domingo, 25 de noviembre de 2012

Feria Internacional del libro en Guadalajara: Invitación para conocer Chile.

Con un pabellón de madera de más de 900 mts, en el cual se dio a conocer los 21 mil libros que llevó a tierras mexicanas, el pabellón chileno abrió sus puertas al público en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en la noche del sábado recién pasado. 

La comitiva nacional además de llevar más de 100 escritores, suma representantes de otras disciplinas de la cultura y el arte nacional: 94 músicos y productores, 45 gestores de casas editoriales, 25 de artes escénicas, además de los encargados de las exposiciones y producción general. 

A pocas horas de la inauguración oficial, el pabellón chileno ya ve como uno de los imperdibles del importante evento literario. Y cómo no, si apenas se abrieron las puertas, los asistentes ingresaron en masa al stand de más de 900 mts.,  para conocer los títulos de los autores nacionales.

 21 mil libros a disposición, en diferentes ramas y pertenecientes a ochenta editoriales, distribuidos en una gran “casa abierta” capturaron la atención entre el público y la prensa acreditada presente en la jornada inaugural. 

El Ministro de Cultura de Chile, Luciano Cruz-Coke, invitó al público asistente a visitar el pabellón nacional. "La escena cultural literaria que llega a Guadalajara tiene una historia larga con voces de distintos pensamientos y sectores, de diferentes convicciones y posiciones”.

“Hemos venido aquí a hacer una invitación al mundo hispanohablante para que conozca nuestra riqueza literaria y cultural y aprovechando esta enorme vitrina, los escritores, críticos, editores, científicos, dramaturgos, músicos, actores serán el testimonio vivo de la pluralidad y diversidad chilena, mostrando diversos aspectos de la historia, de nuestro legado cultural y del sentir de las distintas voces existentes en nuestro país”, añadió el ministro. 

Ser el País Invitado de Honor “constituye una doble oportunidad ya que además de poder compartir en este espacio, la cultura, las artes y la nutrida oferta editorial que Chile tiene hoy, es también una invitación a visitar nuestro país”, concluyó Cruz –Coke.

Pero, no sólo literatura y arte llevó Chile al encuentro hispanoamericano.

Un Menú Nerudiano, preparado exclusivamente para la oportunidad fue parte de las sorpresas que nuestro país tenía guardadas para lo invitados. Fue así como más de 700 personas se dejaron llevar por los diferentes sabores nacionales, preparados por el chef chileno Carlo Von Mühlenbrock, y que consistió en una carta que incluía vinos locales, productos del mar y como plato destacado, un caldillo de congrio que asombró a los asistentes, entre escritores, académicos y autoridades tanto chilenas como mexicanas.

Po otra parte, vestidos de impecable blanco y haciendo gala del talento que los ha mantenido vigentes por casi 50 años, se presentó la agrupación chilena Los Jaivas, inaugurando así la serie de conciertos de música chilena que se estarán presentando en la explanada de la FIL 2012. 

Fueron cuatro mil personas las que se dieron cita en el recinto para disfrutar del evento que con las interpretaciones de temas como “Pregón para iluminarse” y “Arauco tiene una pena”, recibieron la ovación del público que no dudó en levantar banderas chilenas desde sus ubicaciones.

Y aunque los aplausos habían sido la tónica durante todo el concierto, que incluyó la participación de dos mariachis de Guadalajara para acompañarlos en una de las canciones, el punto más alto de la jornada se vivió de la mano de sus grandes éxitos: “Hijos de la Tierra”, “Sube a nacer conmigo hermano”, “Todos juntos”, “Mira niñita” y “Mambo de Machaguay”, que hicieron cantar y bailar a todos los asistentes. 

La banda, luego de volver a petición del público, cerró con un llamativo despliegue musical y visual que coronó una jornada donde Chile brilló y conquistó a los mexicanos en el evento literario más importante de Hispanoamericana.

Publican libro sobre la obra de Carmen Piemonte

 El libro “Poética de la Geometría, que trata sobre la obra de la artista Carmen Piemonte, quien integró el grupo Forma y Espacio, fue presentado a mediodía del pasado viernes 23, en el Museo Nacional de Bellas Artes.
 
