miércoles, 23 de mayo de 2012

La selva fría y sagrada: un camino hacia el respeto y la convivencia.

Hace poco tiempo atrás, Editorial Catalonia reeditó el libro “La selva fría y sagrada” escrito por Miguel Laborde en el que, por medio de una carta a su hijo, relata la cosmovisión mapuche. 

Escritor, historiador autodidacta, amante de la ciudad y de su historia y eximio conocedor de la dinámica urbana como manifestación de la cultura, Miguel Laborde ostenta, hace ya tiempo, entre los lectores chilenos, el título de cronista urbano, que durante 24 años ha entregado sus escritos a un diario nacional. Miguel Laborde (1949) se formó en los Talleres Literarios del Colegio Saint George y de la Biblioteca Nacional, ambos dirigidos por Roque Esteban Scarpa. 

Para nosotros, mujeres y hombres de esta larga y angosta faja de tierra, se hace necesario leer este libro, sobre todo el conocimiento de la cultura mapuche, que apareció en medio de los bosques del sur, es poco. 

En La Selva es posible apreciar un tratamiento serio y respetuoso de las tradiciones, la religiosidad, los mitos y leyendas mapuches y a este pueblo como eje del mundo, tal como lo es el rehue para ellos. Acompaña la lectura de este libro, dibujos hechos por Cazú Zegers que marcan los diferentes capítulos de este libro. 

En este libro, Laborde realiza una valoración ritual de la cosmovisión mapuche, entendida como la serie de principios comunes que inspirarían teorías o modelos en todos los niveles: una idea de la estructura del mundo, que crea el marco o paradigma para el resto de las ideas. 

Al ir leyendo sus páginas, basta con un poco de imaginación, y dejarse llevar por los olores y claroscuros de esta selva fría que a la vez es sagrada para los mapuches pues, de ahí se extraen las plantas que dan salud; las maderas para construir las rukas; la protección contra el enemigo y el frío del invierno; de ahí viene el alimento y ella los mapuches se encuentran con sus dioses. 

La selva, con sus cuatro puntos cardinales, es todo para los mapuches que sitúa a esta comunidad indígena, en un mundo en el cual se unen ritualmente el cielo y la tierra dándole sentido a la vida de este pueblo. 

Durante la lectura, se pone de manifiesto ese sentimiento de los pueblos originarios de sentir la realidad que lo rodeaba como sagrada, poniendo especial énfasis, en toda aquella relacionada con paisaje que impresionan por sus características de especialidad y morfología como son la cordillera, el mar y los volcanes y da a conocer esa característica tan especial del el mapudungun donde cada palabra, más allá de designar objetos, muestra una idea.

La cosmovisión mapuche que nos muestra un pensar mágico-animista, consideró al paisaje gestor de poderosas fuerzas, que se involucran en díadas: tierra-cielo, cielo-lluvia, aire-viento, convergían para darle vida, pero también muerte como tierra-terremoto, lluvia-diluvio, cielo-rayo. 

Este, uno de nuestros pueblos originarios, comprobó que vivía en una realidad cíclica, de continuo retorno anual, configurada por daciones inexorables: masculino-femenino, lluvia-sequía, paz-guerra, sano-enfermo, vida-muerte, lo ataban a él y su subsistencia de cazador recolector y de domesticador de plantas y animales y que siente a la naturaleza como parte integral de su ser. 

En “La selva fría" aflora la cultura mapuche vista con el prisma de un descendiente de vascos cuya creación literaria, nace del convencimiento de que Chile posee un patrimonio excepcional de territorios geopoéticos, más allá de la Patagonia, Atacama y Rapa Nui. 

Es ese territorio geopoético es el que se explora en el libro, en el que se descubre una cultura que busca lo espiritual, que se puede asomar al mundo de lo invisible, más allá de la muerte, y tener una imagen en la que involucra a todas las fuerzas del Universo como si fuera una sola y cuyo orden divino se reflejaría en la realidad cotidiana de los mapuches. 

En estos tiempos de dura realidad para los mapuches, es bueno tener a mano un libro que nos muestre esa cosmovisión no solo para analizar el presente, sino para conocer y respetar a una de las bases de la cultura chilena y de esa manera visualizar de otra manera la convivencia con este pueblo que tanto nos ha dado.

lunes, 21 de mayo de 2012

Presentan libro sobre estrategia altermundialista.


