miércoles, 13 de diciembre de 2017

Aquiles o El guerrillero y el asesino: una historia inconclusa



El año pasado el sello Alfaguara publicó Aquiles o el guerrillero o el asesino, novela póstuma del escritor mexicano Carlos Fuentes que trata sobre vida de Carlos Pizarro, que pasó de la militancia comunista a la guerrilla, a la amnistía y finalmente a ser candidato a la presidencia de la República en Colombia.

La vida y la muerte de Carlos Pizarro Leongómez (1951-1990), comandante Papito, el más importante líder del movimiento guerrillero colombiano M-19, atrajo la atención de Carlos Fuentes. El escritor trabajó 20 años en este texto que nunca terminó. El armado final de la novela es una obra del crítico peruano Julio Ortega, amigo cercano a Fuentes y gran conocedor de su obra.

El texto armado por Ortega, a partir de las piezas del rompecabezas que deja Fuentes, se mueve entre la crónica, la ficción y la biografía novelada.

Tomando como base la vida de Carlos Pizarro, Fuentes creó en esta novela a un personaje carismático, lleno de luces y de sombras. Un Aquiles que, como los protagonistas de los poemas homéricos, se siente llamado a pasar a la acción y acaba enfrentándose a un destino inexorable que le había estado esperando paciente.

Carlos Pizarro Leongómez, nació en Cartagena de Indias el 6 de junio de 1951 y falleció el 26 de abril de 1990.  Fue abogado, político y guerrillero colombiano y se convirtió en el máximo comandante del grupo guerrillero Movimiento 19 de abril (M-19) entre 1986 y 1990.

Tras dejar las armas, firmó la paz con el gobierno y se reintegra a la vida civil y llega a ser candidato presidencial por la Alianza Democrática M-19, movimiento político que surgió del grupo guerrillero tras su desmovilización

En plena campaña, en un vuelo de Avianca de Bogotá a Barranquilla, el 26 de abril de 1990 un joven sicario, Gerardo Gutiérrez Uribe, alias Jerry, le dispara y mata durante el vuelo

Los guardaespaldas de Pizarro dispararon sobre el asesino y en uno de sus zapatos, se encuentra una nota en la que reclama el pago de los dos mil dólares prometidos por su trabajo, para entregar a su “mamacita”. Al día de hoy, no queda claro si este sicario fue contratado por los narcos, los paramilitares o gente en el poder que se propuso abortar la paz.

Esta novela es una crónica de la vida de Pizarro, tanto histórica como personal donde el autor a partir de hechos reales se hunde en la ficción. Aquiles o El guerrillero y el asesino, es un relato personal, fascinante y revelador sobre un episodio controvertido de la historia contemporánea de Colombia

En esta novela, nos encontramos con una persona tan compleja como vulnerable, plena de amor y de esperanza. Además, en la trama se mezclan el narcotráfico con un guerrilla que para negociar la paz, debe seguir disparando; con la ausencia de un proyecto nacional y con una indomable voluntad de luchar.

Carlos Fuentes como todo novelista latinoamericano, toma la historia de este continente y lo traslada a la ficción porque fue un testigo de todos los problemas políticos y realidades culturales ocurridos en el siglo XX en una búsqueda de nuevos caminos literarios y a través de su personaje, da cuenta de la vida cruel y descarnada de la sociedad colombiana.

Julio Ortega, encargado de editar la novela, señaló que Aquiles “devuelve su identidad imaginaria al héroe asesinado, recuperándolo en el lenguaje donde vive, bajo la luz de nuestra lectura, todas las víctimas de una guerra civil declarada o no, desde los milicianos republicanos en España hasta los normalistas mexicanos, que si son todos por fin exhumados serán finalmente devueltos al lenguaje, donde recuperarán su nombre y su lugar, para que las heridas históricas que a veces son la matriz de nuestro feroz lenguaje político finalmente se cierren”.

Silvia Lemus, viuda del escritor, recuerda que “se documentó exhaustivamente, escribió distintas versiones, reorganizó materiales, corrigió y reescribió partes completas de la obra y seguía haciéndolo cuando le llegó la muerte”.

