivaldi, la periodista Faride Zerán, el diputado Gabriel Boric, el histórico dirigente del MIR Andrés Pascal Allende, Marco Enríquez-Ominami y Mario Amorós y presentará el acto, el periodista Sergio Campos.

Mario Amorós (Alicante, 1973) es doctor en Historia por la Universidad de Barcelona y periodista. Destacado especialista en la evolución de Chile en el siglo XX, ha impartido conferencias en universidades europeas y americanas y es miembro del Comité Asesor de la Cátedra de Memoria Histórica del Siglo XX de la Universidad Complutense de Madrid.

Se inaugura el XI Festival de Teatro Chileno de Providencia



El XI Festival de Teatro Chileno de Providencia, se llevara a cabo entre el 23 y el 28 del presente mes, en el Anfiteatro del Parque Bustamante (Av. Bustamante esquina Bilbao). 

En esta versión del festival participarán 5 obras de teatro cuyos elencos, están conformados por artistas chilenos de dilatada trayectoria. 

El primero de ellos esPor sospecha”, de Luis Rivano dirigido por Carlos Huaico que se presenta el martes 23 de septiembre a las 20.30 horas.

En la obra, tres sujetos llegan detenidos por sospecha a un cuartel policial. Uno es un avezado delincuente reincidente, otro un joven ladrón primerizo y el tercero un maestro de la construcción. A partir del encuentro casual de estos personajes en el encierro, la obra plantea tres realidades de vida y lo que significa para ellos estar detenidos, lo que permite conocer algo de la sociedad y del submundo social que el autor ha retratado en su dramaturgia.

Luis Rivano es un dramaturgo, novelista y cuentista autodidacta, ex Carabinero. En 1976 estrenó su primer drama, Te llamabas Rosicler, publicando después una serie de obras como El rucio de los cuchillos, Los matarifes y ¿Dónde estará la Jeannette? En 2011 obtuvo el Sello de Excelencia del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

La segunda obra es “La secreta obscenidad de cada día” de Marco Antonio de la Parra, que se presenta el miércoles 24 a las 20.30 horas.

Dos desconocidos, cubiertos por un impermeable, se encuentran en una banca ubicada frente a un colegio. Uno parece ser Freud y el otro Marx. ¿Pervertidos, intelectuales, siniestros, delirantes o nada más que un par de exhibicionistas que esperan que las niñas salgan del colegio? Esta pieza teatral cumple 30 años, convirtiéndose en una de las obras latinoamericanas más representadas y traducidas en el mundo.
Marco Antonio de la Parra es psiquiatra, actor, dramaturgo y profesor, Marco Antonio de la Parra ha dado vida a una serie de obras que han sido montadas en Chile y en el extranjero, recibiendo excelentes críticas y premios. Es creador de Lo crudo, lo cocido, lo podrido, La pequeña historia de Chile y coautor de Lindo país esquina con vista al mar entre muchas piezas teatrales.

Déjate perder, la tercera obra en presentarse, de Francisco Krebs, tiene su turno el jueves 25
Con Loreto Lustig y Francisco Díaz, la historia gira en torno a una mujer y un hombre que aparecen felices en las azoteas de Santiago, recreando postales románticas del cine norteamericano. Con esa imagen comienza el montaje que muestra cómo la pareja se actúa uno al otro para dilatar una separación que parece inevitable. Así, la obra se mueve por dos ejes narrativos: el deterioro de las relaciones amorosas, tomando como referencia principal el texto Háblame como la lluvia de Tennessee Williams, y las problemáticas del teatro actual, invitando al espectador a completar la experiencia.

Francisco Krebs es actor, dramaturgo y director. Como dramaturgo ha sido nominado a los Altazor y ha recibido una mención honrosa en la Muestra de Dramaturgia Nacional. Destaca en la dirección de Ángel a martillazos, Stgo High Tech y la versión argentina de Déjate Perder, con temporada en el Teatro del Abasto en Buenos Aires. 

La amante fascista, de Alejandro Moreno, dirigida por Víctor Carrasco tiene en su elenco a Paulina Urrutia, Diego Barrios y Horacio Valdés. 