El volumen, editado por Manuel Basoalto, hace un recorrido por la obra de la artista, formada principalmente con el Maestro Ramón Vergara Grez y que desde 1965, integra al grupo Forma y Espacio. Su pintura resalta por su fineza cromática la cual deja testimonios valiosos en el quehacer plástico nacional e internacional.

Pintora chilena de origen italiano, nació en Buia, cerca de Venetto, Italia, el 28 de octubre de 1930.  Se formó en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, donde fue alumna de Ramón Vergara Grez, fundador del Grupo Rectángulo.

El título de profesora de artes plásticas lo obtuvo en 1955, desde entonces se dedicó a la docencia en diversos colegios de Santiago y en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, donde trabajó como profesora ayudante de la cátedra de dibujo de Ramón Vergara Grez hasta 1970.

Posteriormente, impartió el curso forma y color en la misma casa de estudios. A partir de 1965 formó parte del movimiento Forma y Espacio que reunió a artistas como Adolfo Berchenko, Miguel Cosgrove, Gabriela Chellew, Kurt Herdan y Robinson Mora, entre otros. Este grupo fue continuador de la abstracción geométrica” que sustentó el Grupo Rectángulo a partir de 1955.

Al comenzar a frecuentar el taller de Ramón Vergara Grez y conoció a prendió sus conceptos de lo abstracto y lo geométrico siendo entonces, cuando el trabajo de la artista tomó el camino del orden y la abstracción geométrica, pero acompañado de una búsqueda personal y profunda.

En 1971 obtuvo una beca del Gobierno Italiano para perfeccionar sus estudios en la Academia de Pintura de Roma, donde Estudió con el profesor Gentillini y en 978, fue elegida vice-presidenta de la Asociación de Pintores y Escultores de Chile, cargo que ocupó durante un año.

En la actualidad, dirige su propia academia de pintura en el Barrio Bellavista de Santiago, realiza talleres de arte en el Centro Cultural Montecarmelo y pertenece a la Aplich, Asociación Plástica Latinoamericana de Chile.

Nunca ha abandonado la investigación, el estudio y la búsqueda incansable que la ha llevado a evolucionar y a plantear propuestas constantemente ya que para ella, “la geometría es el ordenamiento más maravilloso. Y desde ahí uno puede hacer cualquier cosa.”

La pintura de esta artista es más bien intelectual, poética y abstracta. Sus primeros cuadros eran sutiles, luego mucho más agresivos, con incorporación de texturas y en sus últimos trabajos, ha incursionado en las técnicas mixtas, con recortes de diarios.
Con un trabajo constante y riguroso, la artista continúa estudiando muy bien sus cuadros, primero elaborándolos en bocetos, proyectos y dibujos y llevándolos a la tela sólo cuando los visualiza bien.

Su trabajo se ha caracterizado, dentro del absoluto abstraccionismo, por ir más allá del plano bidimensional, donde los colores y formas empezaron a explorar la tercera dimensión y el geometrismo se abrió a círculos y esferas, a líneas de fuga que sugieren profundidad y volumen (“Caja siglo XX” y “Germinal N¼ 2″). Para la artista el círculo “es el origen del ser: la luna, el sol, un huevo”.

En otras investigaciones adoptó la esfera, forma que implantó detrás o delante de planos transparentes alejándose de los colores planos y trabajó con la degradación del color y las tonalidades transparentes. Hacia 1980 inició una etapa marcada por la presencia de paisajes abstractos y montañas con ángulos agudos y líneas fuertes poderosamente iluminadas (“Sobre el reino de Hades”).

Impresionada por el terremoto de 1985, la artista incorporó a su obra vibraciones y abordó la técnica del esfumato para graficar el movimiento telúrico. Más tarde, en la década de los noventa las ciudades tomaron el protagonismo de sus obras, con coloridos densos, oscuros, casi sin transparencias reflejaban ciudades con smog, carentes casi totalmente de luz, bloques insinuantes de oníricos edificios y casas (“Ciudad Fragmentada” y “Nueva Ciudad”).