 

El libro “Una estrategia altermunadialista” de Gustave Massiah ha sido publicada en Chile por LOM ediciones  

El movimiento altermundialista nació de la oposición al neoliberalismo. Se fue construyendo, a inicios de los años ochenta, en medio de las luchas y resistencias a las políticas neoliberales.

 Puso de manifiesto la lógica del sistema neoliberal y contribuyó a generar conciencia sobre su naturaleza y sus consecuencias. 

Sus análisis quedaron ampliamente confirmados por la crisis global que se tornó evidente a partir de 2008 y que revela la existencia de un vínculo entre la crisis del neoliberalismo y la crisis del propio sistema capitalista.

Este libro, tiene el objetivo de presentar la coherencia de ese debate a partir de la comparación de las estrategias de los diferentes componentes del movimiento, que se desarrollan en el marco de los foros sociales, siendo el espacio abierto de los debates, donde se reflejan su diversidad, sus innovaciones y sus límites.  

Aqui, se debe responder a tres interrogantes. La primera es ¿cómo luchar contra los peligros del neoconservadurismo?; la segunda es cómo aprovechar las oportunidades creadas por esta crisis y la tercera interrogante es cómo situarse con respecto a las contradicciones entre la refundación del capitalismo y su superación.

Este movimiento, el cual también es conocido como Movimiento Antiglobalización, esta integrado por un conjunto amplio y heterogéneo de organizaciones sociales, entre ellas sindicatos, grupos ecologistas y pacifistas, asociaciones estudiantiles, organizaciones no gubernamentales, fundaciones, asociaciones naturistas, asociaciones en defensa de minorías, etcétera.

Resumidamente podría decirse que este movimiento está sustentado por una extensa red de organizaciones y de asociaciones, de objetivos propios ciertamente muy disímiles y dispares, que se combinaron para la acción a través de una estructura horizontal y muy descentralizada. Está en curso un debate estratégico en el movimiento altermundialista; debate que constituye una de sus prioridades.

En este movimiento no existen portavoces privilegiados ni tampoco se emiten pomposas declaraciones oficiales. La mayoría de las personas y las instituciones que integran este movimiento, adhieren al pacifismo, manifiestan gran sensibilidad social, y expresan la inquietud de unirse para intentar construir una estructura social más justa, más equitativa, más coherente, más equilibrada, más solidaria.

Las vías de exposición pública del Movimiento Antiglobalización, particularmente son dos las llamadas Contracumbres Sociales, que son convocadas para que coincidan con  importantes reuniones internacionales, como las de la Organización Mundial de Comercio, el Banco Mundial, el Foro Económico Mundial, el FMI, y por el G-8. La segunda vía son las reuniones anuales del Foro Social Mundial iniciadas en Porto Alegre en el año 2001 y  que, desde entonces,  se vienen desarrollando con regularidad en diferentes partes del globo, y siempre casi en simultáneo con la realización del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza..

A estas vías principales, se le agrega la formación de asociaciones de bien público, y con objetivos diversos. Estos movimientos o asociaciones con fines más específicos y particulares, también son movimientos pacifistas y que en alguna medida, intentan agrupar a personas e instituciones con variados perfiles políticos e ideológicos (aunque en algunos casos se sesgan hacia posiciones de izquierda, y con férrea oposición a las ideas capitalistas ortodoxas), y que en muchos casos, también participan en los Foros Sociales Mundiales.
 

Estos encuentros mundiales se han transformado en un proceso que ha movilizado a centenas de miles de personas en todos los continentes y han abierto otra manera de realizar una reflexión y una acción alternativa al modelo capitalista en su fase actual. 

Francia ha tenido una posición de liderazgo indiscutible en esta reflexión y los aportes de sus activistas y pensadores han dejado una huella profunda.

Gustave Massiah es uno de ellos y sus aportes no deben quedar circunscritos al mundo francófono, ya que su reflexión va mucho más allá de esas fronteras. Su obra representa un aporte invalorable para comprender la actual crisis del sistema y los ejes de reflexión necesarios para buscar propuestas alternativas.

Massiah es representante del CRID (Centre de Recherche et d’Information pour le Devéloppement) en el Consejo Internacional del Foro Social Mundial desde los inicios del mismo; fue presidente del CRID; vicepresidente de ATTAC y miembro fundador de la AITEC (Association Internacionale des Techniciens, Experts et Chercheurs).

Es ingeniero, urbanista y economista. Desde los años setenta participó en el movimiento anticolonialista francés, antimperialista y de solidaridad con el Tercer Mundo. 

Es miembro fundador de CETIDEM (Centre d'études et d'initiatives de solidarité internationale), ha participado activamente en acciones de solidaridad con el mundo árabe y con África Subsahariana, con los pueblos de Chile, Argentina y Uruguay durante las dictaduras y del norte de África. ¨Participa en los Foros Sociales Mundiales. 

martes, 15 de mayo de 2012

Presentan libro que relaciona la historia con la gastronomía


“Sabores de Cleopatra, los emperadores romanos, el Rey Sol de Francia, Truman Capote, Las Mil y una Noches, Leonardo da Vinci, los Papas, Ugo Tognazzi, Babette, Emma Bovary, Frida Kahlo y Diego Rivera, el Marqués de Sade, Pablo Neruda, los chinos, Ferrán Adriá. Y 116 recetas robadas con impunidad”.

De esa manera, la periodista María Teresa Diez presenta su nuevo libro, “Asalto a las cocinas”, un libro de crónicas al gusto sazonadas con humor editado por Hueders.

En 220 páginas se escriben crónicas al gusto muy bien sazonadas con humor en donde la prehistoria, el Imperio Romano, Cleopatra, Madame Bovary, Truman Capote, La fiesta de Babette, Neruda se relacionan al recoger sus citas relacionadas con la cocina incluye el libro y que se lanza en GAM este 15 de mayo a las 19.30 horas.

Ilustrado por Hervi -quien presentará el texto en la sala de Conferencias 1-, el libro muestra un original diálogo entra la autora y una amiga con la que comparte el sentido del humor y la pasión por la gastronomía.

Con una pizca de invención y amor por la cul­tura literaria y cinéfila, ambas cocineras eligen arbitrariamente épocas y personajes, sintiéndose libres de imposiciones culinarias y de cualquier tipo.

Ambas, dicen estar en la edad de las gallinas que no se cuecen al pri­mer hervor, ósea ni cuarentonas seductoras ni dulces ancianitas de pelo blanco. Soñaron con cambiar el mundo y ahora aplauden a los indignados.

Una le presenta a la otra un autor, una película, una receta y mientras cocinan juntas estas crónicas, esperan hacer pasar un buen rato a los lectores y, entre tanto, descubrir las gastronomías más clásicas, extrava­gantes e insospechadas de la historia.

Así, el libro pasea por la prehistoria, el imperio romano, Cleopatra, Madame Bovary, Truman Capote, la fiesta de Babette y Neruda, incluyendo recetas vinculadas a cada período histórico. En total más de 100, junto a citas de autores famosos relacionadas con la cocina.

María Teresa Diez es periodista y li­cenciada en Estética en la Universi­dad Católica de Chile. Fue comenta­rista de artes y espectáculos en radio, prensa escrita y televisión, y editora de cultura en revistas como Paula y Ya.

También escribió crítica de res­taurantes y columnas de gastronomía, que luego prosiguieron en Wikén del diario El Mercurio. Trabajó, además, como encargada de prensa en impor­tantes teatros de Santiago (Teatro UC, Centro Mori).

Publicó el best seller periodístico Profecías del fin de mundo, junto a Manuel San Martín, y un libro sobre los atacame­ños y la pintura, Viaje al país interior.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Exposición de arte en cobre en el Museo Benjamín Vicuña Mackenna


La exposición “Belleza Milenaria: el cobre y su presencia en el arte” en la cual se puede apreciar los diferentes usos del cobre (decoración; uso personal, hogar, templos e instrumentos musicales) se inaugurará durante este mes y hasta el 7 de julio, en el Museo Benjamín Vicuña Mackenna.

En esta muestra, que se efectúa en conjunto con CODELCO, se enseña a conocer diferentes técnicas que el hombre ha desarrollado para hacer hermosos objetos decorativos, pasando por el repujado, incrustado, niello (originaria de la India), plateado y dorado, Chokín (Japonesa), cloisonne (esmaltado) hasta la técnica del bordado de hilo de oro y cada una de las técnicas, están explicadas de manera muy didáctica.

Se pueden observar junto a cuatro esculturas, 92 piezas en vitrina, de los cuales 4 son chilenos. Además, hay objetos de Japón, China e India desde grandes estatuas que representan a guerreros y dioses indios hasta pequeñas cigarreras y cuadros japoneses de gran belleza y trabajo artístico. 

Es una exposición pensada especialmente para presentar, gratuitamente a nuestro público, en el mes que se celebra el 27 de mayo, el Día del Patrimonio, la importancia y el uso artístico que se le ha dado al principal recurso natural de nuestro país.

Esta exhibición va a estar abierta hasta el jueves 7 de junio y la entrada es gratuita. Se puede visitar de lunes a viernes entre las 9:30 y las 17:30 horas. El lunes 21 de mayo, el museo estará abierto.

El alma en crisis: buscando el secreto de la vida.


Durante todo el mes de abril, la Cámara Chilena del Libro, realizó una serie de ferias para celebrar el “Día del Libro” y mostrar la producción editorial de Chile.

Entre ellas, la última fue la que se realizo el sábado 5 y domingo 6 de mayo del presente en la Plaza de Armas de Santiago como cierre de este mes. Es así como el domingo y como actividad de cierre de esta Feria, se presentó el libro “El alma en crisis”.

 
Este libro, publicado por Editorial Catalonia es una conversación entre el periodista Wilson Tapia, el teólogo Antonio Bentué y el astrólogo Pedro Engel, en un dialogo que envuelve la magia y la teología hacia el interior de las personas.
Esta conversación tiene como idea principal, la trascendencia como construcción de la existencia del ser humano, en la cual también se encuentra la búsqueda de la verdad y el coraje de tener y alcanzar la libertad.
Los seres humanos, sin importar tiempo o lugar siempre nos hemos hecho tres preguntas: ¿Quién soy? ¿Para qué estoy aquí? Y ¿Por qué estoy aquí? Y este libro intenta responder, sin dar recetas, hacer referencia a los seres humanos como un ser que busca soluciones, respuestas a sus interrogantes. Ya que el ser humano, siempre ha soñado con vivir mucho o vivir para siempre y ser inmortal.

Y en la búsqueda de esa verdad o de esas certezas o de esa trascendencia, las personas hacemos uso de algo que no tienen los animales. Como dicen los autores, “es la capacidad de tomar distancia de la mera necesidad y decidir libremente. En una línea u otra. Ese es el ámbito de la libertad, que es el ámbito de la ética o el ámbito de la moralidad, de la responsabilidad”
Entonces, las personas pueden trascender cuando salen de si mismos, y entran en relación con lo que existe más allá de su medio inmediato abriéndose a la compasión y al amor, lo que explicaría la capacidad de amar a otros y los intentos de cuidar y proteger a sus cercanos o incluso a extraños.

Las personas constantemente, estamos buscando cruzar las fronteras siguiendo a un objetivo que se desconoce y por abrir universos cerrados mostrando esa tan conocida tendencia de los humanos a seguir verdades que le entreguen esas certezas.

En su libro “La eternidad está escrita en lo cielos” Edward Young expresa que “la búsqueda de trascendencia del ser humano no es tanto un deseo de inmortalidad como el anhelo de que su vida haya servido para algo.
Todos nuestros actos son trascendentes; cada vez que abrimos la puerta de casa se despliega una espiral de causas y efectos de alcance universal. No hay acto ni decisión que caiga en saco roto; como las fichas de dominó, continuamente ponemos el mundo en movimiento. Si actuamos bien, estaremos generando armonía, esperanza y compasión. Ésa es nuestra trascendencia”.

Lo que plantean los autores chilenos, es que la trascendencia de las personas se da en relación a otros y esa alteridad es la que le da valor a nuestras decisiones.

Porque el atributo principal de esta relación de alteridad (con las personas o incluso con Dios), es la compasión es ese salir de yo para entrar en el tú. Y ello solo puede realizarse a través del amor. No del amor carnal, sino de la capacidad que tengamos de aceptar al otro con sus bajezas, sus defectos y a pesar del dolor que se nos cause.