“Fuentes no quiso entregar el manuscrito de su novela a los editores mientras el conflicto armado más antiguo de América Latina no llegara a su fin. En 2016, la paz se hizo realidad y por ello, se publicó la novela”, añadió Lemus.

Carlos Fuentes, en opinión de Julio Ortega, escribió “una novela latinoamericana hospitalaria, donde la muerte no fuese un deporte nacional sino una lección de piedad”.

Aún cuando pareciera que la novela y a sus personajes le faltara algo más de desarrollo, pareciera que lo anterior, hubiera sido voluntad del autor ya que en esta historia, el personaje escribe su relato en la medida en que hace presente su territorio y su pasado pero al mismo tiempo, deja atrás sus muertos en medio de una guerra aún sin terminar.

martes, 12 de diciembre de 2017

La Orquesta Sinfónica Nacional y Mazapán harán concierto especial

La Orquesta Sinfónica Nacional de Chile cierra su temporada de extensión 2017 con un concierto especial para la toda la familia, donde se reunirá con una de las agrupaciones que ha marcado un hito dentro de la música infantil.

 Se trata de Mazapán, conjunto que posee un rico catálogo que recoge diferentes tradiciones de música popular, clásica y folclórica, en un programa que se presentará en cuatro funciones, los días viernes 15, martes 19, jueves 21 y viernes 22 de diciembre a las 19:40 horas.

Para la ocasión, se ha preparado un original proyecto denominado Chile, un viaje musical de Norte a Sur a través del cual se hará un recorrido por el país y las canciones de este clásico conjunto, con arreglos especiales para la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, los que han sido trabajados por Sebastián Vergara, Félix Cárdenas y Sebastián Errázuriz, este último también a cargo de la dirección artística, mientras que en la dirección orquestal estará el maestro Francisco Núñez. 

Asimismo, ha colaborado en la coordinación del proyecto la asesora del área educativa del CEAC y ex miembro de la agrupación, Carmen Lavanchy, quien señala que “van a ser las mismas canciones de Mazapán pero con muchos más instrumentos”.

Formado en 1980, el grupo está conformado actualmente por Michelle Salazar, Verónica Prieto, Cecilia Álamos, Victoria Carvallo, María de la Luz Corcuera, Isidora Edwards, Juan Pablo Astorga y Teresa Prieto, quienes acompañarán alternadamente a la orquesta en la interpretación de algunos temas. 

Michelle Salazar, miembro de la agrupación comenta que “vamos a estar como artistas invitadas, cantando unas canciones que crecen y crecen, en un espectáculo para grandes y chicos, no sólo para los niños, sino para toda la familia, para toda la gente que le gusta la música”.
 
María de la Luz Corcura, otra de sus integrantes, agrega que “para los niños será una nueva experiencia el ver a toda esta cantidad de músicos tocando las canciones nuestras”.

Por su parte, Sebastián Errázauriz, expresa que “trabajar con la obra de Mazapán ha sido una oportunidad para hacer un viaje de vuelta a la infancia. Sus canciones han marcado a varias generaciones, incluyendo a la mía. Además, la generosidad de sus autoras nos ha permitido hacer arreglos de autor, en donde la libertad ha sido el hilo principal. En este marco surgieron tres suites sinfónicas en torno a distintas temáticas para presentar la obra de Mazapán en un nuevo hábitat: el de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile”.

“Queremos que este concierto se transforme en una manera lúdica y emotiva de conocer el trabajo sinfónico, al mismo tiempo de invitar a la audiencia a un viaje por las canciones de un grupo que marcó nuestras infancias, añadió Errázuriz. 

Autoras de himnos infantiles como "Vaquita loca" y "Una cuncuna amarilla", su talento y entrega artística les ha valido el reconocimiento del público y una serie de premios por parte de instituciones y la crítica especializada, trabajando ininterrumpidamente por tres décadas con distintos estilos y  las más variadas sonoridades, desde la música antigua, pop, folclor, rock y música contemporánea, para armar una de las discografías más ricas de la música reciente en Chile destinada a las familias.