La cuarta pieza teatral cuenta la historia de Iris Rojas, la esposa de un capitán del Ejército chileno que se encuentra fuera del país, que espera a su amante. Él llega en visita oficial y entre ceremoniales e inauguraciones, recorrerá la ciudad nortina donde ella reside. En plena noche, presa de la ansiedad por los preparativos, ella se da cuenta que su uniforme de voluntaria del Ejército chileno no está en condiciones de ser usado para el acto oficial en que estará con él: está completamente mojado, por lo que será muy difícil que alcance a secarse. Este pequeño imprevisto doméstico convertirá un simple desvelo en un desquiciante insomnio, que llevará a la obra a sumergirse en las noches más oscuras que ha vivido el país.

Alejandro Moreno ha sido seleccionado para la Muestra de Dramaturgia Nacional y en 2008 recibió el Premio al Mejor Montaje Teatral por el Círculo de Críticos de Arte. Es dramaturgo de El lugar común, Tengo un nombre y quiero otro y Soy directora de danza contemporánea y me estoy volviendo loca, entre otros trabajos.

La última obra, “Cartas de Jenny”, de Gustavo Meza tiene su presentación el sábado 27 y en el elenco participan Jael Unger, Gonzalo Meza, Elvira López y Luciano Morales.

Esta reposición del montaje que Teatro Imagen estrenó en 1989, cuenta la historia de Jenny Masterson, una irlandesa que reside en Chile y cuya vida se reconstruye a partir de correspondencia. Una historia aparentemente cotidiana protagonizada por una madre dominante, un hijo sobreprotegido y una encantadora joven que con su llegada comienza a desbaratar todas las certezas maternas. 

Gustavo Meza creó en 1973 la compañía Teatro Imagen, de la que es director hasta el día de hoy. Recibió el Premio Nacional de las Artes de la Representación en 2007, además es director de la Escuela Teatro Imagen, presidente de ATN (Sociedad de autores de Teatro, Cine y TV) y miembro de número de la Academia de Bellas Artes. 

Todas las obras se presentan en el anfiteatro del Parque Bustamante (Av. Bustamante con Bilbao) a las 20:30 horas y las entradas tienen un valor de $2.500 general, $1.000 estudiantes y tercera edad.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Cocina tradicional chilena: transmitiendo y enseñando cultura.



Para aprender a cocinar, no solo hay que saber como usar los ingredientes, las técnicas y los tiempos de cocción; hay instruirse sobre cuales son los utensilios y sus usos; asimilar como se sirve, como se acompañan los diferentes ingredientes y que plato es apropiado para cada ocasión sino que también hay que compenetrarse del contexto cultural que le da sentido y significado a cada palabra, frase y situación  que logran que las personas hagan propias las prácticas culinarias de familia y de su sociedad.

Indistintamente, la preparación y la rutina de la cocina siempre han estado asociadas al rol femenino ya que si cocinan, es porque están a cargo de alimentar a la familia y es por el medio de la rutina diaria que recrean y transmiten una idea particular sobre el sabor de la cocina y al mantenimiento de la tradición de las cocinas.

Carlos Reyes, periodista gastronómico “los platos tradicionales han sabido perdurar porque además de ser baratos, estacionales (aprovechan las materias primas de la temporada) y fáciles de hacer, representan muy bien un gusto popular que se repite en diferentes recetas resultando un desafío para los chefs, porque los obligan a potenciar el sabor de un plato solo con ingredientes simples marcando una diferencia no solo de su competencia sino también superando las expectativas de cuando estos se comían en casa y por ello, es tan importante que finalmente la gente quede con la sensación de que está comiendo algo especial aunque sea cotidiano".

Los platos chilenos fueron creados a partir de lo que cabía en la olla, con carencias y casualidades, donde los nuevos y los viejos ingredientes se mezclaban y bullían en las ollas. Y no hubo necesidad de numerosos pasos o de varios utensilios o de nombres franceses ni ingredientes caros para darles forma y menos para transmitirlos a través del tiempo.

Pantrucas, valdivianos y charquicanes, mote con huesillos, turrón de vino, sopaipillas, empanadas, humitas, pastel del choclo, cazuela de ave, bistec a lo pobre, caldillo de congrio, sopa de machas, pescado al horno, carbonada acompañados de un pan recién salido del horno y un vaso de vino.

La comida de nuestro país, refleja la diversidad de climas, paisajes ya que es elaborada a base de carnes, aves, pescados, mariscos, frutas y verduras mostrando los aromas de esta tierra.

El nombre «receta» proviene del latín recipere que indica por igual 'dar'/'recibir'. En los primeros textos de recetas, los procesos culinarios se describían como una secuencia de instrucciones y el primer recetario medieval fue un manuscrito alemán escrito en el siglo XIII. En cambio, la cocina española tiene en el Libre del Sent Soví, escrito en 1324 uno de sus recetarios más antiguos.

En Chile, a mediados del siglo XIX, comenzaron a redactar en las imprentas las viejas recetas de las monjas y las familias, que se convertirían en la base de textos que han compilado la gastronomía nacional.

La historia señala que, en la mitad del mismo siglo XIX, cuando se publicaron los primeros tomos de importantes recetas culinarias, aparecieron en Santiago y en Valparaíso, varios libros de recetas entre los que destacó Ciencia gastronómica. Recetas de guisos y potajes para postres (1851), de Eulogio Martín, y Libro de las familias, publicado en 1876, publicaciones que contenían manuales de cocina, economía doméstica, repostería, confitería y dos curiosos manuales de salud y lavandería.

Recientemente y con una auto edición, Agustina Gómez, Doña Tina publicó las recetas de los platos que sirve en su restaurante ubicado en los faldeos cordilleranos de la capital chilena.
Todos los días, a las seis y media de la mañana, durante 33 años, doña Tina comienza a hacer el pan amasado que servirán durante las comidas del día.

Sin saber leer ni escribir pero si sabiendo hacer pan amasado, empanadas de pino, cazuelas y pastel de choclo, comenzó vendiendo el pan en la calle y que gracias a su buena mano y esfuerzo logró tener una posición en la cocina tradicional chilena.

Como les fue bien con el pan, se inició en el negocio y de un restaurante donde no cabían más de 5 mesas hoy más de 500 personas  pueden disfrutar de cazuelas de vacuno o malayas con los tradicionales postres de Chile.

No solo durante las Fiestas Patrias, sino que durante todo el año, hay que prepararlas y probarlas, siguiendo los consejos que da con cada receta para probar comida abundante y rica. Como dicen el campo: de ombligo parado y hay que puro probarla.



miércoles, 27 de agosto de 2014

Se publica libro sobre la Nueva Canción Chilena.



El libro ‘Palimpsestos sonoros. Reflexiones sobre la nueva canción chilena’, es un nuevo libro donde once autores exponen sobre la historia y los alcances de este movimiento musical desarrollado en Chile a fines de la década de los '60 y comienzos de los años '70.

Los trabajos fueron compilados por los musicólogos Eileen Karmy y Martín Farías, quienes han desarrollado una amplia carrera en investigación musical.

‘Palimpsestos sonoros…’ es una investigación colectiva que nace cuando en Chile se conmemoraban 40 años del golpe de Estado cívico militar, como una forma de reivindicar y ofrecer distintas miradas sobre un período de florecimiento de las artes y la cultura en que se insertó la Nueva Canción Chilena.

Silvia Herrera y Cristián Molina, investigadores musicales que presentarán la obra,  coinciden en que “así como el palimpsesto conserva huellas de escrituras anteriores, creemos que la música, y particularmente la creación ligada a la Nueva Canción Chilena, puede ser interpretada desde esta perspectiva, como obras llenas de pequeños vestigios, rastros de otras músicas, ideas e historias”.

A lo largo de los once capítulos de este libro, se van mostrando diferentes perspectivas, como el legado musical de Violeta Parra y Víctor Jara (las caras más visibles del movimiento) o la influencia de los músicos refugiados que llegaron luego de la Guerra Civil Española; las “misas folclóricas” de 1965, nacidas luego del Concilio Vaticano II, y la “Cantata Popular Santa María de Iquique”, creada por el compositor chileno Luis Advis e interpretada por Quilapayún.  