No es fácil. Para nada. Pero una vez que hay una decisión por el otro, se renuncia al propio ser por otra persona. Esta renuncia tiene mil caras y solo es posible en la convivencia, en la conversación, en la vida en común, en la convicción profunda de que la decisión vale la pena, siempre basada en el libre albedrío del cual somos dueñas las personas. 

martes, 8 de mayo de 2012

Se realizará exposición sobre Nicanor Plaza



La mayor retrospectiva que se haya realizado sobre Nicanor Plaza, el primer gran escultor y maestro chileno de esta disciplina, se llevará a cabo en el Museo Nacional de Bellas Artes entre el 18 de mayo y el 29 de julio.

Esta retrospectiva sobre la obra del gran escultor chileno Nicanor Plaza, se inaugura el 17 de mayo en el Museo Nacional de Bellas Artes, destacando su significativo aporte como formador de los escultores más importantes del país que participaron en la Academia y Salones de fines del siglo XIX y principios del siglo XX.

Esta exhibición sobre el autor de la escultura de Caupolicán, emplazada en el Cerro Santa Lucía, permitirá poner en valor las obras del forjador de la escultura chilena que se encuentran en el espacio público y en importantes colecciones como las del mismo MNBA, el Museo Histórico Nacional, el Museo de Arte Contemporáneo, la Catedral de Santiago, el Teatro Municipal, Escuela de Carabineros, Museo O´Higginiano de Bellas Artes de Talca, Museo Bomberil de Talca y el Club Hípico en la cual se expondrán 30 obras del autor pertenecientes a las colecciones de las instituciones ya nombradas.

La muestra está asociada a la presentación del libro Gestación de la escultura en Chile y la figura de Nicanor Plaza y a la realización de un seminario dirigido a académicos y público general, que contará con destacados investigadores.

Roberto Farriol, director del MNBA, expresó que “esta exposición forma parte de una importante misión que tiene el Museo Nacional de Bellas Artes que es la de rendir un reconocimiento a todos aquellos artistas chilenos que nos han legado su obra, con el propósito de destacar el valor patrimonial que nos identifica como nación. Nicanor Plaza representa, además, la figura de un maestro que aportó generosamente a la formación de sobresalientes artistas nacionales, que se educaron y fueron guiados bajo su mirada“.

La exposición, que incluye obras de bulto, bustos, relieves, medallones y pinturas, permitirá saldar una deuda tanto con el autor como con la escultura y, a la vez, con las artes visuales chilenas, dando especial relevancia al legado del artista, a la formación de los escultores nacionales que participaron en los salones y ambientes académicos de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, así como a las obras asociadas a los monumentos ubicados en el espacio público.

“Nicanor Plaza, maestro de escultores” es una iniciativa impulsada por el escultor Francisco Gazitúa, quien trabajó en conjunto con el historiador del arte Pedro Zamorano.

En el marco de la muestra, que cuenta con financiamiento de Fondart 2010, Línea Bicentenario, se presentará el libro Gestación de la escultura en Chile y la figura de Nicanor Plaza. El texto, de Ediciones Artespacio, difunde la investigación Fondecyt Escultura en Chile 1854 y 1960: el trasluz de su identidad, realizada por Zamorano y Gazitúa, junto al restaurador Claudio Cortés y el historiador Francisco Portela.

Pedro Zamorano, respecto al libro y a la exposición, explica que “tanto la exhibición como el libro permitirán saldar una deuda con la escultura chilena. Durante la investigación advertimos una profunda ausencia de información acerca de autores, obras e institucionalidad del arte escultórico en nuestro país. Por otro lado, la difusión de las obras de Plaza no sólo permitirá la identificación y valoración de este autor fundacional, sino que también permitirá poner en valor un patrimonio emplazado en el espacio público que está en gran parte en riesgo de deterioro o desaparición”.

“Es increíble que no haya ni siquiera una monografía dedicada a él. Es el primer gran escultor chileno. Además de los méritos de su obra escultórica, destaca también por su labor docente", agrega el escultor Francisco Gazitúa.

La curatoría de Francisco Gacitúa y Pedro Zamorano, y la museografía del arquitecto José Pérez de Arce, contemplan la exhibición de abundante material bibliográfico, documentos, objetos y fotografías ordenados en seis secciones o salas que permitirán conocer más sobre la obra y figura del autor.