El programa parte con la Suite 1º Recorriendo mi ciudad con los temas, las polillas, ¡Ay que tráfico!; globito Jerónimo y Una cuncuna amarilla.

La Suite 2 denominada Fiesta de tierra y mar esta compuesta por las piezas Cordillera; Tehepito; Canción araucana y Carnavalito

La Suite 3, Mi vida en el campo comprende las canciones Vaquita loca (instrumental); Francisca la Avispa; Chinita Margarita; Caracol Agustín; Mazamorra del Poroto Coscorrón; el Ratón y la Vaquita Loca

Llega a Chile la novela de Darcey Bell Un pequeño favor.



Editado por el sello Suma, llega a Chile Un pequeño favor, novela que ha sido traducida a más de 20 idiomas.

Todo empezó con un pequeño favor. Cuando su mejor amiga, Emily, le pide a Stephanie que recoja a su hijo a la salida del colegio, ella accede encantada.

Ella es una joven madre viuda, se sentía muy sola hasta que conoció a Emily, una sofisticada ejecutiva cuyo trabajo absorbe todo su tiempo. Pero ahora, Emily no regresa. No contesta a las llamadas ni a los mensajes. Stephanie sabe que algo va terriblemente mal: su amiga nunca abandonaría a su hijo, no importa lo que diga la policía.

Aterrorizada, pide ayuda a las lectoras de su blog y contacta con el marido de Emily, el distante y atractivo Sean. Y no tarda en recibir una noticia escalofriante. Pero pronto Stephanie se dará cuenta de que nada -ni la amistad, ni el amor, ni siquiera un pequeño favor- es tan sencillo como parece.

La crítica ha dicho que es una novela astuta, satírica ósea, una historia deliciosamente envenenada.  
 
Esta novela es un thriller intenso, cautivador y asombroso, que termina con un final sorprendente e imprevisto. El hilo conductor de la trama es ten cuidado en quién confías y está llena de pequeños secretos sucios, mentiras y manipulaciones.

La autora va aumentando la tensión con maestría en la trama, en la cual las acciones parecen tan inevitables como espeluznantes enganchando a los lectores hasta la última página.



Orquesta Sinfónica infantil y Coro Crecer Cantando del Teatro Municipal de Santiago ofrecerán concierto gratuito.



La Orquesta Sinfónica Infantil Metropolitana (OSIM), integrada por más de 60 niñas, niños y adolescentes de entre ocho y 14 años, se unirá al Coro Crecer Cantando del Municipal de Santiago, compuesto por cerca de 80 estudiantes de entre ocho y 21 años, para ofrecer un Concierto de Navidad gratuito en la estación Quinta Normal de Metro de Santiago.

El espectáculo -organizado por la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI) junto a la empresa estatal de transportes- se llevará a cabo el sábado 16 de diciembre a las 17:00 hrs., y espera reunir a cientos de personas en torno a la música navideña.

Dirigidos por Jeff Parker, los más de 60 jóvenes músicos que integran la Orquesta Sinfónica Infantil Metropolitana (OSIM) iniciarán su presentación con parte del repertorio sinfónico que han estado trabajando durante el año. Luego, ambos elencos interpretarán una serie de clásicos villancicos como “Noche de Paz”, “Ya llegó la Navidad” o “Señora Doña María”, entre otros.

La Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI) es una institución sin fines de lucro, dependiente de la Dirección Sociocultural de la Presidencia.

Actualmente es presidida por Paula Forttes, Directora Sociocultural de la Presidencia, y dirigida por Haydée Domic. Su misión es elevar el desarrollo social, cultural y educacional del país brindando oportunidades para que los niños, niñas y jóvenes de todo Chile mejoren su calidad de vida integrando orquestas musicales.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Consejo de la Cultura reconoce a siete artesanos de pueblos originarios con el Sello de Artesanía Indígena



Con el objetivo de recuperar los conocimientos y técnicas artesanales tradicionales de los pueblos indígenas e incentivar la difusión de sus manifestaciones culturales, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), a través de su Departamento de Pueblos Originarios con la colaboración del Programa de Artesanía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, entregó por segundo año consecutivo el Sello Artesanía Indígena. En esta oportunidad, siete fueron las piezas escogidas, correspondientes a cuatro pueblos originarios como fueron Aymara, Mapuche, Yagán y Rapa Nui.

Se entiende por artesanía tradicional indígena las obras de distintos oficios y soportes, que son manifestaciones  de conocimientos y expresión estética de una cultura originaria al conjugar formas, contenidos, valor simbólico, materialidades y técnicas propias que constituyen la identidad indígena de cada obra.  

De esta manera, este Sello Artesanía Indígena se propone recuperar conocimientos y técnicas artesanales tradicionales de pueblos indígenas, desarrollar instancias de visibilización de estas expresiones culturales e incentivar su difusión.
 
El Ministro de Cultura, Ernesto Ottone expresó que “esta instancia da una vitrina para la cultura indígena que a su vez, sirve de plataforma para que sus creadores visibilicen y valoricen las técnicas artesanales tradicionales propias de sus territorios. Además, se trata de un hito sumamente importante dentro del trabajo que durante este año 2017, hemos realizado como institución en las diferentes regiones y territorios, a través del Programa de Fomento y Difusión de las Artes y las Culturas Indígenas, en coherencia con la Política Nacional de Artesanía 2017-2022".

Las obras seleccionadas este año fueron la prenda aymara Vistalla (chuspa); la pieza tallada Llahuín; la prenda ornamental Wak’aqallus de Lichiwayus; el tejido Ñimin Lama; los canastos (3) Keichi, Tawela y Ulon steapa; la pieza Vaikava Ra'a (mar y sol) y la faja Trarriwe.

  
La Vistalla (chuspa) elaborada por Carmen Huaylla Alave del pueblo aymara que vive en Cosapilla, comuna de General Lagos, región de Arica y Parinacota, corresponde a una prenda utilizada tanto en ceremonias tradicionales aymara, como para finiquitar compromisos con otra familia de la comunidad. Este último uso, consiste en el intercambio de chuspas con hojas de coca en su interior, acción también conocida como ayni, que significa ayudar a prosperar al hermano, quien algún día también devolverá ese apoyo. 

El proceso completo de elaboración de esta pieza es desarrollado a mano por la propia artesana, tejido con lana de alpaca de producción propia, que es tratada, hilada y, luego, trabajada en el tejido con la urdimbre, en un telar de cuatro estacas.


En el sector de Carrerriñe, comuna de Panguipulli, región de Los Ríos vive José Antonio Neihual Antihuala artesano tallador de Llahuín, pieza tallada a mano en madera de laurel por el pueblo mapuche.

Es el propio artesano quien extrae de los árboles que han caído por el viento o por la antigüedad de sus raíces, la materia prima la que posteriormente trabaja de una sola pieza. El artesano comienza a tallar desde el exterior con dos tipos de azuela de mano o maichiwe, para luego seguir con el interior y las manillas.  El diseño de esta obra está inspirado en la clásica batea mapuche, artefacto que sirve para contener, trasladar y lavar alimentos como trigo, mote o maíz, por lo que es considerado un objeto de gran importancia para el quehacer diario de la familia mapuche, aportando utilidad y valor estético a los hogares.

También del pueblo Aymara de la localidad de Colchane (región de Tarapacá) es María Susana Choque Mamani quien realiza los Wak´aqallus de Lichiwayus

Wak´aqallus de Lichiwayus es una prenda ornamental utilizada hasta hoy por las comunidades aymara de la localidad de Colchane y alrededores. Es usada en distintas festividades, en particular por los músicos Lichiwuayus en ceremonias religiosas como el Corpus Cristi y las fiestas patronales y también, en el awtipacha (la estación seca del calendario aymara) y en época de cosecha, entre otras.

Se utiliza como complemento y adorno en los trajes, específicamente en la cintura, y puede ser de 12, 24 o 32 tiras. Además, es parte del accesorio del aksu de la mujer aymara. Esta obra está realizada con un telar de cintura y ha sido elaborada con materiales autóctonos y tradicionales de la zona, como fibra de alpaca, teñidos naturales en base a hierbas y con anilinas de colores fuertes, aportando con sus diseños alegría a las fiestas.

Por otra parte, Matilde Painemil Millanao de la localidad de Tres Cerros, comuna de Padre las Casas, región de La Araucanía, teje el Ñimin Lama

Ñimin Lama corresponde a un tejido especial, que tradicionalmente se usaba para ceremonias como el guillatún o matrimonios. Su función allí, era servir de asiento para invitadas e invitados importantes y de mayor respeto para una familia anfitriona.

El proceso de producción de esta pieza considera siete etapas, entre las que se cuentan el lavado de la lana de oveja, su hilado y teñido con raíz de maqui y anilina, lo que puede tardar hasta ocho horas de cocción en una olla al fuego. Posteriormente, se urde el witral o telar tradicional mapuche, que no posee ni clavos ni alambres, para luego comenzar a tejer.

El diseño de esta lama se inspira en el meliwitralmapu, que significa la unión de la familia con los cuatro puntos cardinales. El color blanco es para los días bonitos con luz y la parte más negra es para los días de invierno o para la noche.

Julia Carmen González Calderón, representante del pueblo yagán, de la localidad de Puerto Williams, comuna Cabo de Hornos, región de Magallanes y la Antártica Chilena, mantiene la tradición del tejido del junco.

Arte yagan es una colección de tres canastos: Keichi, Tawela y Ulon steapa, confeccionados con junco recolectado en la isla Navarino. Este tipo de cestería corresponde a una expresión cultural que las mujeres yagan aprendían desde pequeñas y era transmitido de generación en generación. Son artefactos de carácter estético y a la vez utilitario, pues se utilizaban para recolectar y contener mariscos desde los canales australes, como el Onashaga o canal Beagle, y también frutos silvestres.

Para la realización de estas piezas, la artesana sigue un largo proceso que comienza con la recolección de los juncos en el entorno de Puerto Williams; luego, los seca al fuego, con una técnica especial de manera que no se quemen, hasta que cambian de color. Posteriormente, elimina los líquidos internos y los tuerce para aumentar su flexibilidad. Una vez que inicia el tejido, se apoya con el uso de una especie de aguja de hueso de aves o de guanaco denominada “ami”, que permite separar las hebras.


En Rapa Nui, Víctor Maloy Hey Chávez talla Vaikava Ra'a

Vaikava Ra'a (mar y sol) es una pieza que se inserta en el imaginario tradicional rapa nui. Representa a una anciana bailando, tallada manualmente en Mako’i, madera de origen polinésico. El proceso de producción comienza con la selección del trozo de madera, cuya forma es determinante para el diseño que se va a trabajar. Luego se comienza con el tallado.

La materia prima de esta obra es obtenida de los árboles Mako´i que posee su padre, quien le avisa cada vez que cae una rama o un árbol de esta madera. Este es el momento de iniciar una nueva creación. Por su trabajo, Víctor se ha convertido en un importante exponente de la cultura tradicional de su pueblo.


Por último, Magdalena Cabral Quidel, que vive en Sector Itinento, comuna de Padre Las Casas, región de La Araucanía teje la faja mapuche Trarriwe. Es una obra elaborada en base a lana de oveja, teñida de forma natural, con diseños tradicionales de la cultura mapuche. Esta pieza textil es utilizada exclusivamente en las vestimentas tradicionales de mujeres adultas y autoridades ancestrales mapuche, como machi, lawentuchefe y gillatufe.

Los diseños o ñimin contenidos en esta pieza, representan cuatro motivos tradicionales que corresponden, a su vez, a cuatro etapas constitutivas del proceso de crecimiento de una mujer mapuche: Rayen Ñimin (diseño de flor/adolescencia), Lukutuwe (persona arrodillada/maternidad),Chilko Ñimin (hierba/ madurez y sabiduría espiritual) y Treng (la fuerza/tierra, de la machi y su poder sobre el agua). En tanto, el bordado y diseño lateral de la faja representa la tierra y la protección que ejerce sobre las distintas etapas que experimenta una mujer mapuche.

