La novela “Desaparecido en Concepción”, escrita por el
periodista Carlos Basso y publicada por Alfaguara está como sucede
habitualmente en el plano de la ficción, inspirada en una serie de casos
reales, entre ellos el de Jorge Matute Johns, que el autor conoció de cerca ya
que fue el primer periodista que escribió sobre la desaparición de Jorge Matute
y siguió el caso por poco más de tres años.
Junto con otro periodista, Pablo Torres , con el cual trabajaba en la
sección policial del antiguo diario Crónica de Concepción, publicaron el 2001
un libro periodístico llamado “Los enigmas del caso Matute Johns”, que narraba
en clave periodística lo que había sucedido siendo, el primer libro que
escribió.
En la trama del libro, una noche de mayo de 1999, un joven
desaparece desde una discoteca abarrotada de gente. El periodista Antonio
Castel (alter ego del autor) lleva años cubriendo la sección policial de un
diario de Concepción, y aunque la muerte se le ha vuelto rutinaria, su instinto
le dice que en este caso hay algo más que una simple desaparición.
Las sospechas de un crimen y su encubrimiento desnudan una
vívida historia que retrata a fondo el mundo de los policías y los periodistas
en torno a una trama demasiado real.
El protagonista se ve inmerso entre ex agentes de la CNI, un sacerdote que sabe lo
que ocurrió pero no lo puede decir, una madre que se desagarra por dentro,
varias muertes sospechosas y un ambiente de paranoia, miedo y confusión. La
sombra de una conspiración lo cubre todo, transformando el caso en una historia
que remece a todo el país y cuyos culpables parecen burlarse de la justicia.
En esencia, es una novela policial, que escapa de la
geografía urbana habitual de la novela chilena, que no se sitúa o en Santiago o
en Valparaíso sino en Concepción, y su autor, al ser periodista policial por
ocho años, conoce ese mundo al revés y al derecho.
A pesar de que tiene una cercanía insoslayable con ese caso
para el autor “hay un elemento fundamental que la trama del libro, es una
novela, una ficción, que toma algunos elementos de la vida real y los mezcla
con muchos otros elementos absolutamente ficticios, con el fin de crear una
buena novela, que muestre de algún modo el trasfondo del mundo policial y
periodístico chileno”.
“Por ende, mi acercamiento con el mundo de los homicidios,
con los sitios del suceso donde hay un cadáver, con el coa de los delincuentes
y las triquiñuelas de los abogados, no es puramente teórico sino que es empírico”,
añade Carlos Basso.
De ese modo, lo que aparece en esta novela es un fresco del
mundo policial chileno además, del antiguo mundo que se generaba en las salas
de redacción de antaño y de la forma en que se buscaban y conseguían las
noticias en la llamada crónica roja.
Para el autor, lo que hay detrás de escribir esta novela “es
un intento por rescatar esa simbiosis que existía entre los policías, los
periodistas, los abogados, los imputados, las víctimas, etc., mucho más allá de
un caso puntual donde hay una visión fugaz de un momento determinado de la vida en Chile, de
cómo operan los poderes fácticos, de cómo funcionaba la CNI, etc.
Es periodista y se desempeña como académico de la Universidad de
Concepción (Chile), donde enseña Periodismo de Investigación. Ha trabajado y
colaborado en numerosos medios de prensa y actualmente dirige
www.documentomedia.cl —un proyecto de investigación sin fines de lucro— así
como el diario electrónico w5.cl.
Se ha especializado en la investigación del nazismo, así
como en temáticas de derechos humanos, inteligencia, terrorismo y
desclasificación de información. Es autor de la novela Los pasos perdidos de
Shakespeare y de seis libros de investigación periodística, entre ellos La CIA en Chile, 1970-1973
(Aguilar) y El último secreto de Colonia Dignidad, la desaparición de Boris
Weisfeiler.
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