A través de una constante investigación del lenguaje visual, ha ido renovando su modo de creación y ha logrado crear atmósferas, armonías cromáticas y espacios de profundidad espiritual abiertos al espectador. La elaboración de la gama cromática tuvo siempre su personal sello ya que las tonalidades de sus óleos ella misma los fabrica.

Ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas, entre las que se destacan las realizadas con el Movimiento Forma y Espacio como “Homenaje a Pettoruti” en el Instituto Cultural de Providencia (1966); “Homenaje a Mondrian” en el Museo Nacional de Bellas Artes (1972); “Arte Geométrico Latinoamericano” (1982), entre otros.

Además, ha recibido importantes premios, entre los que destacan: mención especial en el Salón de Primavera de la Casa de la Cultura de Ñuñoa, Santiago (1968); primera mención de honor en el Salón Sur de Concepción (1975); mención especial en el concurso “Academia de Bellas Artes” del Instituto de Chile (1976); segundo premio en pintura en el Certamen Lircay de Talca (1979); primer premio en pintura en el Salón de Profesores del Instituto Cultural de Providencia (1981); primer premio en el Certamen Nacional de Pintura, en el Museo Nacional de Bellas Artes en Santiago (1981).

Ha participado en innumerables exposiciones a nivel nacional e internacional y una de sus exposiciones más importantes fue la retrospectiva que realizó en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1999.

“En Latinoamérica no es un escándalo que se insulte o grite a una mujer”

Invitada por la Iniciativa Bicentenario Juan Gómez Millas de la Universidad de Chile, se encuentra en el país crítica cultural, profesora de literatura y estudios de género,  Lucia  Melgar Palacios. 

La profesora mexicana se ha destacado en su país por su dedicación  al estudio de las violencias y sobre todo  sus efectos en la vida cotidiana y junto a destacadas mujeres de su país,  fundó el grupo  “¡Ni uno más, ni una más!, en contra de la violencia contra jóvenes y mujeres. 

Además, es coeditora del libro “Fronteras, violencia y justicia: nuevos discursos”  y formó parte del grupo interdisciplinario de investigación Alternativas, que presentó un "Plan alternativo para esclarecer el femicidio en Ciudad Juárez" en 2004. 

Para Lucía Melgar, a pesar de toda la lucha del feminismo o de los avances de las mujeres, existe en Latinoamérica una sociedad no sólo machista en el sentido de que los hombres pueden imponer su voluntad, sino en términos de que hay un desprecio hacia la mujer. 

“A medida que las mujeres han avanzado, sobre todo a partir de los años ochenta y noventa, los hombres han sentido que sus roles y su poder son cuestionados. Hay un fuerte temor al avance de las mujeres. Esta tendencia misógina favorece la violencia hacia la mujer”, destaca. 

Para la académica mexicana, hay un ambiente de tolerancia social hacia la violencia contra las mujeres, donde sin importar el nivel socioeconómico al que pertenezcan, la violencia las afecta. 

 “No es un escándalo que se insulte a una mujer, que se le grite o que el marido le pegue. Incluso, golpear a los niños no está mal visto, cosa que en otros países es más cuestionada. En México, el 42% de las mujeres han sido víctimas de violencia en algún momento de su vida. 

Las profesionales de clase media a media alta han sido víctimas de violencia por parte de su pareja. Es un mito que la pobreza esté asociada a la violencia, aunque en tiempos de crisis económica existe mayor propensión a la ansiedad, a la agresividad y a la violencia”, ha señalado Melgar. 

Según los estudios realizados por la profesora, un país que padece una violencia “muy atroz es Guatemala, donde la cantidad de asesinatos de mujeres es impresionante aunque, allí las denuncias son  inmediatas y  existen organizaciones de mujeres, de madres y de familiares que han demandado justicia. Otro ejemplo importante es Argentina. Son varios los sitios donde se han suscitado asesinatos brutales de mujeres. Brasil es otra región con este tipo de problemas y en algunas zonas de Chile pasa lo mismo”. 

Como este es un problema que no puede resolverse a corto plazo, Melgar sostiene que hay que empezar por la educación, aunque para ella, es un factor muy descuidado. 