Receta colombiana gana concurso de cocina patrimonial “Tu Receta Tu Historia Migrante”



Preparación de la colombiana y afrodescendiente Elba Caicedo se quedó con el primer lugar de la iniciativa con que el Consejo de la Cultura busca reconocer identidades y prácticas culinarias incorporadas con la llegada de migrantes a nuestro país, tendiendo puentes para promover la interculturalidad.

Cuando a los 13 años perdió a su mamá, Elba Caicedo debió tomar una decisión sobre su futuro y la cocina fue el camino elegido. 

Sin contar con recetarios escritos, la afrodescendiente nacida en Nóvita, un pueblo perdido en la selva colombiana, comenzó a repasar las recetas que de niña disfrutó de manos de su madre y su abuela, y que ahora dejó plasmadas en su preparación del Maíz empiedrao, plato con que este sábado se coronó como la ganadora del concurso de rescate gastronómico y arte culinario “Tu receta, tu historia migrante”, organizado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA). 

El anuncio fue realizado por el Ministro de Cultura, Ernesto Ottone, desde el mercado Tirso de Molina, donde destacó que “las recetas ganadoras y las menciones honrosas representan el aporte de las comunidades migrantes al desarrollo de la gastronomía y la interculturalidad de nuestro país”. 

“Desde Cultura, nos sumamos a los debates que marcan a nuestras sociedades y en esta oportunidad lo hacemos con este concurso, que destaca la diversidad a través de lo culinario”.

La ganadora del primer lugar, recibió 300 mil pesos; el segundo lugar $ 150.000 y el tercer lugar $ 100.000. por su parte, las menciones honrosas recibieron $ 50.000.

En su postulación, Elba Caicedo reconoció que al redactar su propuesta “volví a observar a mi abuela y mi madre quebrando el maíz en unas piedras moledoras gigantes, para preparar el arroz empedrado. Este, es el plato que más me recuerda a las mujeres que me mostraron la cocina y me conectaron con mis raíces africanas y del Pacífico colombiano”.

El Maíz empiedrao es un plato ancestral y lleva el nombre, como característica de la molienda del maíz en piedras al estilo indígena. La preparación incluye una carne de cerdo cocinada con cebolla y cilantro y el maíz, es preparado en un estilo similar al risotto. Aceite achiotado, refrito y queso costeño son parte de los ingredientes de este plato colombiano.

“Nunca he ido a la tierra de mis ancestros, y aun así siento que, con platos como éste, me transporto directamente en mente y alma”. Con esas palabras la chilena de ancestro palestino, Sofía Halabi describe su Yajne (guiso) de Bamie y arroz árabe, que le permitió quedarse con el segundo lugar. Ella misma cuenta que se trata de una adaptación del plato que comenzó a elaborar solo mirando y averiguando preparaciones palestinas. 

Este reconocimiento le fue entregado por el alcalde de Recoleta, Sergio Jadue, quien destacó el rol de los migrantes en nuestra cultura al señalar que “nosotros soñamos con el día que la palabra migrante deje de existir”.

El tercer lugar fue para el plato de Puchero típico de España, de Ignacio Corcuera. 

Además fueron distinguidas tres menciones honrosas: Daniela Rusowsky de Temuco con su Knishes, receta procedente de Europa del Este, principalmente de países como Polonia, Ucrania y Rusia, y uno de los platos preferidos de las comunidades judías que habitaban allí. 

La segunda, fue para la versión chilena de las arepas colombianas de Sandra Salazar, de Coquimbo, quien motivada por sus amigos y su pareja, dio vida al churrasco arepa, que fusiona la tradicional preparación colombiana con dos de los ingredientes favoritos de nuestro país como son la carne y la palta. 

El tercer reconocimiento, fue para el “Pollo al maní de la Elvira”, presentado por María Ester Vildoso de Arica, plato cuyo nombre le hace honor a su bisabuela, de quien heredó la receta peruana.    
          
La primera etapa de evaluación estuvo a cargo de quienes votaron a través de la web y escogieron las recetas que pasaron a la siguiente etapa, donde el jurado eligió a los ganadores y menciones honrosas. 