La sala central está dedicada a la identidad del escultor a través de su obra. Aquí destaca el conjunto dedicado a la obra Caupolicán (1863), ubicada actualmente en el cerro Santa Lucía. Con el fin de explicar el proceso de su realización, Gazitúa realizó moldes y réplicas de la obra para mostrar ocho facetas de su ejecución, las que se exhiben junto a herramientas ocupadas para la realización de este tipo de piezas.

“Es un trabajo didáctico, que muestra cómo se formó el escultor decimonónico, las etapas por las que pasó, los conceptos artísticos que profesaba, su vida y experiencia de estudio. Así se revelan las prácticas que subsistieron hasta mi generación y se entiende el trabajo que Plaza realizó con esta pieza, a mi juicio una de las mejores obras que un escultor chileno haya realizado”, explica Gazitúa.

Caupolicán fue presentada en yeso en 1868 y en bronce en 1969 en Francia. Ese mismo año se fundieron varios ejemplares en el mismo material. Uno de ellos fue traído a Chile por Plaza y presentado en la Exposición Nacional de Artes e Industrias de Santiago en1872. En 1910 el Museo la donó a la ciudad de Santiago, siendo instalada en el cerro Santa Lucía. Una pieza del mismo tamaño, perteneciente al Club Hípico, se exhibe en la sala. Según Rubén Darío la pieza se reprodujo industrialmente y se vendió en Estados Unidos y Europa sin darle ni un centavo a Plaza, con el nombre de “El último de los mohicanos”. La figura como paradigma del “araucano”, como se le definió en su época, no estuvo exenta de debate. En la Revista Zig Zag del 5 de octubre de 1939, el articulista Juan de Ulloa afirmaba que Caupolicán no representaba nada chileno. Luego, se puso en duda la veracidad de la indumentaria y de la anatomía del personaje.

También se exhibe La Quimera (1897), pieza perteneciente a la Colección del Museo, que es iluminada con distintas intensidades y a diferentes alturas con el fin de resaltar el carácter tridimensional de la disciplina escultórica y reproducir el efecto de una vela al iluminar una obra. Este mármol representa una mítica criatura que vagaba por los campos aterrorizando a las poblaciones y engullendo rebaños.
Plaza muestra esta alegoría a través de una joven cubierta desde la cintura hacia abajo por paños que caen en múltiples pliegues, semi sentada sobre la bestia, que es representada como un león con alas y con cola de dragón. En el suelo, una guirnalda de rosas une a las dos figuras. Con esta obra Plaza obtuvo el Premio de Honor en el Salón de 1897 y la tercera medalla en la Exposición Internacional de Búffalo en 1901.

En la sala poniente se alude a la sociedad en la que vivió Nicanor Plaza, explicando su relación con la elite ilustrada de la época.

Las esculturas Prólogo (1911) y Epílogo (1911), fueron realizadas por Plaza estando en Europa y llegaron a Chile en 1926. Habían sido adquiridas al autor por el Teatro Municipal de Santiago, encontrándose actualmente ubicadas en el foyer de la entidad. En la Embajada de Chile en Francia hay dos obras que reproducen, en forma casi idéntica, los dos mármoles. Se trata de Prólogo de Amor y Epílogo de Amor, dos esculturas, también ejecutadas en mármol, firmadas en la base por el artista con la fecha 1907.

En la sala oriente se hará énfasis en la simbología y las ideas presentes en la obra de Nicanor Plaza. Se presentan esculturas y bajorrelieves relativos a temas mitológicos, históricos y religiosos, destacando El Jugador de Chueca (1880), de un gran naturalismo descriptivo y perteneciente a la Colección del MNBA.

Finalmente, se destacarán las obras realizadas por los discípulos de Nicanor Plaza, quien dedicó casi 20 años a la formación de la primera promoción de grandes escultores chilenos. Entre ellos figuran Virginio Arias, Arturo Blanco, Carlos Lagarrigue, Ernesto Concha, Guillermo Córdova y Simón González (hermano de Juan Francisco, el pintor).

