Zapatillas de puntas o pies descalzos. Relato o abstracción.
Control o descontrol. La danza es un lenguaje ancestral cuyas palabras son
giros, saltos, acrobacias y movimientos corporales, que fluyen entre la
exactitud y perfección del ballet y la libertad y caos de la danza
contemporánea. Es un arte sin límites que, año a año, permite que surjan
creadores que resaltan por su innovación, pero que al mismo tiempo hunde sus
raíces en el lenguaje clásico.
Es por ello que el Teatro Municipal de Santiago y el Ballet
de Santiago, nuevamente, presentan grandes talentos en su escenario al
inaugurarse el segundo festival de Coreógrafos este 28 de agosto, con 5
funciones terminando el 2 de septiembre en la Sala Principal del
edificio.
En un programa doble, el Ballet de Santiago, junto a
artistas invitados, encarnará la dualidad que da vida al mundo de la danza. En
primer lugar rendirá homenaje al ballet clásico con piezas de Marius Petipá,
Luis Ortigoza y Jaime Pinto.
El Festival también estará dedicado a nuevas creaciones:
Jose Vidal, Mathieu Guilhaumon, Eduardo Yedro, Demis Volpi y Esdras Hernández
dirigirán la mirada hacia los nuevos horizontes de la danza. Así, anclado en el
pasado y proyectándose hacia el futuro, la Compañía hará gala de toda su maestría y
eclecticismo.
Marcia Haydée, directora artística del Ballet de Santiago,
destaca: “El Festival de
Coreógrafos es sin duda uno de mis títulos preferidos. Uno de mis propósitos,
como directora artística, es dar la oportunidad a coreógrafos para exhibir sus
nuevas propuestas, cargadas de innovación y destreza artística. Por ello es una
enorme alegría presentar la creación de José Luis Vidal o la propuesta de
Mathieu Guilhaumon, quien trabajará con
el Ballet de Santiago y el Ballet Nacional Chileno; como también lo que
presentarán Eduardo Yedro, Luis Ortigoza y Esdras Hernández, entre otros”.
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