En un contexto donde el cambio climático y los eventos extremos están afectando gravemente los ecosistemas, muchas especies nativas están en riesgo.
Los incendios forestales, por ejemplo,
destruyeron cerca de 400.000 hectáreas de bosque durante la temporada
2022-2023, de las cuales un 15% eran de bosque nativo. Esta pérdida no solo
impacta a los árboles, sino también a especies esenciales del sotobosque, como
las orquídeas nativas, que cumplen un rol importante en la salud del
ecosistema.
Aunque existen planes de reforestación para restaurar el bosque nativo, estos suelen centrarse en las especies arbóreas, dejando de lado plantas fundamentales como las orquídeas, lo que limita el alcance de la restauración.
En Chile, existen 72 especies de
orquídeas, de las cuales solo se ha evaluado el estado de conservación de 12
especies, todas de las cuales se encuentran en algún grado de amenaza, y otras
4 están en proceso de ser clasificadas. Además, las normas del Servicio de
Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) exigen que los proyectos que afecten a
especies en categoría de amenaza implementen medidas de compensación, como el
rescate y reubicación de estas plantas.
A pesar del creciente interés
en conservar y restaurar las orquídeas nativas, su propagación sigue siendo un
gran desafío. Estas plantas dependen de una simbiosis muy específica con hongos
micorrícicos para germinar, lo que hace que el proceso sea complejo,
requiriendo tecnología avanzada y, en algunos casos, hasta dos años para
completarse.
Es importante destacar que las
semillas de las orquídeas, comúnmente conocidas como «polvo de semillas», se
caracterizan por ser diminutas y carecen de reservas energéticas. Esto
significa que, para germinar, necesitan asociarse con un hongo presente en el
suelo, que les proporciona los nutrientes y azúcares esenciales para su
desarrollo.
Frente a este reto, la Dra. María Isabel Mujica, académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile, ha desarrollado “Syhttps://ciencias.uchile.cl/mbioseed: Semillas Sintéticas para la Propagación de Orquídeas Nativas”.
Esta innovadora
tecnología simplifica el proceso de germinación al encapsular las semillas de
orquídeas junto con los hongos micorrícicos necesarios en una pequeña perla.
Estas semillas sintéticas están diseñadas para facilitar la propagación tanto
en la naturaleza como en viveros, sin necesidad de infraestructura costosa o
conocimientos especializados.
El objetivo de Symbioseed es
ofrecer una solución eficiente y escalable que permita propagar orquídeas
nativas con mayor éxito, tanto para su conservación como para su uso comercial.
Al reunir los componentes necesarios para la germinación simbiótica en un solo
producto, se reduce el tiempo y los recursos necesarios para que las empresas y
proyectos de restauración puedan llevar a cabo la propagación de estas
especies.
Al respecto, la Dra. Mujica señaló que “esta investigación es clave porque las orquídeas son especies muy difíciles de propagar y enfrentan serios problemas de conservación. Todas las orquídeas chilenas evaluadas están en alguna categoría de conservación, ya sea como vulnerables o en peligro. Su propagación es extremadamente complicada debido a que sus semillas son diminutas y no tienen reservas energéticas.
Para
que puedan germinar, necesitan un hongo compatible y un medio adecuado. Lo que
estamos haciendo con Symbioseed es crear una semilla sintética que incluye
tanto la semilla de la orquídea como el hongo, lo que aumenta considerablemente
las probabilidades de éxito en su germinación.”
Symbioseed no solo promete
mejorar las tasas de éxito en la propagación de orquídeas nativas, sino que
también abre la puerta a su producción comercial a gran escala. En el futuro,
esta tecnología podría aplicarse a otras plantas que también dependen de relaciones
simbióticas, ofreciendo una herramienta invaluable para la restauración de
ecosistemas y la preservación de la biodiversidad.
Michael Maldonado, egresado de la Facultad de Recursos Naturales y asistente de investigación del proyecto, explicó que «estamos en una etapa de refinamiento técnico, estudiando las perspectivas y limitaciones del proyecto. Nos hemos dedicado durante años a seleccionar las semillas y hongos que sabemos tienen la capacidad de germinar.
Ahora, el objetivo es desarrollar una semilla sintética efectiva, utilizando
los hongos más adecuados, que asegure la producción de orquídeas. Además,
estamos trabajando en encontrar el sustrato ideal para que las plantas crezcan
de manera óptima. La meta es que, cuando lleguemos a la fase de venta, podamos
ofrecer una cápsula completa con la semilla sintética y un sustrato
especializado que garantice su éxito.»
Desde la Universidad Austral de Chile, se destaca la importancia de Symbioseed no solo como un avance científico, sino como una herramienta clave para la conservación de la biodiversidad. En palabras de la Dra. Mujica, «la preservación de las orquídeas nativas no es solo un desafío local, sino una prioridad global en el contexto de la restauración de ecosistemas«.
En este contexto, la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo y Creación Artística (VIDCA) ha brindado su apoyo, financiando esta iniciativa a través del proyecto institucional ANID InES I+D 2021 UACh “Fortalecimiento de las capacidades de I+D para el Desarrollo de la Macrozona Sur Austral,” código INID210009.Este tipo de innovaciones no solo apoya los esfuerzos de conservación, sino que también responde a la creciente demanda de soluciones eficientes para la restauración de ambientes degradados. Al facilitar la propagación de especies que juegan un rol fundamental en el sotobosque, como las orquídeas, Symbioseed ayuda a reestablecer el equilibrio ecológico de los bosques nativos.
Además, desde la academia se valora que esta tecnología también podría aplicarse en el futuro a otros tipos de plantas, aumentando su impacto positivo en la conservación y producción sostenible.
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