La novela histórica es un subgénero narrativo propio del romanticismo del siglo XIX, que apareció de la pluma del escocés Walter Scott (1771-1832), el que publicó una serie de novelas ambientadas en la Edad Media inglesa en cuyas páginas se incluían eventos y personajes de la época, de las cuales la primera fue Waverley (1814) y la más popular Ivanhoe, escrita en 1819 y cuya acción transcurre en la Inglaterra del siglo XII, época de la dominación de los normandos.
Este tipo de novela, que obtuvo rápidamente una gran popularidad, respondía al deseo de nacionalismo y exaltación del pasado, propio del movimiento romántico, porque estas obras de ficción recrean un período histórico preferentemente lejano y en la que participan de la acción, personajes y eventos no ficticios.
A mediados de este año Marcos Chicot, junto a Editorial Océano Chile, nos llevó al siglo VI antes de Cristo, con una trama en que la intriga, la acción y los enigmas van de la mano del amor que surge entre los protagonistas de este thriller histórico.
En el relato, el filósofo Pitágoras es uno de los personajes con más poder político en su época que sabe que tiene que elegir a un sucesor entre sus grandes maestros pero, esa situación desata una serie de asesinatos desconcertantes e imprevisibles, nacidos de una mente oscura y poderosa que trata de superar a la pitagórica.
Su hija Ariadna y el investigador egipcio Akenón tratarán de identificar al asesino a la vez que tienen que luchar y resolver sus propios sentimientos.
Al mismo tiempo, el autor nos lleva de la mano al plano histórico, a un tiempo de rivalidades entre las ciudades griegas, con personajes muy definidos que tienen personalidades complejas e inteligencias superiores que establecen peleas físicas y mentales con el fin de dominar a sus enemigos.
Un relato muy bien contado, en la que se abren diferentes historias sin que, al avanzar en la lectura, no se conozca su conexión con la historia principal.
También tienen su protagonismo, sin caer en lenguaje rebuscado, la matemática y la filosofía haciendo atractiva y absorbente la lectura de este texto. Otra característica atrayente de este relato, es la prosa sencilla, directa y que unido a la abundancia de diálogos, hacen que a pesar de lo grueso del libro, la lectura sea ágil.
El detonante de la acción es la envidia y el orgullo herido que lleva a la destrucción más dolorosa de todo aquello que fue construido por Pitágoras a lo largo de su vida, hundiendo a los pitagóricos en la miseria, en la muerte y en la desesperanza de la manera más cruel y dolorosa posible.
Sin embargo, tal como le sucedió a Prometeo no se puede emular a los dioses sin correr el riesgo de perderlo todo, especialmente el secreto que más le interesa a los seres humanos como es el secreto de la dicha, del saber vivir y encontrar en la propia existencia las respuestas al innato vacío que puede producir la búsqueda de la sabiduría por la sabiduría en la vida de los hombres.
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