Este jurado estuvo conformado por Carlo von Mülhenbrock, chef y socio del restaurante Osadía y conductor de diversos programas de televisión asociados a la gastronomía; Pamela Fidalgo, chef del restaurante María Callas; Flaminia Sacco, chef de los restaurantes Divertimento Chileno y La Divina Comida; Axel Manríquez, chef ejecutivo del restaurante Bristol del Hotel Plaza San Francisco; Daniel Greve, periodista y cronista gastronómico; José Luis Salkeld, cocinero peruano dueño del restaurante Sarita Colonia y la antropóloga Sonia Montecino, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2013 y asesora del CNCA en temas de patrimonio. 

El detalle de todas las recetas ganadoras está disponible en http://turecetatuhistoria.cultura.gob.cl/. Y tal como en su versión anterior, las recetas mejor puntuadas -máximo 100- serán recopiladas en una publicación ilustrada, a cargo del CNCA, que se distribuirá a nivel nacional.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Centro de Extensión Cultural de la Universidad de Chile presentó su programa 2018.



17 atractivos conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, 8 programas donde se incluyen obras sinfónico-corales que contarán con las voces del Coro Sinfónico; 4 ciclos del Ballet Nacional Chileno con nuevas obras y la relectura de un clásico de la danza; conciertos corales con la Camerata Vocal y una Misa Criolla además de un ciclo de piano en homenaje al maestro Claudio Arrau, forman parte de la temporada oficial y de extensión 2018 del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile, CEAC.

Esta programación fue presentada en una conferencia de prensa en el Teatro de la Universidad de Chile por Diego Matte, director del CEAC, acompañado del director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, maestro Leonid Grin; el director artístico el Ballet Nacional Chileno, Mathieu Guilhaumon; y el director del Coro Sinfónico y de la Camerata Vocal de la Universidad de Chile, Juan Pablo Villarroel. A ellos también se sumó el destacado solista en piano de la OSNCh, Luis Alberto Latorre, director artístico del ciclo de pianistas.

Durante la presentación de la nueva temporada Diego Matte expresó que “esta nueva temporada es muy contundente, con una gran cantidad de artistas nacionales e internacionales, con destacados solistas, directores y coreógrafos que vienen a trabajar con nuestros cuerpos estables para presentar espectáculos de excelencia”.

Por su parte, el maestro Leonid Grin manifestó que “al seleccionar los programas para la próxima temporada, me dejé llevar por la convicción de que un viaje a una sala de conciertos debería ser algo más que una noche con la Sinfónica. Es una oportunidad que tenemos, para explorar diferentes modelos y estilos de vida a través del poderoso lenguaje de la música”. 

Grandes compositores se harán presentes a través de programas especiales, recordando los 75 años de la muerte de Rachmaninoff, los 150 años de la muerte de Rossini y los 100 años del nacimiento de Bernstein. A ellos se sumarán nombres claves de distintas épocas, como Mozart y un concierto tributo a su figura, con la obertura de La flauta mágica, el Concierto para arpa y flauta, y la Sinfonía N° 38 "Praga”.
Beethoven, Mahler, Brahms, Holst, Dvorak, Tchaikovsky y Shostakovich serán parte también de una temporada que rescatará parte de su gran legado musical a través de algunas de sus grandes sinfonías.           
Por su parte, la música chilena estará representada por Rapsodia para días de duelo y esperanza, de Darwin Vargas; Concierto para violín, de Juan Orrego Salas; Y todavía tiene una pena, de René Silva y Tierra sagrada, concierto para fagot y orquesta; del fagotista y solista de la Sinfónica Nacional, Nelson Vinot.

Entre los solistas nacionales e internacionales que llegarán están los pianistas Dmitri Levkovich, Ishay Shaer, Jon Nakamatsu y Aleksandar Serdar; los violinistas Alexander Markov, Alberto Dourthé y Marcelo González; el violonchelista y director lituano David Geringas; el flautista Hernán Jara; la arpista Maria Chiossi; el guitarrista Luis Orlandini; el fagotista Nelson Vinot y los trombonistas Ibar Cortés, Adair Ramos, Sergio Bravo y Obeed Rodríguez. 

