Hace unas semanas, la Compañía Arte Ballet realizó una serie de funciones con el fin, de reunir fondos para realizar una gira a Suecia en cuya programación se incluía ballet clásico y danza moderna.
El elenco formado por jóvenes de ambos sexos, entre 14 y 30 años, presentó un programa doble compuesto por “Suite Ballet Clásico” (Pas de Deux de “Giselle”, “Don Quijote”, Extracto de “Paquita” y otros del repertorio universal). La segunda parte mostró “Patria Mía, el aliento de Dios”, pieza musical y de danza cuyo objetivo, es meditar sobre la herencia cultural, social e histórica chilena.
Comenzando con clásicos de ballet, piezas de repertorio universal como pas de deux de Don Qujite, variaciones de Paquita, divertissment de Cascanueces y mucho más, la presentación continuó con la obra principal "Patria Mía, El aliento de Dios" donde se entremezclaron las huellas de Huidobro, De Rocka, Rojas; los sonidos de Violeta Parra, Quilapayún, Los Prisioneros y la Novena de Beethoven dio el hilo conductor y clímax a la pieza artística presentada.
Patria Mía es un manifiesto de la condición humana, donde se puede ver, escuchar y sentir lo integral; lo sensorial y analítico convergido con la verdad, la realidad y la percepción a través de la persona, su derecho y su rol profesional-ciudadano.
“Patria Mía”, es un claro guiño hacia Pina Bausch, la coreógrafa que rompió con el esquema del ballet clásico e incorporó breves episodios de diálogo y acción a menudo centrados en situaciones surrealistas, en el uso del cuerpo y en las relaciones entre este, el escenario y el vestuario.
Eso se ve claramente en la obra emncionada, pues no hay un argumento (en el sentido clásico), la coreografía incorpora sentimientos de la angustia humana existencial, como la anomia y la disociación y que no exista una progresión de la escena, lo que a espectadores no acostumbrados a a este tipo de danza, les provoca desconcierto.
En Patria Mía, se proponen piezas de danza que se construyen desde diversas expresiones como movimientos corporales, emociones, sonidos y escenografía que se van contextualizando en la corriente de danza teatro, de la cual Buasch fue pionera e inspiradora.
Los bailarines de esta compañía demuestran con su danza, un profundo cariño y respeto por lo que hacen, hacia sus cuerpos y hacia sus compañeros de danza, porque se nota un elenco afiatado, sincronizado y con una conciencia de grupo que hace que su espectáculo se vuelva armonioso.
Eso! Estos hombres y mujeres poco a poco se van abriendo paso en la escena nacional. Grandes desafíos les esperan. Sin embargo, luego de verlos en función tantas veces, tengo por seguro que gracias a todo ese collage precioso de conciencia humana pura, lograran ser pioneros en su campo.
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