El libro “ Soy de la Unión” se presentó ayer martes, escrito por Patricio Hidalgo Gorostegui y publicado
por Lolita Editores, fue comentado por el abogado Cristián Maturana, por el
periodista Carlos Costa y por el poeta Andrés Florit.
El célebre
historiador británico Eric Hobsbawn definió a este deporte como “esa religión
que se ha extendido por todo el mundo durante la segunda mitad del siglo
veinte”. Con razón, pues actualmente, es un fenómeno de extraordinaria
importancia en el mundo en que vivimos porque pensamientos, sentimientos y valores de
nuestras sociedades son reproducidos en dicho deporte.
El fútbol, pasión de multitudes, el deporte más popular del
mundo para algunos, es una disciplina deportiva que se practica en todas partes,
involucrando a personas de todo género, edad y estrato social que forman parte de esta gran esfera deportiva.
Por el año 2.500
a.C. se empezó con un juego chino de patadas llamado Tsu
Chu. Más tarde, el juego moderno fue creado en Inglaterra, tras la formación de
la Football Association
cuyas reglas, de 1863, son la base del deporte en la actualidad. Es un deporte
que a fines de la Edad Media
se desarrolló en las Islas Británicas y que se conocía como códigos de fúitbol.
También se jugó en las reduciones jesuíticas de la zona guaraní, especialmente
en la de San Ignacio Miní, en el siglo XVII en lo que ahora se conoce como
Misiones.
En Europa, uno de los juegos más conocidos fue el calcio
florentino, originario de la ciudad italiana de Florencia. Este deporte influenció en varios aspectos al
fútbol actual, no sólo por sus reglas, sino también por el ambiente de fiesta
en que se jugaban estos encuentros
La Federación Internacional de Asociaciones de
Fútbol (F.I.F.A) se fundó en el año
1904 y ha sido una institución a nivel global con logros como
haber
mediado entre países sin relaciones diplomáticas como Irán y
Estados Unidos en torneos mundiales; hacer realidad alianzas como las de Corea
y Japón en la realización del Mundial 2002; exigir a los gobiernos de Europa
que legislen contra la discriminación y la xenofobia, entre otras cosas; y por
si esto fuera poco, haber creado una cantidad de federaciones nacionales que,
como el número de países participantes en las diferentes competencias
futbolísticas, no cesa de aumentar.
El economista Aldo Ferrer dice que “el fútbol rompe todas
las asimetrías entre desarrollo económico y excelencia observables en los otros
deportes. En el fútbol no hay ricos ni pobres y, en todo caso, la división no pasa por
el nivel de ingreso per cápita. De este modo, la distribución del poder en el juego
del fútbol poco tiene que ver con la correspondiente en la economía mundial. Un ejemplo
son los países del MERCOSUR, que a pessar que representan el 5% de la población
y de la producción mundial, son la mayor potencia regional futbolista del
mundo.
Nunca se debe olvidar que el fútbol ha sido
y seguirá siendo para muchos mas que un deporte
una pasión que trasciende fronteras, mas que la fiebre vivida por un
hincha, es la pasión vivida por el goce del fútbol el
observador de un partido por la emoción del juego y la espera del
resultado, se convierte así en la mas fuerte tendencia del mundo
entero.
Entonces el hincha siempre quiere que su equipo gane y eso
repercute en el animo del hincha, todo lo que escucha, lo que lee o lo que le
dicen de su equipo, mas allá de eso el hincha es en general la
persona que mas quiere el club y la mas desinteresada de este.
Cuando un equipo gana en una competencia la ciudad se
detiene, salen a las calles, aparecen las bengalas, los seguidores se embriagan
en una enorme fiesta que al día siguiente ya es obsoleta para generar
expectativas para el próximo torneo, en el cual querrán ver
a su equipo ganador.
Pero cuando el fútbol no ofrece la victoria al
equipo deseado, provoca incontrolables reacciones en las masa que salen
destruyendo todo lo que ven a su alrededor, incendian el mismo estadio que
minutos antes podrían haber besado y amado con todo
su corazón enfrenta a las fuerzas de seguridad a pecho descubierto y
sin ningún arma, agreden personas del otro equipo como si estas
hubieran ocasionado la perdida del suyo.
En Chile, la
Federación de Fútbol de Chile, se fundó el 19 de junio de
1895. Cinco años después, en 1897, el 18 de mayo de ese año, nació el Centro
Español de Instrucción y Recreación, del que surgieron posteriormente el
Ibérico Balompié (1918) y el Ciclista Ibérico.
La fusión de estas dos entidades en 1922 daría origen a la Unión Deportiva
Española (UDE). Trece años después la
UDE se unió con el Centro Español, naciendo la Unión Española
propiamente tal, considerado el club de colonia más importante del fútbol
chileno y que a su vez ha sido un actor clave en la profesionalización de este
deporte en Chile.
Unión Española es uno de los ocho clubes ( Colo Colo,
Bádminton, Audaz Italiano, Green Cross, Morning Star, Magallanes y Santiago
Nacional) que exigieron la creación de una sección profesional de fútbol,
terminando así con ese sello amateur que había caracterizado hasta entonces a
la actividad futbolística en el país. Como la Asociación Nacional
de Fútbol se negó a dicha solicitud, sus dirigentes decidieron crear la llamada Liga Profesional,
el 31 de mayo de 1933 siendo reconocida como parte de la Federación de Fútbol de
Chile., en agosto de ese año.
Desde la construcción del Estadio Santa Laura en 1922, este
equipo juega de local en la comuna de Independencia. En 1939 y por las
divisiones que había en la colonia española frente a la Guerra Civil, este equipo hizo
un receso que se terminaría el año 1943 cuando la Unión ganó su primer campeonato. Destacados deportistas como Juan Machuca,
Mario Soto, Fernando Astengo, Manuel Neira y José Luis Sierra han pasado por
sus filas entre muchos otros. En razón
del decreto que obligó a todos los clubes profesionales a convertirse en S.A.
según la ley 20.019, el Club pasó a llamarse Unión Española S.A.D.P.
El autor, Patricio Higaldgo Gorostegui nació en Santiago en 1982. Es abogado y escritor
siendo autor de varios títulos como el Diccionario ilustrado del fútbol (2011);
“Acto de fe. Testimonios de la vida de Gerardo Whelan en Chile” (2010). En
2008, junto a Daniel Hopenhayn publicó “Give me a brake. Conversaciones con
Diego Maquieira”.
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