En este contexto, ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, junto a Argentina Cibersegura, Asociación Civil cuyo objetivo es concientizar a la comunidad sobre el uso seguro de Internet y las tecnologías, analizan su impacto y cómo la educación y sensibilización puede ayudar a minimizar los daños que provoca.
Según
un estudio realizado por Bullying Sin Fronteras entre
2022-2023, a nivel mundial los casos de bullying continuaron creciendo y en
promedio 6 de cada 10 niños sufrieron de forma diaria alguna forma de acoso
tanto de forma física o a través de medios digitales. México, Estados Unidos y
España son los países que están siendo más afectados por esta problemática en
el mundo.
En
el caso de México, la organización registró 270.000 casos y se ubicó como el
país con mayor cantidad de casos de bullying y ciberbullying en el mundo. Sin
embargo, no es el único país de la región que presenta una realidad
preocupante, ya que el informe también destaca que Colombia, Argentina,
Guatemala, Perú, Ecuador, Chile y Uruguay también están padeciendo un impacto
significativo del bullying y el ciberbullying entre los más jóvenes.
“El
ciberbullying es la forma digital del bullying, una problemática que siempre ha
estado presente en aulas y también en entornos laborales, pero el ciberbullying se diferencia del acoso cara a cara por
factores como el anonimato, estar conectado las 24 horas o la dificultad de
eliminar de Internet contenido que puede ser utilizado para afectar a una
persona.
A
esto se le suma que la pandemia de la COVID-19 en 2020 y 2021 tuvo un especial
impacto en la salud mental de muchas personas, sobre todo en niños y
adolescentes”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de
Investigación de ESET Latinoamérica.
El protagonismo de las redes sociales y el rol de los influencers es un factor
clave en el crecimiento del acoso cibernético. La importancia que tiene la imagen en estos tiempos y el constante bombardeo de estereotipos que marcan la pauta de lo que está bien y lo que está mal establece diferencias que muchas veces son la causa del bullying y ciberbullying.Temas
como la forma de vestirse o el nivel de vida generan una brecha que impacta
profundamente en jóvenes que cada vez más temprano acceden a dispositivos
electrónicos y a las redes sociales.
La
educación es clave para ayudar a prevenir que los jóvenes se conviertan en
víctimas o para intentar minimizar las consecuencias. Es importante que las
personas adultas conozcan el impacto que tiene para los más jóvenes un “me
gusta” y las implicancias emocionales de recibir o no esa recompensa. Lo mismo
ocurre con fenómenos como el vamping, un término utilizado para describir el
hábito de despertarse durante la noche para consultar notificaciones o enviar
mensajes.
Esto
afecta el descanso y también trae otras consecuencias para la salud y la vida
de las personas. Estar informados sobre estos temas ofrece mejores herramientas
a los adultos a la hora de abordar esta problemática y abre la posibilidad a un
diálogo que puede ser fundamental para prevenir o aprender a lidiar con el
acoso y el ciberacoso.
Las familias tienen un rol muy importante en educar y prevenir,
pero también los maestros, las instituciones educativas, y sobre todo,
los gobiernos. Dentro del aula, por ejemplo, se pueden explorar
temas como seguridad en Internet y cómo comportarse en línea. En este sentido,
crear espacios de intercambio para hablar sobre estos temas o realizar charlas
de concientización puede ser una gran herramienta.
En
Argentina, por ejemplo, la ONG Argentina Cibersegura realiza charlas de
concientización en escuelas, instituciones deportivas y empresas, en las que el
equipo de especialistas comparte información, brinda herramientas y
recomendaciones sobre el mundo digital y los desafíos que representan para los
más jóvenes.
“Resulta
imprescindible educar para comunicarse de manera respetuosa y empática en
internet, pero también enseñar a detectar señales de violencia y a cómo
proceder. Hablar y manifestar el malestar es un primer paso fundamental para
recibir ayuda. La violencia echa raíces que pueden llegar muy lejos en el
tiempo, a veces por el resto de la vida”, menciona Silvina Tantone, Mentora
Educativa de Argentina Cibersegura.
Vale
la pena mencionar que si bien las redes sociales son un factor importante en
los casos de ciberacoso, también han lanzado diversas funciones que buscan ayudar a prevenir el ciberbullying y
otros tipos de violencia digital.
¿Cómo
reconocer que si un niño o niña está atravesando por una situación de acoso o
ciberacoso? Algunas señales podrían ser cambios en el comportamiento. Por
ejemplo, si se vuelve más retraído o ansioso. También si comienza a perder el
interés por cosas que disfrutaba hacer.
ESET invita a conocer Digipadres, su iniciativa alineada a safer kids online, que busca acompañar madres, padres, tutores y docentes en el cuidado de las infancias en Internet con el fin de generar conciencia acerca de riesgos y amenazas en el mundo digital.
En este
espacio se brindan materiales para el proceso de aprendizaje, diálogo y
supervisión con el fin de facilitar los conocimientos necesarios para ayudar a
los más pequeños en el uso de las nuevas tecnologías.
Para más información sobre Argentina Cibersegura ingrese a: https://www.argentinacibersegura.org/ Para solicitar charlas: http://charlas.argentinacibersegura.org/
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