De esta forma, la muestra releva las dos direcciones de las temáticas que abordó el artista tanto en Chile como en Europa durante su productiva trayectoria. Por una parte, la mitológica, que vehicula la obra desde un riguroso estudio anatómico, bajo conceptos formales e iconográficos clasicistas; de otra, el tema histórico, que se expresa a través de bustos, conjuntos escultóricos y monumentos públicos, en consonancia con episodios de nuestra historia.  Gran parte de su producción artística se concentra en el último cuarto del siglo XIX, momento en que recibe la mayor cantidad de encargos.

Nicanor Plaza nació en Renca, Santiago, en 1840. Por su habilidad manual y artística, a los 10 años fue empleado en una sombrerería de un inmigrante francés. Ahí habría conocido al artista Auguste François, quien impartía la primera cátedra de Escultura en Chile y decidió apadrinar al muchacho junto al empresario Luis Cousiño. Así, a los 20 años ingresó a la clase de escultura del maestro francés, que funcionaba anexa a la Academia de Pintura en la Universidad. En 1863 fue becado por el Gobierno para continuar sus estudios en París, donde recibió las enseñanzas del escultor François Jouffroy en la École Nationale des Beaux-Arts, lugar de formación de los escultores más reputados en los salones y ambientes académicos de la época. En 1871 comienza su labor docente dirigiendo la cátedra de Escultura en la Escuela de Bellas Artes, la que finaliza en 1883, estableciendo las bases para la formación escultórica en Chile.

Marcado por la amargura, al sentirse incomprendido y solitario en el cultivo de su arte, se instaló por 18 años en Florencia, Italia, donde compartió con Julio Monteverde y la escultora Rebeca Matte. Falleció el 7 de diciembre de 1918 en esta ciudad.

Se presenta libro de Glauber Rocha

El libro “La Revolución es una EZTETYKA. Por un cine tropicalista”, una antología de textos, ensayos y entrevistas de Glauber Rocha, uno de los fundadores del Cinema Novo, cine de oposición -políticamente radicalizado y formalmente experimental- surgido en Brasil a mediados del siglo XX será presentado el próximo martes 24 de abril a las 19:30 horas y distribuido en Chile por Editorial Cuarto Propio.

El libro será presentado por Pablo Corro, Académico Instituto de Estética UC, Director del Diplomado en Teoría y crítica del cine UC, y comentado por Raúl Camargo (Programador Festival de Cine de Valdivia y académico) e Iván Pinto Veas (Editor laFuga.cl, crítico de cine). Además, durante la presentación se proyectará el cortometraje "O patio" (1959) de Rocha.

Glauber Rocha (1938-1981) fue uno de los más importantes directores del cine latinoamericano y uno de los fundadores del Cinema Novo, cine de oposición -políticamente radicalizado y formalmente experimental- surgido en Brasil a mediados del siglo XX, en abierto enfrentamiento a la colonización estética de Hollywood y al “falso populismo” de los estudios nacionales.

El presente volumen, recoge una serie de ensayos, manifiestos, artículos críticos y entrevistas publicados en su mayoría por primera vez en español y tomados de sus dos libros más importantes como fueron “La revolución del Cinema Novo”, donde Rocha define la estética y la economía-política implicadas en este movimiento latinoamericano de vanguardia y “El siglo del cine”, que documenta su labor como crítico cinematográfico.

En él, evidencia el sistema de afinidades, alianzas y confrontaciones que caracterizó su vínculo con el neorrealismo Italiano, la nouvelle vague, el cine soviético y el western norteamericano, entre otras corrientes cinematográficas.

Posicionándose contra el cine clásico y el realismo estético (para Glauber Rocha, ambas expresiones de la razón burguesa), lo que predomina en estos textos es la afirmación del arte revolucionario como ritual de la anti-razón, como aproximación al imaginario popular y a su dimensión mágica con el fin de liberar el inconsciente cultural cristalizado en el mito.

La consigna siempre reiterada, nace de la constitución de un cine épico-didáctico que articula el análisis crítico de la cultura con los desafíos del arte entendido como ritual agresivo, visceral, experiencia de choque y de contagio de pasiones que provoquen el impulso revolucionario.

GAM conmemora el día de la danza con siete horas de baile.

  La danza es una de las expresiones artísticas más antiguas en la historia de la humanidad, en la cual el cuerpo se manifiesta a través del...