“Desde la escuela enseñamos mal. Mientras sigamos pensando que la niña tiene que casarse y si no lo hace no se realizará como mujer, persistirá el problema”. La escuela, debe dotar a los niños y niñas con las mismas oportunidades, inculcarles a todos que pueden hacer lo que quieran; que si una niña quiere ser astronauta, sepa que puede serlo, o que si un niño desea ser sastre, florista o chef, que lo sea”. 

En este cambio, no sólo los planes educativos están involucrado sino que los profesores juegan u rol fundamental por la influencia que tienen en sus estudiantes porque son ellos los que deben hacerle sentir a los niños y las niñas que son capaces de concretar sus metas entregándoles un sentido de responsabilidad social, haciéndolos menos tolerantes hacia la violencia. 

También,  están incluidos los medios de comunicación ya que hay programas televisivos “donde se degrada a las mujeres. Eso  no tiene por qué permitirse. No es que esté a favor de la censura, pero sí considero que los mismos medios deben autorregularse y cambiar las representaciones de hombres y mujeres; y no solamente de las mujeres, sino también de los homosexuales, los indígenas, de todas las minorías”, sostuvo la académica. 

La académica mexicana cree que estamos en una  la sociedad clasista, racista y sexista. Por ello, se debe pugnar por un cambio real y  trabajar para dotar a las mujeres de herramientas que les ayuden a defenderse y hacerse valer. “Es muy importante enseñarles a las niñas y a las adolescentes que no deben tolerar la violencia, a ser críticas de los mensajes que reciben. 

Creo mucho en la educación. Tengo claro que no es algo que vayamos a cambiar mañana, pero si realmente queremos un cambio real a mediano y largo plazo, es la única manera de lograrlo” concluye Lucía Melgar. 

En Chile,  la profesora Lucía Melgar en Chile realizará el seminario “Violencia(s), género y resistencia: aproximaciones desde la literatura mexicana” entre los días 19 de noviembre y el jueves 6 de diciembre de 2012. 

También hará la conferencia pública ¿Cómo representar la violencia y el dolor sin traicionar a las víctimas? Guerra, literatura y género en México",  el 27 de noviembre en la facultad de Filosofía y Humnidades de la U. De Chile a entre las 12:00  y las 13:00 horas.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Crónicas de Daniel de la Vega: resguardo de las pequeñas historias colectivas.

Daniel de la Vega nació en Quilpué el 30 de junio de 1892 siendo el segundo de los cuatro hijos de Daniel de la Vega Bravo y de Agustina Uribe Valencia. Estudió en el Colegio de los Padres Franceses, en el Seminario y en el Instituto Alemán de Valparaíso y de Quilpué.

En 1910, su familia se muda a Santiago ciudad donde escribe su libro de poemas "Al Calor del Terruño", editado al año siguiente, iniciando una fructífera producción literaria que abarcaría distintos géneros y más de una cincuentena de títulos a pesar que la crónica sería lo que daría mayor notoriedad pública.

Según el sitio profesorenlinea.cl. “en 1911 también publica su primera obra de teatro, “Un crimen en Recoleta”, iniciándose así muy temprano en la actividad teatral. En 1913 escribe y se estrena "El Bordado Inconcluso", comedia que lo haría famoso”.

Pero a él, lo que más lo ataría era un periodismo más cercano a la literatura que al meramente informativo.
Lolita Editores, con el apoyo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, recogió en el libro “Confesiones imperdonables” una antología de sus artículos, en los cuales transformó la realidad que vivía y en la cual se movía llevándola a crónicas donde de manera sencilla, emotiva y clara nos daba cuenta del mundo que le tocó vivir.

Daniel de la Vega fue poeta, cronista, dramaturgo, novelista y cuentista; heredándonos una dilatada labor literaria y fue, junto con Joaquín Edwars Bello, el cronista más leído de su época siendo la comedia “El bordado inconcluso”, el éxito más grande conocido en Chile hasta los comienzos de la Segunda Guerra Mundial. En 1912, inicia su trabajo periodístico en el diario La Mañana y el la revista Pluma y Lápiz, donde iban a colaborar los  mejores escritores de ese tiempo y hasta 1920 trabajó como secretario de la redacción de la revista Zig-Zag.

Aún cuando muchos de sus trabajos se pueden encoantrar el los archivos de “La Mañana de Santiago, (1916 a 1920); en Zig Zag y el diario “La Época” sus preferencias estuvieron en El Mercurio de Santiago al que ingresó en 1924 y en Las Últimas Noticias, diario en el que colaboró desde 1922 hasta el año de su fallecimiento en 1971.

En 1918 gana un concurso organizado por la revista "Zig-Zag" como el poeta más popular de Chile. En 1926 la Editorial Cervantes de Barcelona publica su antología en la colección "Las Mejores Poesías (líricas) de los Mejores Poetas".En 1942 la Universidad de Concepción le otorga el "Premio Atenea". En 1951 es enviado como Agregado de Prensa a la Embajada de Chile en Brasil, y el año 1953, mientras se desempeñaba como agregado cultural de la embajada chilena en Madrid, recibe la noticia que se la ha otorgado el Premio Nacional de Literatura.

Daniel de la Vega es el único escritor chileno que ha recibido tres Premios Nacionales: el de Literatura (1953), el de Periodismo (1962) y el de Teatro (1963).

En esta antología publicada por Lolita Editories, se destacan los relatos de “Bebidas de domingo”, “Negocio clausurado”, “Los peligros del éxito”; “Carreras en San Diego” y “Relojería de las estrellas” entre 87 artículos reunidos en esta muestra del trabajo de la Vega.

Pareciera que hacer crónicas, es fácil pero no lo es.

Hacer crónica no es fácil. La crónica peridística es una forma de redacción que se caracteriza por relatar de manera ordenada y detallada ciertos hechos o acotecimientos y es un escrito de no ficción muy utilizada en los medios de comunciación.

Por ello, están escritas para llamar la atención de un público amplio que está interesado en conocer en detalle lo ocurrido, con un lenguaje y un estilo de redacción adecuado al tema descrito. Otra de sus características es que narra de manera objetiva (o subjetiva) y secuancial un suceso que captó la atención del público con un lenguaje accesible para toda clase de lector. 

De ahí, que la columna de De la Vega en los medios de comunicación llegaran a tanta gente y fueran publicadas durante 49 años sin interrupción. Él, tenía la capacidad de relatar un hecho de manera simple, pero captando la emocionalidad del hecho ya que con su crónica lograba que el lector o llorara o riera con lo narrado.

Pero, De la Vega no fue solo un cronista. También cumplió un rol fundamental del periodista como es ser el compilador de las pequeñas historias cotidianas, cuyos protaginistas nunca salieron en portada pero, que junto a muchas otras han dado forma a nuestra historia, a nuestra ideosincracia y que se habrían perdido si Daniel de la Vega no las huberia rescatado del olvido.

sábado, 17 de noviembre de 2012

El empampado Riquelme: el terrible desierto chileno.

Según el diccionario de Voces del Norte de Chile, de Mario Bahamonde, un empampado es una persona perdida en el desierto, que extravía el camino por la falta de referencias y de camino lo que hace que se empampe soportando la feroz agonía de la sed.

Hace un tiempo Lolita Editores presentó al público el libro “El empampado Riquelme” que fue el resultado de una investigación periodística de Francisco Mouat, el autor.

En enero de 1999 un carabinero del aeropuerto chileno de Cerro Moreno, el cabo Fuentes encontró en el baño del retén con un sobre grande blanco sellado con huincha café de embalaje.

Por el peso y por la textura metálica de algunos objetos que había dentro del sobre, el carabinero pensó que podía ser una bomba. Con delicadeza llevó el sobre hasta el aparato de rayos X de la zona de embarque de pasajeros, y solicitó que por favor lo revisaran.

La revisión mostró que, al interior, había otro sobre que contenía un reloj, una lapicera, un anillo, una chequera, llaves oxidadas, sujetadores laterales de anteojos, un par de cristales ópticos y una billetera que después, al abrir el sobre, se supo que era de cuero color café.

El paquete incluía también billetes, documentos de identidad, un carnet del Partido Radical, un carnet del Deportivo Progreso de Chillán, un destapador de botellas, un cortaplumas pequeño, fotografías familiares, tarjetas de bautizo, un contrato de trabajo del Banco del Estado, dos gomas de borrar y una nota en inglés donde se lee que todo el contenido del sobre ha sido encontrado junto a un esqueleto en el desierto de Atacama.

La nota incluía las coordenadas precisas del hallazgo, que se produjo a cien kilómetros al sur de Antofagasta. Los documentos de la billetera, incluida una tarjeta de invitación a un bautismo, identificaban al empampado como Julio Riquelme Ramírez, desaparecido en 1956.

Riquelme Ramírez había salido del pueblo de Chillán, al sur de Chile, el primero de febrero de ese año. Tenía por delante cuatro días de viaje, dos trasbordos de tren, y unos dos mil trescientos kilómetros por recorrer hasta Iquique, bien al norte, donde sus hijos lo esperaban para que oficiara de padrino de uno de sus nietos.

Pero, como nunca llegó y, luego de una tímida búsqueda policial, su familia lo dio por perdido, fugado, en fin, olvidado. Sin embargo, más de cuarenta años después el esqueleto ese hombre que falleció acostado en el desierto de Atacama, con su bolso de viaje y todas sus pertenencias en los bolsillos apareció en el desierto, conmocionando a  la familia y convence al periodista Mouat que aquí hay una historia que rescatar del olvido.

Lo interesante de este relato, es que se articula como una película, que contiene diversos planos, con flashbacks, con distintos personajes que van apareciendo como testigos de la vida y de la muerte de Riquelme,  que cuentan su historia y cada una de ellos va armando un guion cuyo escritor (Mouat), los entrelaza para tejer una historia profundamente humana en la cual los lazos de familia surgen como lo más importante ya que ni el tiempo, ni la distancia, ni la separación forzada entre los hermanos son capaces de cortar.

Según el diccionario de Voces del Norte de Chile, de Mario Bahamonde, un empampado es una persona perdida en el desierto, que extravía el camino por la falta de referencias y de camino lo que hace que se empampe soportando la feroz agonía de la sed.

El relato que parte como investigación periodística más, comienza a transformarse en un viaje, cuyo objetivo es la identidad de una persona, de una familia y de la fuerza de los lazos de familia. 

Poco a poco, retazos acá y retazos allá, se va construyendo la figura del empampado dando forma al hombre mostrando su personalidad, sus costumbres (el litro y medio de vino que tomaba todas las noches), su carácter solitario, el ser hombre de pocas palabras y mujeriego además de cómo se va redescubriendo la relación que tenía con sus hijos. 

La reconstrucción de la identidad de Julio Riquelme y de sus últimas horas con vida, en este libro, van de la mano con los vínculos humanos y sociales que tejió y deshizo durante su vida. 

Lo que deja este libro es que es el destino que une y separa a las personas, pero no existe ninguna fuerza que sea tan grande que haga olvidar a las personas que, por algún motivo, algún día nos hicieron felices. 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Libro analiza los modelos políticos y económicos implantados en Chile

El libro “Capitalismo a la chilena y la prosperidad de las élites” de Andrés Solimano,  fue dado a conocer ayer miércoles, a las 19:30 horas, en la Facultad de Emprendimiento y Negocios (FEN) de la U. Mayor.

 El libro, publicado por Editorial Catalonia analiza a fondo la transición chilena a la democracia, su economía política, y la relación con el modelo neoliberal en un contexto en el cual, se muestra como las políticas neoliberales toman el control de un país, y luego lo tuercen en formas que desafían la respuesta democrática y racional.

Este estudio, proporciona al lector un análisis muy perceptivo de los modelos económicos y sociopolíticos que se implementaron, o impusieron, en Chile, sus intrincadas consecuencias y las enseñanzas que esto sugiere tanto para Chile como también para otros países pero, por sobre todo, es una mirada en retrospectiva que permite al lector una cierta comprensión de los éxitos y fracasos del llamado modelo chileno.

Académicamente, el libro se puede considerar un análisis interesante de la experiencia económica chilena, especialmente para economistas y público en general, que estén interesados en estudiar las dimensiones políticas y económicas de Latinoamérica y el mundo en desarrollo.

Por otra parte, esa mirada hacia atrás nos entrega algunas claves para entender la serie de movilizaciones sociales que se produjeron el año 2011 y que fueron, la expresión del malestar social chileno.

Su autor es Andrés Solimano, fundador y presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo, CIGLOB, en Santiago, Chile. Fue asesor regional para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL y Director de la sede de Chile de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO entre otros cargos.

Ha publicado numerosos ensayos sobre desigualdad, desarrollo, políticas económicas, migración internacional, movilidad de talentos, crecimiento, inequidad, macroeconomía, y el desarrollo internacional. Su último libro es International Migration in the Age of Crisis and Globalization (Cambridge University Press, 2010).

Capitalismo a la Chilena fue presentado por Carlos Ominami, Presidente de Fundación Chile 21; Felipé Morandé, Decano de FEN y por Josep Borrel, Presidente del European University Institute y ex presidente del Parlamento Europeo.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Hazañas y grandezas de los animales chilenos en FILSA

El huemul, el monito del monte, la ballena, el lobo marino y el zorro entre otros animales chilenos son los protagonistas del libro Hazañas y grandezas de los animales chilenos, que reúne casi 20 mitos de pueblos originarios (aymara, mapuche, selknam, rapanui) sobre los animales de nuestro país y que espera contribuir en acrecentar el conocimiento sobre nuestros pueblos originarios.

Todos los animales que trazan sus andanzas y pasos y que han habitado desde los tiempos de nuestros antepasados originarios el territorio que hoy es Chile.

Sus genealogías, sus características, sus cualidades, fueron observadas y descritas por quienes vivieron en esas culturas, ya sea porque los pensaron como parientes, vecinos;  como aptos para comerlos o simplemente porque formaban parte del entorno y de la sociedad.

El libro muestra que ellosconsideraban el vínculo entre lo natural y lo humano como indisoluble porque los primeros pobladores de Chile tenían  una cosmovisión en la que el hombre,  es un ser más entre otros de la naturaleza.

Es por ello, que a los animales, se les atribuyen poderes, relaciones con los dioses y este libro busca, hacer comprender su manera de concebir al quirquincho, al guanaco, al gato montés y al resto de los animales que olfatean, pisan.  

El libro, que está dirigido a un público infantil y juvenil, es publicado por Editorial Catalonia, e ilustrado por Macarena Ortega y sus autoras son Sonia Montecino y Catalina Infante.
Será presentado este sábado 10 de noviembre, a las 17:00hrs en FILSA (Estación Mapocho) por las autoras y por la psicóloga Neva Milicic, por Juan Ñanculef y por el poeta selknam Joubert Yanten.

Sonia Montecino Aguirre es antropóloga y escritora; doctora en antropología por la Universidad de Leiden, Holanda; profesora titular del Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales; directora del Archivo Central Andrés Bello, directora del Magíster en Género y Cultura, mención en Ciencias Sociales y Titular de la Cátedra Género de la UNESCO, todos cargos ejercidos en la Universidad de Chile. En 2010 fue nombrada vicerrectora de Extensión de esta misma casa de estudios.

Catalina Infante Beovic es Licenciada en Literatura por la Universidad Andrés Bello, con estudios en Literatura Comparada en la Universidad Autónoma de Barcelona, España. Tiene un Diplomado en edición de libros en la Universidad Diego Portales y Magíster en Periodismo Escrito por la Universidad Católica de Chile. Actualmente, es directora de las colecciones infantil y juvenil de Editorial Catalonia.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Libro presenta la generación de la diáspora dolorosa

El libro “La generación del 60 o de la dolorosa diáspora” se presentará este domingo 4 de noviembre a las 17:00 horas en la sala Camilo Mori, como parte de las actividades programadas para este fin de semana en la Feria Internacional del Libro de Santiago,

Este primer tomo de la antología de poesía chilena, publicado por Editorial Catalonia, reúne la promoción poética que surgió en Chile entre las distintas expresiones utópicas, conocida como Generación de 1960.

 Marcados por el socialismo o hippismo de los 60 y el duro golpe de Estado de 1973, este grupo da cuenta de una atmósfera renovadora, pero pendiente de la tradición precedente; con poetas que publicaron originales y maduros primeros libros, como también un espíritu de grupo, de cohesión, de unidad en la diferencia.

Sonia Caicheo, Juan Cameron, Mario Contreras Vega, José Ángel Cuevas, Jorge Etcheverry, Astrid Fugellie, Óscar Hann, Floridor Pérez,  y Jaime Quezada entre otros compartieron temporalidad con artistas como César Calvo, Antonio Cisneros, Luis Hernández, Reynaldo Naranjo y  Javier Heraud de Perú.

Esta Generación artística se desarrolló en medio de sucesos que marcaron la historia del mundo como fueron la revolución cubana y la guerra de Vietnam. En Perú, se vivía  en esos años, las guerrillas de Hugo Blanco, el Golpe de Estado en contra del presidente Manuel Prado y en el año 1968, se produce el nuevo golpe de Estado dado por el general Juan Velasco Alvarado.

En Chile, están  en plena efervecencia la Reforma Agraria y el advenimiento del gobierno de Salvador Allende.

La cotidaneidad, usar palabras de uso común y utilizar el humor, la ironía y cierto descaro al enfrentar su lírica alejaron a esta generación de la formalidad de su antecesora.

Posterior al golpe de Estado de 1973, este grupo de poetas chilenos, pasó a ser la generación diezmada o la generación de la diáspora ya que la mayoría de sus integrantes, fueron exiliados o autoexiliados o bien, silenciaron por unos años su trabajo literario dentro de Chile.

Los tópicos y temas que eran los propios de la poesía de la época, aun cuando  sufrieron giros y mostraron los desvíos y las transformaciones que les dictaba la historia, siguieron mostrando la cotidaneidad chilena como fueron  la represión, el exilio, el desarraigo y la muerte; cambios de los que, de una u otra manera, esta generación se hizo cargo pues fueron sus protagonistas.

Este primer volumen de poesía chilena tiene como compiladores a Teresa Calderón, Lila Calderón y a  Thomas Harris

Teresa Calderón, es profesora de Castellano de la  Pontificia Universidad Católica de Chile en 1981, donde también realizó estudios de Licenciatura en Estética. Poeta, cuentista y novelista, dirige talleres de creación literaria desde los años 80. Parte de su obra ha sido tradu­cida al inglés, francés, sueco, italiano, alemán y portugués, y compilada en más de 30 antologías. Su trayectoria literaria ha sido premiada con el Premio Altazor 2009, por Elefante, y el Premio Consejo Nacional del Libro y la Lectura 2004, por su novela editada: Amiga Mía, entre muchos otros.

Lila Calderón, es comunicadora audiovisual, destacada poeta, y Magíster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Chile. Desde 1996 ejerce la docencia en institutos y universidades de Chile. Entre los reconocimientos a su trabajo están, entre otros, el Primer Premio en el Encuentro de Cine y Video del Caribe con La muerte de un poeta, homenaje al poeta cubano Ángel Esco­bar. Su obra literaria ha sido compilada en diversas antologías chilenas y latinoamericanas.

Thomas Harris, es profesor de Español de la Universidad de Concepción, en la que también cursó estudios de Magíster en literaturas hispánicas entre 1982 y 1983 impartiendo docencia de literatura y lenguaje, en diversas universidades de nuestro país.  

Actualmente, se desempeña como docente en literatura en la Universidad Finis Terrae en Santiago de Chile,  Jefe de Referencias Críticas de la Biblio­teca Nacional de Chile y Secretario de Redacción de revista Mapocho, órgano de difusión cultural de dicha institución.

Su obra aparece traducida al inglés, francés y al sueco, y ha recibido numerosos premios, entre los que se cuentan el Premio Municipal de Poesía, el Premio Pablo Neruda y el Premio Casa de las Américas.

Semana Santa llega al Teatro Universidad de Chile

El tradicional concierto de Semana Santa que cada año ofrece la Orquesta Sinfónica Nacional junto al Coro Sinfónico Universidad de Chile, ll...