También son analizadas por los investigadores; en el apartado “¿Doctos o Populares?” cómo las creaciones realizadas en la academia por Luis Advis, Gustavo Becerra y Sergio Ortega, pudieron insertarse en la Nueva Canción Chilena y se aborda la resonancia que tuvo el rock en las composiciones de la época.

En otros capítulos, músicos porteños como Osvaldo “Gitano” Rodríguez y Gonzalo “Payo” Grondona como también a la figura de Rolando Alarcón, quien tuvo una situación periférica dentro del movimiento, son analizados como también su influencia.

La industria y las implicancias que tuvo fuera de nuestras fronteras la Nueva Canción chilena es analizada en capítulos posteriores, haciendo referencia al sello DICAP y a la llegada de música chilena a Europa, donde luego se formaría un circuito musical.

Para Julio Mendívil, integrante del Center for World Music, de la Universidad de Hildesheim, “Palimpsestos sonoros…’ reconsidera la Nueva Canción como movimiento artístico musical, sin desmerecer el enorme significado político que ésta tuvo, factor indispensable para la creación de nuevos espacios sociales en los cuales articular la resistencia, el imaginario chileno y el futuro del mundo”.

El lanzamiento del nuevo título publicado por Ceibo Ediciones se desarrollará este miércoles 27 de agosto, a las 19:00 horas, en la sala de Teatro Cinema (Ernesto Pinto Lagarrigue 179, Barrio Bellavista, Recoleta).

En la jornada también se presentará el grupo musical Canto Crisol, encargados de la reinterpretación del conocido ‘Canto al programa’ creado en 1970 y que musicalizó las principales medidas del Gobierno de Salvador Allende.


EileenKarmy es socióloga, músico e investigadora. Con un Magíster en Artes, mención Musicología en la Universidad de Chile, se ha especializado en música popular latinoamericana. Desde 2010 es parte del ‘Colectivo Tiesos pero Cumbiancheros’, que investiga la cumbia chilena. Es coautora del libro ‘Tango viajero: orquestas típicas en Valparaíso 1950-1973’ y colaboró con la publicación ‘The Militant Song Movement in Latin America: Chile, Uruguay, and Argentina’ (Lexinton, 2014). El 2013 ganó una Beca de Investigación Grupal CLACSO-Asdi.

Martin Farías es licenciado y pedagogo en Educación Musical de la UMCE y magíster en Artes con mención en Musicología de la U. de Chile. Sus investigaciones se centran en la música popular chilena, y su presencia en espectáculos teatrales. Ha publicado ‘Encantadores de Serpientes: Músicos de teatro en Chile 1988-2011’ y ‘Reconstruyendo el sonido de la escena: Músicos de teatro en Chile 1947-1987’. En enero de 2015, gracias a una beca de CONICYT, ingresará al Doctorado en Música de la Universidad de Edimburgo.

lunes, 25 de agosto de 2014

Festival Internacional de coreógrafos en Santiago de Chile



Música, lenguajes y tradiciones diferentes se unirán en el El infartante Bolero de Maurice Béjart, el estreno en Chile de la obra de John Neumeier –con un pas de deux de Othello–, la participación de Estrellas del Ballet de Stuttgart –Friedemann Vogel, Alicia Amatriain y Jason Reilly– y del Ballet Nacional Chileno serán otros de los hitos del Festival de coreógrafos que se efectuará en Santiago de Chile entre el 27 y el 30 de agosto en el Teatro Municipal de la capital chilena.

Por primera vez en Chile se presentarán obras de dos coreógrafos internacionales de gran proyección internacional como son Mono Lisa del israelita Itzik Galili y un pas de deux de Othello, de John Neumeier y música de Arvo Pärt.

Además, el Ballet de Santiago compartirá escena con el Ballet Nacional Chileno (BANCH), compañía nacional de danza contemporánea que presentará dos coreografías de su director artístico, Mathieu Guilhaumon.

