Por primera vez, luego de casi un siglo, el Museo Nacional
de Bellas Artes de Santiago de Chile (MNBA) presenta su colección de arte japonés, en la exposición Mundo
flotante del período Edo, compuesta por 22 estampas y 5 pinturas en papel
provenientes principalmente de los siglos XVIII y XIX. Entre el 25 de mayo y el
5 de agosto.
La exhibición, que cuenta con la curatoría de la
investigadora del Departamento de Colecciones del MNBA, Natalia Keller y el
apoyo de la Embajada
de Japón y la
Cámara Chileno-Japonesa de Comercio e Industria, se enmarca
en el cierre de las celebraciones por el 120 aniversario de las relaciones
bilaterales con dicho país.
Durante la inauguración de la muestra, el jueves 24 de mayo
a las 19:30 horas, se realizará un mapping con imágenes de las estampas en el
hall del Museo, a cargo del estudio audiovisual chileno Delight Lab, con el
auspicio de Epson.
Esta muestra es fruto de un largo proceso de conservación y
restauración, acompañada de una extensa investigación de sus contenidos,
iconografía y significado en su contexto histórico y cultural, además de un
estudio sobre la procedencia de la colección.
Se trata de una gran oportunidad para que el público pueda
apreciar estos verdaderos tesoros realizadas con la técnica de estampado en
color llamada ukiyo-e que significa “imágenes del mundo flotante” y con la
técnica de pintura a tinta negra llamadas sumi-e.
Las obras representan varios temas típicos para las estampas
japonesas, entre otros, asuntos literarios y leyendas, guerreros, tradiciones y
costumbres japoneses, además del corpus más extenso de piezas llamadas bijin-ga,
o “bellas mujeres”, dentro del cual se pueden reconocer mujeres en actividades
cotidianas, geishas y cortesanas.
Roberto Farriol, director del Museo Nacional de Bellas Artes
explica que “los grabados y pinturas japonesas pertenecientes a la colección
del Museo Nacional de Bellas Artes, que fueron exhibidas por primera vez en la
inauguración del Palacio en 1910, dan cuenta del gusto por los objetos y obras
orientales durante la segunda mitad del siglo XIX en Europa”.
“Por otro lado, en nuestro país quienes viajaron a estos
países adoptan el gusto por coleccionar objetos del periodo Edo del Japón. En
consecuencia, esta exposición nos permite recuperar una parte de la historia de
nuestras colecciones en los inicios de este Museo. Asimismo, constatar que
estampas japonesas como estas -de un exquisito uso de la síntesis y del color-,
inspiraron e influenciaron a los artistas de las primeras vanguardias de fines
del siglo XIX y principios del siglo XX”, añade Farriol.
Objetos de uso cotidiano y personal de las colecciones del
Museo Histórico Nacional y del Museo de Artes Decorativas, complementan la
exhibición.
Así se muestran entre otros, una armadura y espadas
japonesas de los guerreros samurai, un kimono femenino, objetos relacionados
con la tradición de tomar té y con la celebración del año nuevo que contextualizan
las estampas y pinturas como representaciones de la vida en Japón durante los
siglos pasados.
A pesar de que estas estampas y pinturas ingresaron al Museo
en 1930, sin antecedentes de su procedencia, durante la investigación realizada
para la muestra se les relacionó con la colección de arte y objetos orientales
de Luisa Lynch del Solar (1855–1937), gestora de arte, escritora feminista y
periodista que vivió varios años en París y en Japón, junto con su familia.
Algunas se exhibieron en 1910 en la Exposición Internacional
con la que se inauguró el Palacio de Bellas Artes que acoge el MNBA; y luego en
1927, pasando a ser inventariados en la Colección MNBA en
1930.
Natalia Keller, curadora de la muestra, dice que “esta es
una gran oportunidad para que el público chileno comprenda la importancia de la
tendencia del coleccionismo oriental que se produjo en Europa durante el siglo
XIX y que se extendió a nuestro país a principios del siglo XX”.
“Por años estas obras estuvieron en mal estado y a partir de
un largo trabajo de investigación y de restauración efectuado por expertos/as
del Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR), estas obras inéditas
se exhiben en las salas del Museo”, explica la curadora.
La exposición cuenta con actividades complementarias.
En primer lugar, un seminario abierto a público que se
realizará el jueves 21 de julio entre las 18:30 y las 21:00 horas sobre la
exposición. Participan en el, Natalia Keller (MNBA), María José Inda
(Universidad de Concepción) y Gonzalo Maire (Asociación Latinoamericana de
Estudios de Asia y África - ALADAA Chile, Universidad Adolfo Ibáñez). El seminario
cerrará con un concierto de música japonesa zen, banda Kokoro no mai, con la
cooperación Instituto Cultural Chileno Japonés.
Seguidamente, el jueves, 28 de junio, también entre 18:30 a
21:00 h se realizará otro seminario en que participan Io Naya Contreras
(investigadora independiente), Jessica Uldry (ALADAA Chile) y Soledad Correa
(CNCR) y cerrará la actividad una ceremonia del té actividad que se hará con la
colaboración con el Instituto Cultural Chileno Japonés.
También habrá talleres para jóvenes y adultos gratuitos en
que profesores del Instituto Cultural Chileno Japonés enseñarán dos antigua
técnicas que permitirán comprender las obras en exhibición, por lo que primero
se hará un recorrido a la muestra a modo de introducción.
Así el público se familiarizará con el chigiri-e, que
consiste en dibujar o pintar con pedazos de papel, y el sumi-e, práctica de
dibujo con tinta monocroma. La actividad de los talleres se hará a las 11:00 de
la mañana los sábados 7, 14, 21 y 28 de julio.
El domingo 27 de mayo habrá cuentacuentos del teatro de Kamishibai
dirigidos a niñoas y niñas ente los 3
a 8 años.
Ese mismo día, y en el marco del Día del Patrimonio, la
maestra Harumi Matsuzaki, entre las 16:00 y las 17:00 horas, contará un cuento
de la tradición japonesa y luego mostrará el mecanismo de funcionamiento de
esta forma de transmitir relatos.
La muestra se exhibirá en el Museo de Bellas Artes (José Miguel de La Barra, 650 Santiago, Chile) entre el 25 de mayo y el 5 de agosto de 2018 de martes a domingo.