lunes, 3 de marzo de 2014

Hugo Chávez. Mi primera vida.



En octubre de 2013 Penguin Random House publicó a través de su sello Debate, el libro de Ignacio Ramonet “Hugo Chávez. Mi primera vida. Conversaciones con Ignacio Ramonet.

¿Quién era Hugo Chávez antes de convertirse en una personalidad pública? ¿Cómo fue su infancia? ¿En que contexto se crió? ¿Qué clase de adolescente fue? ¿Cuáles fueron sus lecturas? ¿Qué influencias recibió? ¿Cuál era su visión geopolítica? ¿Qué estrategias le permitieron ganar las elecciones y llegar al poder en 1999?

Cinco años y cerca de doscientas horas de conversaciones, construyeron un libro que pretendía responder a esas y a muchas otras preguntas que innumerables personas se hicieron sobre la vida de este militar venezolano que en 14 años de gobierno, no sólo cambió el rumbo de la historia de su país sino que hizo que América Latina también siguiera atentamente sus pasos, y durante su mandato, varios gobiernos progresistas gobernaron al mismo tiempo en este continente.

Abrió el camino a nuevos líderes de origen sindical, militante social, militar o incluso guerrilleros asumieran como gobernantes de sus países como han sido Lula Da Silva y Dilma Rousseff en Brasil; Evo Morales en Bolivia; Rafael Correa en Ecuador; Néstor Kirchner y Cristina Fernández en Argentina; Tabaré Vázquez y José Mujica en Uruguay.

También, este libro pretende ser una obra de historia. “Alejado de las polémicas contemporáneas, aborda una etapa terminada en 1999, que ya puede ser juzgada con cierta serenidad”, dice Ramonet en el libro. Y sobre todo, pretende acercarnos a su historia íntima, a su temperamento, a su carácter y a toda la complejidad que constituye a un ser humano.

Hay que recordar que desde comienzos del siglo XX y sobre todo desde la segunda mitad, bastaba la simple posibilidad de que un gobierno se considerara progresista y tratara de realizar cambios estructurales para mejorar las condiciones de vida de su población más postergada para que fuera derrocado.

El gobierno de Chávez, logró (entre muchas otras cosas) que se le perdiera el miedo a los cambios estructurales en la sociedad porque todos los “cucos” empleados para impedir las modificaciones se esfumaron, entregando la posibilidad de ver que se puede cambiar lo que se creía inamovible en beneficio de muchos sin que la sociedad se derrumbe.

Líder carismático y buen orador logró que la gente común se identificara con él “por su manera de hablar, por tener referencias culturales compartidas, por su sensibilidad, por su forma de ser y hasta por su aspecto físico, donde el pueblo compartía con él su rechazo a una clase política lejana, rica y a menudo corrupta” añade Ramonet en el libro.

Salvo el de Fidel Castro en Cuba, pocos gobiernos has sido tan atacados y resistidos tanto al interior como en el exterior de su país.
¿Por qué tanto odio? A lo mejor porque durante su gobierno, la social democracia pasaba por una crisis de identidad y de sobrevivencia en Europa pero, en cambio, en nuestro continente se sucedieron experiencias que ayudaron a mejorar las condiciones de vida de aquellos permanentemente postergados.
Hugo Chávez nació en plena guerra fría, donde el antiguo orden colonial estaba dejando paso a nuevas figuras geopolíticas que alterarían el ajedrez mundial por los próximos 40 años y más que absolverlo, la historia lo absorbió ya que siempre fue directo hacia la acción.

Chávez aparece en la historia de su país, en momentos en que había un enorme vacío de poder producido por la crisis de la clase política venezolana y él logró gobernar por medio de un apoyo directo del pueblo hacia su gestión.

Además, en las conversaciones con Ignacio Ramonet se nota el enorme amor que Chávez le tenía a los llanos venezolanos y a los hombres y mujeres que los habitan. Especial lugar ocupan el estado de Barinas y la ciudad de Sabaneta donde nació ya que recoge sus recuerdos de infancia.

Nacido en el seno de una familia modesta, que casi no tenía recursos económicos “pata en el suelo de los pata en el suelo” supo aprovechar las oportunidades de educación que le dio su familia y luego entró al servicio militar porque descubrió que dos de los mejores jugadores de béisbol de Venezuela eran los entrenadores del equipo de la Academia Militar. Fue allí, donde leyó los libros que le darían las bases estratégicas y políticas a su actuar futuro.

Líder indiscutido amado y odiado; reconocido y denostado; con aciertos y fracasos no dejo a nadie indiferente y que el autor logra retratar a través de sus propias palabras. Una persona cuya ausencia, a un año de su muerte, se nota y mucho.


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