Marcia Haydée, directora artística del Ballet de Santiago expresó que “serán noches de riesgos y de sorpresas. Será una jornada de estrenos mundiales, de primeras veces en Chile, del debut de Estrellas y también de favoritos del público. Es un festival que celebra la creatividad del quehacer coreográfico de diferentes latitudes y es, ante todo, un viaje por la versatilidad y riqueza de la danza contemporánea”. 

La siesta de un fauno, original de Vaslav Nijinsky, con música de Claude Debussy , fue  una obra absolutamente rupturista, que a principios del siglo XX abrió las fronteras del lenguaje coreográfico y puso en el tapete temas como el individualismo y la sexualidad y en esta ocasión, la artista chilena Isabel Croxatto presentará una nueva y seductora versión de esta obra.

Asimismo, otro coreógrafo, Demis Volpi –autor de la premiada Spaceman–, llegará con un innovador ballet contemporáneo llamado Quasi una fantasía, que reflexiona en torno al significado del cabello, siendo el Ballet de Santiago el encargado de estrenar mundialmente estas dos obras. 
Otras sorpresas completarán este espectáculo. Está contemplado el estreno mundial del dúo Ellphlox, espíritu del bosque de Eduardo Yedro; el debut de Alicia Amatriain y Jason Reilly –bailarines principales del Ballet de Stuttgart–, quienes presentarán un pas de deux de Othello del prolífico John Neumeier –cuya obra se presenta por primera vez en nuestro país– y Mono Lisa de Itzik Galili.

Tres obras se estrenarán durante el festival. La primera, Trazos de Jaime Pinto; luego se producirá el regreso de Bolero, de Maurice Béjart con música de Maurice Ravel –un favorito del público que será protagonizado por otro debutante, el gran bailarín de Stuttgart, Friedemann Vogel– y, finalmente,  de Retrato de Yedro.

Por otra parte, el coreógrafo francés Mathieu Guilhaumon también debutará en el Teatro Municipal de Santiago con Añañucas y extracto de La hora azul, obras que serán presentadas por la compañía que él dirige, el Ballet Nacional Chileno (BANCH).

El padre de la danza contemporánea, Maurice Béjart, llegará con una de sus obras maestras, Bolero, que será protagonizada por Friedemann Vogel, Bailarín Principal del Ballet de Stuttgart. 

La larga huelga del carbón: la fuerza de la memoria colectiva.



Aún cuando en el Chile colonial, la explotación de los lavaderos de oro permitió reunir los recursos que hicieron posible la instalación de otras actividades económicas en el país durante los siglos XVII y XVIII, es a partir del siglo XIX que se dio paso a un resurgimiento de la minería como producción clave. 

Es en esa época cuando surgen los trabajadores asalariados en función del desarrollo de las economías, especialmente de la actividad exportadora, adquiriendo fuerza numérica cuando comienza la transformación de los productos primaros exportables constituyéndose, rápidamente, en un actor social.

En ese contexto, nacen las ciudades de Lota (del mapudungun; aldea pequeña) y Coronel que se harían conocidas en el resto del país como “la cuenca del carbón”, ubicadas geográficamente en la VIII región en el sector del Golfo de Arauco. Zona de frontera, primero fueron campamentos mineros que hasta que no se inicia la explotación industrial del carbón, eran lugares habitados solo por pescadores y agricultores. 

A partir de 1860 pasa de una explotación artesanal a una industrial ya que en ese período se dejo de lado la utilización de los caballos para extraer el carbón desde las minas bajo el mar, incorporándose los motores a vapor para la extracción y ventilación, con líneas de ferrocarril construidas dentro y fuera de las minas, hacia los muelles portuarios. 

La anexión de los grandes territorios salitreros del norte de Chile, ayudó a que a fines del siglo XIX se viviera un período de prosperidad económica que se prolongó hasta la década de 1920, pero que no logró mitigar la situación de pobreza que afectaba a parte importante de la población.

Según Alain Rouquié en su libro América latina: introducción al extremo occidente “el surgimiento del movimiento obrero es inseparable de las terribles condiciones de vida y de trabajo de la clase obrera en sus comienzos”.

