Perros Perdidos, India, 1998 |
Ampliamente reconocida como la más grande fotógrafa latinoamericana viva, el trabajo de Iturbide ofrece un testimonio de México desde finales de los años setenta y es apreciado, por su definitiva contribución a la identidad visual del país.
25 imágenes de la obra de Iturbide serán presentadas en una exhibición virtual, que estará disponible en la página web de la World Photography Organisation a partir del 15 de abril.
La selección, hecha por la artista, resalta importantes hitos y temas de su carrera de más de cinco décadas, incluidas algunas de sus más icónicas imágenes como la de Nuestra Señora de las Iguanas y Mujer Ángel.
Con imágenes de la vida cotidiana y su cultura, así como aquellas de rituales y religión, el trabajo de Graciela explora las complejidades y contradicciones de México, cuestionando su desigualdad y resaltando las tensiones entre lo urbano y lo rural, lo moderno y lo indígena.
Nuestra Señora de las Iguanas, Juchitán, México, 1979 |
Sus fotografías van más allá de la narrativa documental y tienen como objetivo proporcionar una visión poética de sus sujetos, enriquecidas por las experiencias personales y la trayectoria de la fotógrafa.
Graciela Iturbide nació en 1942 en la Ciudad de México en el seno de una
familia católica tradicional, siendo ella la mayor de 13 hermanos. Mientras
crecía, siempre admiró la fotografía amateur que practicaba su padre y
apreciaba mucho, la caja que contenía las fotografías familiares. Contrajo
matrimonio a los 20 años y tuvo tres hijos en un corto lapso.
Fue hasta 1969, a la edad de 27 años, que decidió
perseguir su pasión artística inscribiéndose en la escuela de Cinematografía de
la Universidad Nacional Autónoma de México.
Fue ahí, mientras estudiaba con el maestro y más tarde
su mentor Manuel Álvarez Bravo, que decidió voltear su atención hacia la
fotografía. Fue en ese tiempo que la fotografía se convirtió también en una
especie de terapia cuando, en 1970, sufrió la trágica pérdida de Claudia, su
hija de seis años.
Poco después, Álvarez Bravo le pidió a Iturbide que se convirtiera en su asistente y comenzó a acompañarlo en sus viajes por México siendo influenciada, por el interés de Álvarez Bravo en las comunidades indígenas y su filosofía de “tempo mexicano”, mejor conocida como “hay tiempo”.
Fue esta noción, presente en el arte y literatura de México, la que ayudó a Graciela a desarrollar su propio lenguaje fotográfico como una observadora atenta y paciente cuyas imágenes evocan la lírica y poesía que se encuentran en los momentos cotidianos.
Mujer Angel, Desierto de Sonora, Mexico, 1979 |
En 1978, como parte de una gran iniciativa para contribuir a la recuperación de las culturas indígenas, Iturbide fue la comisionada por el Archivo Etnográfico del Instituto Nacional Indígena de México para fotografiar a la población indígena. Trabajando al lado del antropólogo Luis Bariau, Graciela se sumergió en la comunidad de indios Seri, aprendiendo sus costumbres y registrando su forma de vida, con un enfoque particular en su adaptación forzada al capitalismo.
El resultado del trabajo conjunto de Bariau e Iturbide fue publicado en 1981 en el libro Los que viven en la arena. En el momento de su publicación, fue uno de los pocos estudios mexicanos que existían, entre los miles de textos americanos y fue reconocido, instantáneamente porque contribuyó de manera más auténtica.
La experiencia de vivir con los Seri, marcó el inicio de una parte muy significativa de la carrera de Graciela confirmando, su profundo compromiso de explorar México y su deseo de construir relaciones y fotografiar a su diversa población.
Self Portrait In The Country, 1996 |
Además de fotografías de la población indígena de México, la selección incluye imágenes de viajes de Graciela a Italia, Estados Unidos e India, centrándose en el mundo natural y destacando su fascinación por su simbolismo y espiritualidad inherentes.
Comentando su trabajo y aceptación del premio, Graciela Iturbide dijo: Estoy encantada y honrada de recibir este premio. Este tipo de reconocimientos es un gran incentivo para seguir trabajando.
Todo lo que fotografié a lo largo de mi vida me ha llenado el espíritu y me ha empujado a repetir el proceso una y otra vez. La fotografía, para mí, crea un sentimiento de comprensión hacia lo que veo, lo que vivo y lo que siento y es un buen pretexto para conocer el mundo y su cultura.
La Contribución Sobresaliente a la Fotografía honra a una persona o grupo de personas que han tenido un impacto significativo en el medio fotográfico. Como su 14a ganadora, Graciela Iturbide se une a una distinguida lista de nombres icónicos que incluyen a William Eggleston (2013), Mary Ellen Mark (2014), Martin Parr (2017), Candida Höfer (2018), Nadav Kander (2019) y Gerhard Steidl (2020), por nombrar algunos.
Los ganadores generales de la competencia Estudiantil, Juvenil, Abierta y Profesional de los Sony World Photography Awards 2021 se anunciarán el 15 de abril de 2021 a través de las plataformas digitales y de video de la World Photography Organisation. Para obtener más información sobre los ganadores y las preselecciones, visite www.worldlphoto.org
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