miércoles, 13 de enero de 2016

Espejo de Tarapacá: un salto hacia la sustentabilidad de las energías renovables no convencionales



Para enfrentar una estrechez de suministro de fuentes tradicionales y ampliar su matriz energética en los próximos años, Chile está impulsando el desarrollo de las energías renovables no convencionales, como la solar y eólica buscando atender las necesidades del crecimiento económico. 

Hasta ahora, es importador neto de energía ya que su actual capacidad instalada es de 19.725,72 MW, en su mayoría producida en base a carbón (21%), gas natural (18,85%), diésel (18,63%) e hidráulica (28,1%).

Pese a contar con el desierto más árido del mundo, sólo un 3,79% de la energía eléctrica que se consume en el país se genera a partir del sol y el principal problema, que enfrenta este tipo de producción energética,  es su intermitencia que no permite ser usada en la poderosa industria minera instalada en el norte chileno.

Pero las proyecciones oficiales apuntan a que junto con la energía eólica y solar, las energías renovables no convencionales (ERNC) aumenten su importancia y superen el 20% de la matriz energética chilena para el 2020.

Hace pocos días, el Ministerio de Bienes Nacionales chileno, acaba de aprobar un total de 207 Concesiones de uso de propiedades fiscales para proyectos de ERNC en las Regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Maule.  

Los proyectos, fundamentales para el desarrollo sustentable, corresponden a un total de 50.528 hectáreas de propiedad fiscal y en su conjunto, estos proyectos esperan alcanzaran la generación estimada en 8.435 Megawatts (MW) de potencia al año disponiendo a la fecha, de unos 20.000 MW de capacidad bruta instalada, por lo que estas concesiones significarán un incremento superior al 40% de capacidad una vez construida, pero con un 100% de energías limpias.

Espejo de Tarapacá es un proyecto de Valhalla Energía, empresa chilena surgida en 2011, que tiene el objetivo de buscar soluciones innovadoras para resolver el problema energético que vive Chile contribuyendo al desarrollo de una matriz energética limpia, segura y competitiva.

Sus dueños Juan Andrés Camus y Francisco Torrealba, explican que “con una inversión estimada en 380 millones de dólares, y la producción de 950 MW esperan construir una central hidráulica de bombeo que utilizaría agua de mar y la energía solar para la producción de energía eléctrica. La central funcionará usando el agua de mar sin desalinizar, la que será bombeada hacia dos enormes piscinas o reservorios naturales ubicados en la cima de la cordillera, que está prácticamente al lado del océano.

Luego, en la noche, esa agua se dejará caer desde unos 600 metros de altura para propulsar las turbinas de generación eléctrica. Las bombas que permitirán subir el agua serán activadas a través de la energía generada en una central fotovoltaica instalada a unos 60 km de distancia, en pleno desierto”.

Juan Andrés Camus, dijo que “el sistema es innovador en el mundo y entregaría energía limpia con continuidad, concentrando agua de mar en la altura del farellón costero, utilizando la costra de antiguos salares ubicados en el desierto, devolviendo el agua al mar y convirtiéndola en energía, con un menor impacto en el medioambiente y muy competitivas con otras fuentes de generación toda vez que, ofrecerá energía limpia y constante (las 24 horas al día los 7 días de la semana), superando la principal limitante de las ERNC: su intermitencia”.

“Los dos reservorios naturales, equivalentes a unas 22.000 piscinas olímpicas, permiten un nivel de almacenamiento que da al proyecto la posibilidad de funcionar sin interrupciones, acabando con la intermitencia que plantean la mayoría de las fuentes renovables no convencionales, como la energía solar”, añadió Patricio Torrealba.

En el desarrollo de este proyecto, la comunidad de Caleta San Marcos, no fue dejada al margen sino que la empresa está trabajando desde hace dos años con los vecinos incorporándolos, y enseñando en cada detalle el proyecto de la central hidroeléctrica.

Ahora que el proyecto cuenta con la aprobación por la autoridad ambiental y tiene la concesión del uso de la propiedad fiscal, se estima un plazo de 3 años y medio para su construcción, por lo que el proyecto podría entrar en operación durante diciembre del 2018. Además, se espera que trabajen entre 500 y 700 personas en su puesta en marcha, mientras que unos 30 operarios serían la planta estable, una vez que entre en funcionamiento.

 “Estamos convencidos que la Región de Tarapacá puede ser líder en energía solar y que Chile puede convertirse en una potencia energética a nivel mundial, basada en energía limpia, económica e infinitamente abundante, por lo que es una gran noticia saber que avanzamos a la siguiente etapa para materializar este proyecto, que cambiará la cara de la matriz energética de nuestro país”, dijo Francisco Torrealba.

Su impacto sobre el medio ambiente será mínimo ya que habrá un aumento menor de la temperatura del agua que será devuelta al mar, la que será extraída a una profundidad de 16 metros, para disminuir su impacto en el ecosistema marino y al estar en pleno desierto, la flora y fauna que rodea al proyecto es casi inexistente. La construcción, está diseñada para resistir tsunamis y terremotos.

Los dueños del proyecto ahora están en busca de financiamiento privado, para empezar su construcción a fines de 2016, por un plazo estimado de tres años y medio.
Revolución en el mercado eléctrico.

De esta manera entregará una solución altamente innovadora, en tanto utiliza una tecnología prácticamente ausente de la matriz energética chilena, pero ampliamente utilizada a nivel mundial, aprovechando características geográficas únicas en el mundo que ofrece el norte de Chile, al utilizar agua de mar y reservorios naturales, lo que permite abaratar la inversión del proyecto y ofrecer precios competitivos con otras fuentes de generación.

Junto con el ingreso del proyecto al sistema, Valhalla Energía lanzó su sitito web www.valhallaenergia.com, en donde publicó información, fotos y videos que explican el funcionamiento de esta iniciativa y su aporte a una matriz energética más limpia.


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