Según el sitio Memoria Chilena, “las primeras manifestaciones del nuevo movimiento social, surgieron en los centros mineros, puertos y ciudades, siendo los artesanos y obreros sus protagonistas y las mutuales, sus organizaciones. Luego, con la transformación de las mutuales en mancomunales o sociedades de resistencia, el surgimiento de partidos políticos obreros y la aparición de líderes sindicales, se inició una etapa caracterizada por un mayor contenido ideológico que radicalizó los postulados del movimiento.

Entre 1902 y 1908, hubo alrededor de doscientas huelgas y la falta de respuestas positivas por parte de las autoridades, provocó una escalada de movilizaciones sociales. La huelga portuaria de Valparaíso, en 1903; la huelga de la carne en Santiago en 1905 y la masacre  de la escuela Santa María de Iquique en 1907, son ejemplos de las primeras acciones reivindicativas del movimiento social chileno, donde no solo participaron los obreros y los artesanos sino que también estuvieron sus mujeres e hijos. Sin embargo, lo sucedido en Iquique frenaría la ola de huelgas pero haría que el Estado incorpora la “cuestión social” como parte de sus deberes”.

Desde sus inicios los mineros del carbón se encuentran aislados del resto de los trabajadores chilenos y eso limitó la influencia del resto del país, lo que los obligó a tener una fuerte identidad corporativista. Para Rouquié “la era de la industria, la mano de obra poco calificada que se requería da lugar a la formación de una clase obrera carente de tradición, que en su mayoría proviene del éxodo rural”.

En el documento “El pasado que nos pesa: La memoria colectiva del 11 de septiembre de 1973” de los académicos Jorge Manzi, Ellen Helsper, Soledad Ruiz, Mariane Krause y Edmundo Kronmüller”, se expresa que “una de las características de la memoria, es que es una recreación del pasado por lo que no es estable, sino que es constructiva. Lo anterior porque al recordar los hechos de la vida cotidiana  la importancia de los factores sociales se intensifica, siendo muchas veces las instituciones sociales y características culturales de los grupos las que determinan de manera central las formas del recuerdo”.

En ese contexto, la memoria colectiva de los mineros combina dos cosas. La primera, es que su historia se mantiene activa en la memoria de toda la sociedad de Lota y la segunda, es que el carácter de las influencias sociales que convergen en Lota, inciden en su interpretación y evocación. 

Los mineros del carbón, siempre fueron los pioneros en la búsqueda de mejoras en el trabajo, ejemplo seguido por el resto de los trabajadores chilenos. Es así, como en 1920, fueron los primeros en conquistar la jornada laboral de 8 horas. 

Cuarenta años después, en 1960, durante 96 días 14 mil 200 mineros de Schwager, Lota, Colico, Trongol y Lebu decidieron luchar para lograr mejorar su vida.

A comienzos de este año, Lengua Editor publicó el libro “Pueblo de Carbón. Crónicas huelga larga 1960. Relatos mineros”, escrito en conjunto por Álvaro Muñoz Sánchez y Miguel Elizalde González, minero y testigo de la movilización minera del año 1960 y que tras 97 días, terminó abruptamente el 21 y 22 de mayo por el terremoto y maremoto que asolaron todo el sur de Chile. 

El aislamiento en que quedó la zona y el boicot organizado por el gobierno para rendir a los mineros por hambre, negando toda ayuda tras el terremoto a la zona en huelga, contribuyeron a esta decisión.

Todo comenzó el año 59 cuando Jorge Alessandri gobernaba y decía que “para salir del desarrollo solo se necesitaba una buena administración”. Ese año, se les ofrece a todos los trabajadores chilenos un aumento salarial de un 10% que le sería descontado del aumento del año siguiente a pesar que se estimaba que la inflación llegaría a un 21,2%. Los mineros no aceptaron y presentaron un pliego único de peticiones en el cual se incluía que la jornada de 8 horas comenzara desde que bajaban al interior de la mina y recibían su lámpara de trabajo, hasta el momento en que la entregaban, antes de ser subidos a la jaula de la cabria (ascensor). Los mineros exigían además la instalación de duchas para bañarse tras el trabajo y no cargar por las calles el polvo sucio de las minas.

