Y en este caso, de un cuerpo a
otro a través del lip sync, técnica utilizada en animación, videojuegos y
películas.
La obra gira en torno a Ana,
personaje que tiene la impresión de estar fuera de su propio cuerpo y sueña que
es otra persona. Por su parte, Laura, es una mujer que padece un trastorno de
la personalidad que la obliga a mentir y que por eso se esfuerza en hablar lo
menos posible.
Dentro de ella habita “La
voz”, una especie de doble que a ratos toma el control de sus pensamientos y
que poco a poco intentará apropiarse de la mente de los demás.
¿Quién es el original y quién
es la copia? ¿De quién es esta voz? Son parte de las preguntas que plantea este
ejercicio teatral, que dialoga con lo fantástico o esotérico y con el humor y
el suspenso.
El montaje ahonda en la
unión por fragmentos de la voz y el cuerpo, lo que produce sospecha, caos y
repetición, el plagio de una voz que se reproduce como un eco en el tiempo y el
espacio.
“El proyecto busca ideas,
estéticas y lenguajes que exploren el cuerpo humano y sus posibilidades de
sincronización y desincronización de la voz. Este montaje es un viaje en el
tiempo y en la mente de los personajes”, devela Muriel Miranda, a cargo de
la dramaturgia y la dirección de la pieza.
La artista cuenta que éste es
el resultado de un largo proceso de experimentación. "Empecé a pensar en
qué pasa si yo pongo sobre una imagen una conversación suplantada. Entonces
pensé en el cuerpo y la voz como entidades disociadas, así como lo eran las
películas antiguas, uniendo sus partes en postproducción”, profundiza.
En escena, los intérpretes
Natalia Valladares, María Siebald y Daniel Marabolí, se sentarán en un living
de una casa y a veces en la nieve, convirtiéndose en eco de ellos mismos.
Además de sus protagonistas, existe una cuarta voz que emerge de en uno
de ellos y que busca apropiarse del resto.
El público podrá ser testigo,
no sólo de las voces del elenco, sino que también podrá escuchar sus
pensamientos.
La directora hace hincapié en
lo que pasa sobre el escenario, donde se da una dinámica de “atletismo”, pues
en su interpretación el elenco debe tener un manejo excepcional del tiempo, el
que debe ser “muy exacto y sincrónico”, aclara.
Los personajes se van convirtiendo en ecos de
ellos mismos", finaliza Miranda.
Las funciones serán del 25 de octubre al 10 de noviembre, de jueves a sábado a las 19 horas y el domingo a las 18 horas. Entradas desde $5.600 en gam.cl
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