domingo, 17 de julio de 2016

Profesor investigador de la cultura Chinchorro es propuesto para el Premio Nacional de Historia 2016

El profesor Bernardo Arriaza Torres ha sido postulado por la U. de Tarapacá con el respaldo de la Sociedad Chilena de Antropología Biológica, la Sociedad Chilena de Arqueología más numerosos investigadores chilenos, como candidato al Premio Nacional de Historia 2016.
  
Ello por su aporte,  mundialmente reconocido,  a la investigación y difusión de la Cultura Chinchorro, con más de 14 documentales y 70 publicaciones sobre las momias más antiguas del mundo.

Su destacada trayectoria ha contribuido a la comprensión de una historia de más de 10.000 años de antigüedad, respaldando dicha investigación con  documentos formales y vestigios materiales y biológicos que a modo de "libros" ha utilizado para desentrañar esta historia milenaria.


Para el profesor Arriaza, la costumbre de momificación que tenía este pueblo vino de cuatro grandes factores interrelacionados (ecológico, biológico, social e ideológico) los que permitieron la creación de la momificación artificial por lo que esta costumbre tendría un origen local.

Analizando el primer factor, vemos que el agua de la quebrada de Camarones en el norte de Chile, donde comienza la momificación artificial Chinchorro, presenta en promedio 1000 µg/l, nivel altísimo de arsénico comparado con el máximo de 10 µg/l recomendado por la OMS u organización mundial de la salud.

¿Cuál es la gravedad y sobre todo las consecuencias de que los Chinchorro hayan, sin saberlo, ingerido altos niveles de arsénico? El arsénico es un elemento químico altamente tóxico que puede encontrarse tanto en agua, suelo y aire.

Este semi metal de origen geogénico produce envenenamiento acarreando una serie de problemas a la salud tanto agudos como crónicos. Pero lo más grave es que repercute en la biología del individuo, ya que el cuerpo no lo puede eliminar totalmente, cruzando la placenta y afectando la vida del individuo expuesto, la salud materno-fetal y en particular el desarrollo normal del feto, produciendo abortos espontáneos, partos prematuros y, retraso en el crecimiento y desarrollo de los niños

En lo psicosocial ¿qué puede ser más doloroso para los padres y la comunidad que perder la vida de un niño en formación? Dolor que podemos imaginar y ciertamente visualizar en los cuerpecitos de fetos momificados.

También el arsenicismo afecta a la población adulta, expuesta de forma continua o endémica, generando enfermedades a la piel como hiperpigmentación, queratosis y diversos tipos de cáncer.

Los Chinchorro, sin saberlo, se intoxicaban cuando bebían el agua de los ríos y pozos, ya que el arsénico es sin color, ni olor ni gusto, y las primeras poblaciones que se asentaron en estos valles costeros con el tiempo sufrieron las consecuencias.

Así entonces, el hidro arsenicismo jugó un papel relevante, afectando la salud de las mujeres grávidas y sus bebes, aumentando la mortalidad perinatal y perturbando a toda la población producto del severo envenenamiento, contaminante natural desconocido para los Chinchorro.

Arriaza postula que la alta muerte de recién nacidos y bebes, generó el desconsuelo de los padres y la incertidumbre en estos pequeños grupos Chinchorro, los que debieron buscar alguna forma de minimizar su dolor social y emocional. Así, producto de sus creencias o cosmovisión y como una respuesta emocional y de cariño frente a la alta pérdida de criaturas que no tuvieron una oportunidad en la vida, los Chinchorro comenzaron a momificar los cuerpecitos de los fetos y mortinatos.

Considerando la complejidad y extensa duración de estas prácticas mortuorias, no cabe duda que esta tradición sirvió a los Chinchorro para mitigar el dolor social por el fallecimiento de un ser querido que no pudo florecer en la vida, particularmente ayudando a los padres y al grupo social a continuar con sus actividades cotidianas de pesca, caza y atención a sus deudos.

La momificación, entonces sería una prolongación de la vida a través de la imagen de un cuerpo transformado que podía ser venerado y cuidado. Esta propuesta es congruente con la evidencia encontrada hasta la fecha, en donde los cuerpos momificados más antiguos y en mayor frecuencia pertenecen a individuos infantiles provenientes de la localidad de Camarones.

También como se ha señalado sus aguas poseen el más alto contenido de arsénico de la región. Sin saberlo, al asentarse en esta región, los Chinchorro, pioneros de este desierto, se estaban envenenando, afectando la sobrevivencia y salud de su población.

Esta afirmación de envenenamiento crónico, ha sido comprobada mediante el análisis químico del cabello, huesos y dientes de los cuerpos momificados de los Chinchorro y en los restos de culturas posteriores que revelan altos contenidos de arsénico en sus cuerpos

Bernardo Arriaza tiene a su haber más de 70 publicaciones en revistas científicas de alto impacto (ISI, Scopus, etc), 14 capítulos de libros científicos editados en Chile y en el extranjero, y autor de 10 libros sobre las primeras poblaciones del norte chileno y que se clasifican en cinco de ellos de corte científico, dos obras de difusión científica y tres catálogos especializados sobre la Cultura Chinchorro. Tres de sus libros han sido reeditados por Editorial Universitaria.

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