jueves, 21 de junio de 2012

Turismo Cultural: Un puerto de salida al desarrollo.



El desarrollo del turismo ha permitido que nazca el turismo cultural, menos masivo, invasivo y respetuoso con el medio ambiente y cultural de los países.

Con el paso del tiempo, el concepto de turismo se ha ido transformando. Junto al tradicional turismo de sol y playa o turismo de masas, han aparecido otros conceptos turísticos, que engloban nuevas manifestaciones: turismo urbano, monumental, arqueológico, etnográfico, turismo literario, ecoturismo, agroturismo, turismo gastronómico, turismo deportivo e, incluso, turismo sexual, etc.

Las nuevas tendencias asociadas a valores como la vuelta a la naturaleza y el uso activo del tiempo de ocio, así como los cambios sociales asociados a una sociedad cada vez más urbana y sedentaria hacen que haya surgido la demanda de nuevas formas de turismo.
El turismo ha evolucionando al mismo tiempo que el concepto de patrimonio. Ahora se habla de patrimonio cultural, natural e inmaterial donde museos y turismo cultural se han transformado en realidades íntimamente ligadas, desarrollándose de forma dependiente.

El turismo, al ser una importante actividad económica genera entradas para el país en el que se lo realiza, siendo parte importante de su producto interno bruto (PIB). Lo más positivo, es que al relacionarse con la actividad turística, las personas tienen un beneficio económico directo o indirecto ya que por cada persona empleada en esta actividad, se generan diez empleos mas indirectamente ya sea prestando servicios en alojamiento, alimentación, o venta de artesanías en su lugar de origen, etc.

Según los informes de la Organización Mundial del Turismo, (OMT) el turismo es el sector principal de la economía mundial. En 2011, las llegadas de turistas internacionales en el mundo, crecieron más de un 4% hasta alcanzar los 980 millones de dólares. Para 2012, la OMT prevé un crecimiento en llegadas de turistas internacionales de entre un 3% y un 4%. El sector turístico es una de las mayores fuerzas económicas de algunas regiones y países.
 
Por otro lado, la OMT en su Barómetro de mayo informa que las llegadas de turistas internacionales crecieron en un 5,7% en el mundo los dos primeros meses de 2012, a pesar de las limitaciones económicas que atraviesan numerosos mercados emisores de Europa y Norteamérica. En este contexto, las Américas registraron un crecimiento importante (+6,1%), impulsado por la fuerte demanda sostenida en América del Sur (+7,7%) y América Central (+7,1%)

En el caso de Chile, según el Servicio Nacional de Turismo, la llegada de turistas extranjeros al país sigue siendo auspiciosa. Es así, como en el período de enero a abril de este año, entraron 1.459.052 visitas internacionales, lo que refleja un incremento de 15,3% respecto de igual período de 2011, traduciéndose, a su vez, en 194.099 llegadas por sobre lo reportado el año pasado.

Respecto a los principales mercado emisores, Argentina y Brasil siguen mostrando un repunte positivo, ya que a la fecha han registrado un alza de 26,2% y 20,4%, respectivamente. Durante el período enero-abril, se registro un alza de llegadas desde Argentina y Brasil, como resultado de las campañas de promoción a público final, especialmente en este último país.

Sin embargo, el turismo impacta sobre el territorio, el medio ambiente, las sociedades, las culturas y las economías locales ya que el turista no es sólo un gran consumidor de recursos naturales y un gran productor de residuos, sino también, un "contaminador" de culturas, porque el turismo pone en contacto la cultura local receptora con la cultura foránea y esto, que puede tener unos efectos positivos, también tiene impactos sobre las formas de vida y los hábitos lingüísticos, artísticos, gastronómicos, económicos, etc. provocando que la cultura y los gustos de las poblaciones locales se adapten a los gustos del visitante que es, en la mayor parte de los casos, producto de la cultura hegemónica globalizada.

El turismo masivo rompe el equilibrio natural y social de muchos países, sociedades y culturas. Una forma de evitar lo anterior, es planificar servicios turísticos de calidad y respetuosos con el entorno ambiental, social y humano y sostenible, es decir, entregar una oferta turística que lo haga compatible con la salvaguardia y recuperación de los valores culturales, sociales y ambientales junto con desarrollar las sociedades locales.

