Matías Pinto D’aguiar es una de las
figuras más destacadas de la llamada Generación de los 80. Junto a Bororo, Samy
Benmayor, Ismael Frigerio y Pancha Núñez, entre otros, recuperaron el lenguaje
pictórico e instalaron un imaginario que definiría la visualidad de la década.Desde entonces ya han pasado 40 años y
cada uno ha evolucionado en su propio proyecto. Hoy son artistas maduros,
asentados, ampliamente reconocidos. Sin embargo, la búsqueda y experimentación
no cesa.
La Corporación Cultural de Las Condes
presenta entre el 8 de octubre y 21 de noviembre, en las salas del Centro
Cultural Las Condes, (Av. Apoquindo 6570) la exposición Siglo XXI, que reúne la
obra realizada por Matías Pinto d’Aguiar los últimos veinte años.
Conocido por su relación con el paisaje,
el autor (1956) realiza un verdadero viaje introspectivo que lo lleva a la
geometrización y abstracción de sus imágenes, manteniendo intacta la poética
que lo caracteriza. De este modo, asoma una nueva simbología con bases en su
propia historia, que persiste en la paleta cromática y en la técnica depurada
con que ha trabajado durante todos estos años.
Por primera vez, la obra de Pinto d´Aguiar
es revisada por otro artista, Cristián Silva, quien toma esta última etapa y
construye un relato que da cuenta de su desarrollo. “Matías Pinto d’Aguiar
pertenece a la llamada Generación de los 80’s, reconocidos exponentes de un
arte eminentemente intuitivo, figurativo, expresivo, colorido y gestual.
Sin embargo, a diferencia de la mayoría de
sus compañeros de generación, cuyas obras se caracterizan por una suerte de
desborde celebratorio, en el trabajo de Pinto d’Aguiar siempre ha parecido
primar, por sobre todo, la mesura, la contención y el equilibrio”, señala el
curador. “Desde sus inicios, su obra se ha
distinguido por su solemnidad, atemporalidad y silencio; el artista parece
procesar íntimamente los más diversos acontecimientos de su entorno,
convirtiéndolos en escenas evocativas, paisajes solitarios y espirituales,
habitados ocasionalmente por objetos y animales enigmáticos”.
Respecto a su obra de las dos últimas
décadas, Silva expresa:
“Tal como sucede con la obra de Giorgio
Morandi (cuyas agrupaciones de objetos cotidianos a veces parecen adquirir
características antropomorfas, incluso emocionales), del mismo modo en el
trabajo más reciente de Pinto d’Aguiar las formas geométricas tienden a
transformarse de pronto en figuras con extremidades y cabezas, cuerpos rígidos
o blandos, opacos o transparentes, que a veces están separados y otras veces
rozándose o sobreponiéndose, recostados, sentados, o en ocasiones -como él
mismo señala- patas pa´arriba, dotados de actitudes y temperamentos sugeridos
ya sea por su disposición compositiva o por sus relaciones cromáticas”.
El curador saluda y celebra esta nueva
fase “en la búsqueda de este artista y su retorno a los elementos más
esenciales de la plástica (línea, plano, forma, color, textura, figura y
fondo), siempre con la imperturbable voluntad de generar obras contemplativas y
serenas para un mundo cada vez más convulsionado y estridente”.
Matías Pinto d’Aguiar estudió Arte en la
Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile y fue alumno de Luis Lobo
Parga, Gabriela Chellew, Rodolfo Opazo, Gonzalo Díaz, Francisco Smythe y Jaime
León. Pertenece a la generación que optó por
recuperar la pintura en los años ochenta. Su trabajo se ha caracterizado por un
énfasis sintético, siempre con tendencia a lo simple, al silencio, a la
reflexión y a atmósferas espirituales. Ha realizado numerosas exposiciones
individuales y colectivas, y tiene a su haber importantes premios, entre ellos
el Premio Concurso Iberoamérica por el mural “Pintura para un tren”, realizado
en Madrid, España.
El proyecto es patrocinado por Ley de
Donaciones Culturales.
El horario de visita a la exposición es de
martes a domingo de 10:30 a 18:45 horas. Cerrado por sanitización entre las 13:15
a 14:30 horas). Entrada liberada, con pase de movilidad habilitado.