A ello se suma una temporada de extensión que traerá obras como Carmina Burana, la Novena Sinfonía de Beethoven, el Réquiem de Verdi y el Concierto para piano N° 2 en Do menor de Sergei Rachmaninoff, con la interpretación del virtuoso pianista estadounidense, Tzimon Barto. 

Asimismo, la orquesta nuevamente será parte del Festival de Música Contemporánea, con compositores nacionales como Ignacio Salvo Palominos y Miguel Letelier. Habrá además conciertos especiales como el de Música Chilena, con el Gran Concierto para piano y orquesta de Enrique Soro, y la pianista María Paz Santibáñez; junto con conciertos familiares de Música de cine como Pedro y el Lobo, entre otras.

Al igual que en los últimos años, el Ballet Nacional Chileno (BANCh) presentará cuatro ciclos durante 2018, uno de ellos – y el primero de la temporada – será junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, en una relectura que el director artístico de la compañía, Mathieu Guilhaumon, hará de Giselle, uno de los grandes ballets del repertorio coreográfico, creada en el siglo XIX. 

“Me pareció interesante la idea de dar una nueva mirada, desde la danza contemporánea, a una obra clásica”, manifestó el coreógrafo francés.

Junto con ello, habrá nuevas creaciones de destacados coreógrafos invitados, como el ex bailarín del BANCh, Eduardo Zúñiga; la destacada coreógrafa inglesa Caroline Finn, quien estará con una nueva creación que rendirá homenaje al compositor francés Claude Debussy, a 100 años de su muerte. 

Finalmente, el coreógrafo – también de origen inglés – Ihsan Rustem, llegará por primera vez a Chile, para la creación de dúos magnéticos y cautivadores. 

Por otro lado, la Camerata Vocal de la Universidad de Chile nuevamente ofrecerá una serie de conciertos en los recorrerá diversas épocas y estilos.

Partirá en enero retomando el concierto de Boleros junto a “La flor del recuerdo”, conjunto nacido en 2012 e integrado por tres voces y cuatro instrumentistas, tres de ellos integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile: Cristóbal González, clarinete; Ricardo Aguilera, corno; y Cristián Gutiérrez, violonchelo. Una fusión entre lo coral y lo popular, en un concierto que recorrerá parte de los más clásicos boleros, marcado por el romanticismo que caracteriza a este estilo.

Más tarde vendrán la Música del Romanticismo alemán, la Música Inglesa: desde el Renacimiento hasta el siglo XX, para finalizar la temporada con la Misa Criolla de Ariel Ramírez.

Lo anterior se suma a los conciertos en que ambos conjuntos corales presentarán junto a la Orquesta Sinfónica Nacional. 

“Hay una vuelta al repertorio clásico en su mejor expresión. Así como en años anteriores hemos abordado repertorio del siglo XX, este año será para los inicios del siglo XIX, con algunos de sus compositores más representativos”, añade el maestro Juan Pablo Villarroel. 

Las 32 Sonatas Beethoven serán el hilo conductor del Ciclo de pianistas 2018, el que además irá en homenaje a la gran figura del piano nacional, maestro Claudio Arrau. 

“Es motivo de orgullo y satisfacción poder presentar esta serie de conciertos de magna importancia musical, el que por primera vez se realiza en este teatro”, indicó  Luis Alberto Latorre, director artístico del ciclo.

De este modo, de cinco conciertos ofrecidos en 2017, el ciclo aumentará esta vez a nueve presentaciones que estarán a cargo de destacados músicos nacionales y extranjeros radicados en Chile, con Paulina Zamora, Svetlana Kotova, Felipe Browne, Alexandros Jusakos, Mario Alarcón, Danor Quinteros, Liza Chung, Edith Fisher – discípula directa del maestro Arrau – y el propio Luis Alberto Latorre, piano solista de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y ganador del Premio a la Música Nacional Presidente de la República 2016, mención Música Docta.

Últimos días para enviar cuentos al concurso Santiago en 100 palabras.

Quedan pocos días para que Santiago en 100 Palabras, el concurso literario más masivo del país, cierre su convocatoria 2024.  Hasta el marte...