Este tipo de turismo, insiste en aquellos aspectos culturales que oferta un determinado destino turístico, ya sea un pequeño pueblo, una ciudad, una región o un país.  Este tipo de turismo precisa de recursos histórico-artísticos para su desarrollo y este tipo de turista es más exigente y menos estacional. Se basa en la autoeducación de nivel personal, a través de la participación y sitios de alto valor turístico.

En Chile, los ministerios de Cultura y Economía están trabajando en conjunto para vitalizar este tipo de relación entre los extranjeros y la promoción del patrimonio cultural chileno.

Los primeros días del mes de junio, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes puso en circulación el libro “Chile: Travesías Culturales” que reúne 140 fotografías de alta calidad y una serie de relatos de personalidades de cada región de Chile, que demuestran que parte importante de la riqueza turística chilena reside en su patrimonio material e inmaterial, como son las tradiciones, gastronomía y monumentos, que enriquecen la belleza y variedad de paisajes naturales.

En la presentación, que se realizó en el ex campamento minero de Sewell, el Ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, explicó que “el turismo cultural, además de ser sustentable por definición, permite el desarrollo regional, respetando las identidades y tradiciones locales. Además, actúa como un garante y protector tanto del patrimonio material como inmaterial”.

En este tipo de turismo, las personas realizan cortas estancias con una duración de destino entre 3 ó 4 días, siendo muy flexible ya que suele combinar la cultura con otras motivaciones con lo que supone un fácil manejo de la demanda siempre que le ofrezca lo que busca. Los lugares de destino principalmente de este turismo son los núcleos receptores históricos.

El turismo cultural esta considerado parte del grupo de turismo alternativo. En esta clase de turismo, los turistas se concentran en la cultura de los lugares adonde van, como museos o ver cosas construidas muchos años antes, como el ex campamento minero de Sewell. 

Sewell fue una ciudad minera ubicada en la comuna de Machalí, Chile.  Se encuentra a 150 km al sur de la capital chilena, Santiago y a 64 km de la ciudad de Rancagua. Sewell empezó su construcción en la falda del Cerro Negro, a los pies de Los Andes a una altitud de 2.800 metros sobre el nivel del mar.

Comenzó su poblamiento con el nombre de El Establecimiento en 1904, bajo la mano del ingeniero estadounidense William Braden, de la empresa minera estadounidense Braden Copper Company, que ya era dueña del yacimiento minero El Teniente y se construyó, de manera previa a la aprobación por parte del Ministerio de Hacienda para su explotación, que ocurrió el 29 de abril de 1905.

La ciudad obtuvo su nombre en marzo de 1915, cuando se le llamó como tal en honor a Barton Sewell, , un alto ejecutivo de Braden Copper Co. que apoyó fielmente la iniciativa en tierras chilenas y que falleció ese año en Nueva York. En 1916, el 95% de las acciones de Braden Copper Co., pasaron a manos de Kennecott Corporation, convirtiéndose en filial de esta última. En 1967, el Estado de Chile adquirió el 51% de las acciones de Braden Copper Co., en el marco de la nacionalización del cobre, que concluyó en 1971 con la Nacionalización del Cobre durante el gobierno del ex presidente Salvador Allende.

El mismo año se inició la Operación Valle, para el traslado de los habitantes a Rancagua, ya que se sostenía que el Estado no podía asumir los gastos del campamento. Llegó a tener 15.000 habitantes, que empezaron a abandonarlo una vez cerrada la mina en 1977.

El campamento minero Sewell fue declarado monumento típico nacional bajo el decreto nº 857 el 27 de agosto de 1998. En la actualidad es propiedad de la división El teniente de CODELCO- Chile, quienes se encargan de la mantención, recuperación y de las visitas turísticas al pueblo. En 2006, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por su incalculable valor histórico y cultural para Chile y el mundo.
El turismo cultural, puede influir en la creación de personas más respetuosas del entorno que visitan al percibir y entender la valoración de los diferentes territorios, culturas, idiosincrasias en una tarea pedagógica al unir una educación que va más allá de los límites formales.

Si este turismo, logra tener una matriz de gestión (productos, itinerarios, información) además de expandirse podrá aprovechar su capacidad transformadora de manera positiva, incluso a partir de los errores que a veces el turismo ha cometido.

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