Varios fueron los hechos que marcaron este movimiento. 227 ollas comunes; la adopción de los 2. 163 niños de los cuales 1.950 se quedaran en Santiago; en Valparaíso y San Antonio 153 y en Polpaico 78. Otro hito importante fue la marcha de 35 mil mineros a Concepción, que partió al amanecer del 12 de mayo donde caminaron los 40 kilómetros que unen Lota con la capital regional.

A pesar de que la huelga se perdió, la gesta de los mineros quedó en la retina de la sociedad, ya que una vez reemplazado del gobierno de Jorge Alessandri, se promulgara la ley de Lámpara con votos a favor de la izquierda y un amplio sector de la democracia cristiana encabezada por el senador Alberto Jerez.



Para los mineros, sus recuerdos son algo más que una mera abstracción. Constituyen, lo que Piere Nora llamaba los “lugares de memoria” de los mineros porque son elementos que condensan y simbolizan los acontecimientos y su propia experiencia vivida y que son parte de una fuerte identidad colectiva regional.

martes, 19 de agosto de 2014

Reina María Rodríguez recibe premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda.



La presidenta de la República de Chile, Michelle Bachelet y la ministra de Cultura entregaron en la tarde del lunes, el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, a Reina María Rodríguez, connotada poetisa cubana reconocida como una de las más notables exponentes de la poesía cubana y latinoamericana actual

La Mandataria chilena expresó que, “Reina María Rodríguez recibe el Premio Pablo Neruda 10 años después de su creación y su trayectoria es la de una mujer que publicó desde muy temprano, que ha obtenido reconocimientos tanto en su patria como fuera de ella y que se ha destacado en la prosa y en la poesía”.

“Reina María Rodríguez junto con otros creadores, ha entendido que la poesía es un bien colectivo, un misterio común que se da mejor cuando los poetas se leen entre sí, cuando se escuchan, cuando pueden contrastar sus visiones, cuando articulan sus voces y sus abordajes del fenómeno poético”, añadió Bachelet.

La presidenta chilena dijo que “para Pablo Neruda, la poesía se derrama sin consumirse, lo que no me cabe duda, sobre todo cuando en ocasiones como ésta soy testigo privilegiado del talento, de la hondura con que se escribe en esta América nuestra, de la belleza que sigue, a pesar de todo, entonando su canto para que lo oigan los hombres y las mujeres del futuro”.

La destacada poetisa fue elegida por unanimidad por el jurado presidido por la ministra de Cultura, e integrada por el ganador del año 2013, José Kozer, y los escritores Graciela Aráoz (Argentina), Pablo Brodsky (Chile), Julio Ortega (Perú) y Malú Urriola (Chile).

Una actividad que cumplirá la poetisa cubana durante su estadía en Chile, será la lectura de su poesía y una conversación con la periodista Vivian Lavín el próximo viernes 22 a las 19:00 en el espacio Estravagario de la Casa-Museo La Chascona de la Fundación Pablo Neruda. (Fernando Márquez de la Plata 0160, Bellavista).

El escritor Leonardo, dijo que “Reina María ha llenado un espacio imprescindible en el panorama de la poesía cubana contemporánea, con alta calidad estética, ética y conceptual”.

Sea poesía o narrativa, la pluma de Reina María se caracteriza por un compromiso con la realidad social y política de su país que no pierde el vuelo poético. Un sello que está presente en toda su obra, que se inicia en el año 1976 con La gente de mi barrio. Luego vendría Una casa en Ánimas o Para un cordero blanco, con el que obtiene el Premio Casa de las Américas en 1984, entre casi una veintena de libros publicados.

La poeta cubana ha sido reconocida con la Orden de Artes y Letras de Francia (1999), la Medalla Alejo Carpentier (2002) y el Premio Ítalo Calvino (2004) y en 2013 recibió el Premio Nacional de Literatura de Cuba.

El Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, fue creado en el año 2004 y reconoce anualmente, a un autor o autora con una destacada trayectoria en el mundo de la poesía iberoamericana.

El galardón es otorgado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, por medio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, en conjunto con la Fundación Pablo Neruda y el premio contempla una medalla, un diploma y 60.000 dólares, comprometiendo además la edición de una antología poética del autor.



Lucia: La aventura de crecer

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