El próximo martes 15 de diciembre de 2015, en la Basílica del Perpetuo Socorro (Av. Blanco Encalada esquina Conferencia) se presentará por primera vez fuera de Europa la obra sacra “El canto de la Sibila de Mallorca”.
Este drama litúrgico será interpretado por el coro Coral Catalunya, cuya directora Concepción Martorell interpretará a la Sibila. El coro será acompañado por al Orquesta Juvenil de Lo Prado dirigida por el maestro Cándido Chedas.
Esta presentación, esta patrocinada por el Centre Català, la Agrupación de Profesionales de Origen Catalán (APOC) y por el Instituto Ramón Llull de Barcelona.
El Canto de la Sibila (en catalán, Cant de la Sibil·la) es un drama litúrgico de melodía gregoriana que tuvo mucha difusión durante la Edad Media en el sur de Europa y que se interpreta de forma tradicional en la Misa de Gallo en las iglesias de Mallorca (entre las que destacan las interpretadas en el Monasterio de Lluc, en la Catedral de Palma y en la Catedral de Alguer, ciudad de Cerdeña.
Precisamente, Mallorca y Alguer son los dos únicos lugares en los que el canto constituye una tradición que se prolonga desde la Baja Edad Media hasta nuestros días, habiendo quedando finalmente inmune de la prohibición acaecida en el Concilio de Trento ( 1545 – 1563) , y a cualesquier otra vicisitud.
Moisés Llopis i Alarcón, representante del Instituto Ramón Llull en Chile, expresó que “la representación del "Cant de la Sibil·la" en Santiago de Chile, fuera del territorio catalanoparlante es sin duda una demostración palpable de la filiación que existe entre chilenos y catalanes y, aún más, el aprecio que los descendientes de catalanes sienten por las raíces culturales de sus antepasados”.
“El Institut Ramon Llull siempre se ha interesado por la difusión de la cultura catalana fuera de nuestras fronteras y éste es, sin ninguna duda, un ejemplo muy interesante. Sólo me cabe felicitar a la Coral Catalunya, por su interés, su dedicación y su entusiasmo para llevar a cabo el proyecto, y a la APOC, que hizo posible el encuentro entre ambos organismos para hacer realidad esta representación”, añadió el profesor Llopis.
La Sibila es una profetisa del fin del mundo de la mitología clásica que se introdujo y adaptó al cristianismo gracias a la analogía que puede establecer entre dicha profecía y el concepto bíblico del juicio final.
El Canto de la Sibila constituyó una tradición cultural cristiana que tenía como tema central, el juicio final que se emitiría sobre buenos y malos sobre los fieles al Rey y Juez Universal y cuya llegada era anunciada desde la fiesta de su nacimiento en la condición humana.
El testimonio más antiguo de la Sibila cristianizada y cantada en monasterios (aún no popularizada) lo aporta un manuscrito en latín del Monasterio de San Marcial de Limognes (Francia), en pleno Imperio Carolingio. En España el documento más antiguo que se conserva es un manuscrito visigodo en la Mezquita – Catedral de Córdoba del año 960, perteneciente a la liturgia mozárabe.
Del siglo XI data también el manuscrito de Ripoll redactado en latín, en el ámbito de la cultura litúrgica hispánica, siendo en poblaciones de la actual Cataluña, en donde en buena medida arraiga y su versión más antigua con música (utilizando pentagrama) y redactada en catalán, se conserva en un cantoral del siglo XV procedente del convento de la Concepción de Palma, custodiado en el Centro de Estudios Teológicos de Mallorca.
Un primer paso para su popularización fue la incorporación del canto en latín en las catedrales por sus presbíteros. Luego al ser reconquistados los territorios españoles y especialmente, la isla de Mallorca para la corona de Aragón, este canto es introducido en España.
Luego, en la segunda mitad del siglo XV se concretó la dramatización del canto de la Sibila, que podía ser interpretado en latín por prebísteros quienes, podían cantarla en latín o en catalán antiguo, lo cual informa del último paso para la popularización definitiva del Canto de la Sibila en Europa, que, que no es otro que la progresiva utilización de las lenguas romances en su interpretación.
Un gran paso en la popularización de la obra sacra fue la incorporación en los Maitines de Navidad. Cabe suponer que los motivos de que se dejara de cantar en Francia, Portugal, Italia y en algunas regiones de España tras su prohibición por el Concilio de Trento, finalizado en 1563, fueron o bien un excesivo folclorismo o bien no haber conseguido marcar esencias de expresión de fe en la comunidad creyente.
En Mallorca, la prohibición del Canto de la Sibila se produjo en 1572. Sin embargo, tres años después el obispo Joan Vich i Manrique, propuso a un grupo de canónigos de la isla la interpretación de canciones devotas (básicamente villancicos) entre los nocturnos de las Maitines de Navidad así como el restablecimiento del Canto de la Sibila en la Catedral de Mallorca.
El Canto de la Sibila cantado actualmente en Mallorca, parece tener como precedente directo un texto contenido al final de un libro de cofradías de 1600, que fue publicado el año 1901 por Estanislao Aguiló.
Luego del Concilio Vaticano II, cuando se admitió la presencia de niñas y mujeres en el presbiterio, pudieron empezar a ejercer el papel conferido exclusivamente a los varones.
A partir de 2009 se está reintroducir el Canto de la Sibila, en Barcelona tanto en la Catedral como en la Basílica de Santa María del Mar; en la Catedral de Valencia y otras poblaciones de la actual comunidad valenciana, tales como Jaraco, Gandía y en Onteniente, en donde se interpreta en latín desde el año 2000.
La presentación en la Basílica del Perpetuo Socorro que se realizará el martes 15 de diciembre a las 19:30 horas, es abierta a todo público y la entrada es liberada.
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