En este enfoque, la lectura no
se enseña de manera tradicional, sino que se presenta como una experiencia
placentera, integrada en la vida cotidiana del aula.
Desde edades tempranas, los
niños tienen acceso a una variedad de libros adaptados a su desarrollo. En
lugar de imponer la memorización de letras y sonidos, en Montessori se utilizan
materiales sensoriales que permiten a los pequeños descubrir el lenguaje de
forma intuitiva. "Los niños aprenden a leer cuando están listos, y cuando
lo hacen, es con entusiasmo y confianza", afirma Bobadilla.
Bajo este enfoque educativo,
Colegio Epullay ha implementado estrategias que favorecen este proceso, como la
narración de cuentos en voz alta, la exploración de textos en distintos
formatos y la libertad para elegir libros según los intereses de cada niño.
"Uno de los principios fundamentales de Montessori es que el aprendizaje
debe ser significativo.
Si un niño se siente atraído
por un tema, es más probable que se involucre activamente en la lectura y la
disfrute", explica Bobadilla.
El amor por la lectura y sus
beneficios a largo plazo
En palabras de Bobadilla, "un niño que disfruta leer
será un adulto con herramientas para aprender, cuestionar y crecer a lo largo
de su vida".
Por todo lo anterior, la educación Montessori nos recuerda que la lectura no es sólo una habilidad académica, sino una puerta de entrada al conocimiento, la imaginación y el descubrimiento personal. Fomentar este hábito desde la primera infancia es un regalo que acompaña a los niños por el resto de sus vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario