sábado, 14 de julio de 2012

Rescatan colección de estampas japonesas



Utilizando técnicas japonesas tradicionales de intervención, serán restauradas 15 obras de la colección de grabados y dibujos japoneses de la Colección extranjera del Museo Nacional de Bellas Artes, con miras a la realización de una muestra en torno a este valioso acervo.

Lo anterior, gracias a un compromiso entre el Museo Nacional de Bellas Artes y la empresa Nissan en Chile, el presidente de Distribuidora Automotriz Marubeni, Yuki Yoshimoto. Ambos acompañados del vicepresidente senior de Nissan LATAM José Muñoz, Presidente de Nissan Latinoamérica y el Caribe Ken Ramírez y el embajador de Japón en Chile, Hidenori Murakami.

Este convenio, permitirá completar la restauración de 15 obras, entre grabados y dibujos japoneses de una colección total de 27 trabajos que ingresaron en 1930.

Durante el año 2011 se intervinieron 12 obras de los grabados y dibujos, por personal del Centro Nacional de Conservación y Restauración, según proyecto de colecciones DIBAM.

Adicionalmente, se realizó una investigación de este patrimonio determinándose que las estampas se circunscriben dentro de lo que se denomina ukiyo-e; expresión artística budista originaria de Japón que se traduce como “este mundo infeliz” o “el mundo de la miseria”, remitiendo así a las actividades mundanas. Este proyecto tiene una duración estimada de un año, desde que se iniciara el proceso de reparación de las piezas.

Los primeros ukiyo-e fueron realizados en Edo (actual Tokyo) alrededor del 1600 y su producción continuó hasta comienzos del período Meiji (1868-1912). También son conocidos como edo-e. Su desarrollo se vinculó con la popularidad que alcanzaron las ilustraciones de los libros, llevado a su desvinculación del texto y publicación en serie de impresos;  y con el  surgimiento de una clase mercantil que comenzó a demandar imágenes que reflejaran su estilo de vida, mitos, leyendas y poemas japoneses y chinos.

Entre los autores de estas obras se encuentran cultores del ukiyo-e, como Hosoda Eishi (1756-1829), Kikugawa Eizan, Japonés (1787–1867), Tsukioka Yoshitoshi (1839 –1892) y Suzuki Harunobu (1724 –1770).

Para el director del MNBA Roberto Farriol, esta alianza con la empresa privada es de gran importancia, puesto que enfatiza la preservación de obras patrimoniales de la cultura japonesa, permitiendo su conocimiento y valoración por parte de la comunidad.

“La creación de los artistas japoneses de los siglos XVIII y XIX es de gran delicadeza y pone de manifiesto la conexión emocional con la obra, por lo que este proyecto de restauración y conservación facilitará la incorporación de estas piezas al circuito de exhibición del Museo”, explicó Farriol.

Yuki Yoshimoto, dijo que “como el desarrollo de la cultura en Chile es muy importante se espera que a través de esta donación, empiece un proyecto de colaboración de largo plazo entre el Museo Nacional de Bellas Artes y nosotros”.

El proyecto de donación de la empresa, considera la contratación de un restaurador/a, que trabajará junto a otro profesional aportado por la Dibam, así como la adquisición de los insumos necesarios para el trabajo de restauración y la confección de contenedores, para el correcto almacenaje de las obras. 

El trabajo de restauración se hará en las dependencias del Centro Nacional de Conservación y Restauración, entidad que recibió una importante donación tecnológica japonesa y parte de su personal, además, viajó a ese país para capacitarse en las técnicas tradicionales de restauración de obras en papel japonés.



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